Consecuencias del desvelo
Impacto en el sistema nervioso central
El sistema nervioso central es esencial para la transmisión de información en el organismo. El desvelo puede causar múltiples efectos adversos en este sistema, entre los cuales se encuentran:
- Interrupción y confusión en la transmisión y procesamiento de la información en el cuerpo.
- Variaciones en el estado de ánimo y trastornos emocionales, ya que el cerebro se fatigará y no realizará sus funciones de manera adecuada.
- Disminución en la capacidad de concentración y en la recepción de información nueva.
- Efectos negativos sobre el bienestar emocional y la habilidad para ser creativo y tomar decisiones correctas.
- Aumento del riesgo de problemas psicológicos, como alucinaciones y comportamientos impulsivos.
- Presencia de episodios de somnolencia involuntaria durante el día, lo que puede resultar muy peligroso, especialmente al conducir, y suele ocurrir tras periodos prolongados de desvelo.
Debilitamiento del sistema inmunológico
El desvelo prolongado perjudica el sistema inmunológico, que es responsable de proteger al cuerpo de enfermedades. Durante el sueño, el sistema inmunológico produce anticuerpos y citoquinas que son fundamentales para combatir bacterias y virus. Además, algunas citoquinas fomentan el sueño, por lo que desvelarse puede contribuir a debilitar el sistema inmunológico, provocando que la recuperación de enfermedades lleve más tiempo y aumentando la predisposición a infecciones.
Aumento de peso
El desvelo está relacionado con el aumento de peso. Estudios han indicado que las personas que duermen menos de 7 horas al día son más propensas a la obesidad. Este patrón de comportamiento reduce el nivel de leptina —la hormona que indica saciedad— y aumenta los niveles de grelina, que estimula el hambre. Además, el desvelo fomenta el deseo de consumir alimentos ricos en grasas y carbohidratos, lo que ha llevado a que las investigaciones actuales aborden la importancia de integrar un sueño adecuado como parte de los programas de pérdida de peso.
Piel pálida
Los efectos del desvelo a largo plazo pueden dañar la piel. Aquellos que sufren de insomnio crónico podrían experimentar un cutis pálido y opaco, así como hinchazón en los ojos y la aparición de ojeras. La falta de sueño también aumenta la producción de cortisol, la hormona del estrés, y niveles elevados de esta hormona pueden descomponer el colágeno en la piel, que es crucial para mantener su suavidad y elasticidad.
Dificultades de memoria
El desvelo puede resultar en problemas de memoria, ya que impacta las ondas cerebrales responsables de fortalecer la memoria. Estas ondas juegan un papel sumamente importante durante la fase de sueño profundo, donde se transfieren los datos adquiridos del hipocampo a la corteza cerebral, que es la parte encargada de almacenar recuerdos a largo plazo.
Problemas de salud generales
La falta de sueño conlleva un mayor riesgo de desarrollar diversas complicaciones de salud, que incluyen:
- Disminución en la producción de hormonas de crecimiento.
- Enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes.
- Hipertensión.
Aumento de ansiedad y depresión
El desvelo constante puede llevar a la persona a sufrir trastornos del estado de ánimo. Estudios han mostrado que la mayoría de las personas que padecen depresión y ansiedad duermen menos de 6 horas cada noche. Existe una relación estrecha entre la depresión y el sueño, ya que la falta de sueño frecuentemente agrava los síntomas de la depresión y, a su vez, la depresión dificulta el sueño adecuado en las personas.
¿Cuántas horas de sueño son suficientes?
Las investigaciones destacan que obtener un número suficiente de horas de sueño es crucial para la salud y el rendimiento laboral. Un adulto necesita entre 6 y 8 horas de sueño para recuperar su energía. Sin embargo, estudios han revelado que más del 60% de los adultos no alcanzan la cantidad recomendada de horas de descanso.