Alimentos que causan anemia por deficiencia de hierro
Existen ciertos alimentos que pueden mejorar la absorción de hierro, mientras que otros pueden obstaculizarla. A continuación se mencionan algunos de estos alimentos:
- Alimentos que contienen ácido fítico: Este ácido se encuentra en la mayoría de los alimentos vegetales, como legumbres, granos, nueces y semillas. Consumir cantidades elevadas de ácido fítico puede reducir significativamente la absorción de hierro. No obstante, es posible minimizar este efecto consumiendo alimentos que favorezcan la absorción de hierro no hemo, como carnes y vitamina C.
- Fuentes de calcio: El calcio es un mineral esencial para la salud ósea y se encuentra en productos como el queso, yogur, leche, sardinas y soja. Algunas evidencias sugieren que el calcio puede interferir en la absorción del hierro provenientes de fuentes vegetales, independientemente de su procedencia, ya sea de lácteos o suplementos. Sin embargo, la mayoría de los estudios han sido a corto plazo y sobre comidas individuales. Para maximizar la absorción del hierro, es recomendable no ingerir alimentos ricos en calcio junto con comidas que contengan hierro.
- Fuentes de polifenoles: Los polifenoles están presentes en legumbres, cereales, frutas y verduras, y pueden inhibir la absorción de hierro. Además, el café y el té, que son comúnmente consumidos entre comidas y que contienen altos niveles de polifenoles, también se ha demostrado que interfieren con la absorción de hierro no hemo. Por lo tanto, es preferible espaciar el consumo de comidas ricas en hierro con el consumo de estas bebidas. También, el café, el cacao y algunas hierbas contienen ácido clorogénico, un tipo de polifenol que puede evitar la absorción de hierro.
Relación entre la dieta y la anemia
La anemia, conocida en inglés como Anemia, se define como una condición en la que el número de glóbulos rojos en la sangre es más bajo de lo normal, lo que afecta la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno a los tejidos. Como resultado, la anemia puede provocar fatiga y debilidad. Existen diversos tipos de anemia, cada uno con una causa específica. Es importante resaltar que la anemia puede ser temporal o crónica, con niveles de severidad que varían desde leves a graves. Esta condición puede manejarse a través de suplementos nutricionales o tratamientos médicos, así como mejorarse con una dieta saludable y equilibrada.
Existen varios tipos de anemia relacionados con la deficiencia de nutrientes. El primero es la anemia perniciosa, que se produce por la incapacidad del cuerpo para absorber suficiente vitamina B12, lo que lleva a una disminución en la producción de glóbulos rojos. El segundo tipo es la anemia por deficiencia de ácido fólico, que ocurre cuando hay una baja concentración de ácido fólico (o vitamina B9) en la sangre, siendo la mala alimentación la causa más común. El tercer tipo es la anemia por deficiencia de hierro, que se origina por la falta de hierro en el organismo, un mineral crítico para la producción de hemoglobina.
Consejos para disminuir el riesgo de anemia
Ciertos tipos de anemia, como la anemia hereditaria, no pueden ser prevenidos ni su riesgo reducido. Sin embargo, es posible disminuir el riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro, vitamina B12 y ácido fólico mediante una buena alimentación. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para reducir este riesgo:
- Seleccionar cereales y pan fortificados con hierro.
- Limitar el consumo de sal, grasas saturadas, azúcares añadidos y granos refinados.
- Mantener un peso saludable equilibrando las calorías obtenidas de alimentos y bebidas con las necesarias para la actividad física.
- Consumir alimentos y bebidas ricos en vitamina C.
- Asegurarse de incluir suficiente vitamina B12 y ácido fólico en la dieta.
- Incorporar alimentos ricos en hierro, como el tofu, vegetales de hoja verde, carnes rojas, lentejas, frijoles y cereales fortificados.
Para obtener más información sobre los alimentos que incrementan la fuerza sanguínea, se puede leer el artículo sobre alimentos que aumentan la fuerza de la sangre.