Síntomas y causas del accidente cerebrovascular

La Tromboembolia

El proceso de la coagulación sanguínea es fundamental, ya que previene que el cuerpo pierda una cantidad excesiva de sangre en caso de cortes o heridas. Sin embargo, la formación de coágulos en el interior de los vasos sanguíneos, que no se disuelven, puede poner al paciente en una condición médica grave y potencialmente mortal. Se define un coágulo (en inglés: Blood clot) como una acumulación de sangre que transforma su estado de líquido a semi-sólido, asemejándose a un gel. Es importante señalar que un coágulo sanguíneo inmóvil en los vasos sanguíneos no causa daño al paciente a menos que se desplace. Si se mueve, puede alojarse en el corazón o los pulmones, causando obstrucción en los vasos sanguíneos y dificultando el flujo sanguíneo, lo que representa una emergencia médica.

Síntomas del Coágulo

Un coágulo puede ocurrir en diversas partes del cuerpo, y los síntomas, así como su gravedad, dependen de la ubicación y de la magnitud del mismo. A continuación, se presentan los síntomas más comunes:

  • Extremidades: Puede ocurrir coágulo en las venas profundas de los brazos o piernas, conocido como trombosis venosa profunda (en inglés: Deep vein thrombosis). Los síntomas de un coágulo en las extremidades incluyen:
    • Dolor, hinchazón y calambres.
    • Calor en la zona afectada y dolor al tacto.
    • Cambio de color de la piel a rojo o azul.
  • Corazón: Los síntomas asociados a un coágulo en el corazón incluyen: dolor en el pecho y en el brazo izquierdo, sudoración y dificultad para respirar.
  • Pulmones: Los síntomas más comunes de un coágulo en los pulmones incluyen: dificultad respiratoria, dolor en el pecho y tos. Otros síntomas que algunos pacientes pueden experimentar son: sudoración, cambio en el color de la piel, hinchazón en las piernas, ritmo cardíaco irregular y mareos.
  • Cerebro: Un coágulo en el cerebro puede provocar problemas de visión, del habla, convulsiones y debilidad general.
  • Abdomen: Los síntomas de un coágulo en el abdomen incluyen: dolor abdominal severo, vómitos, náuseas, diarrea y presencia de sangre en las heces.

Causas del Coágulo

Existen varios factores que pueden contribuir a la formación de coágulos, entre los cuales se destacan:

  • Aterosclerosis: Esta condición se define como la acumulación de depósitos grasos, conocidos como placas, dentro del revestimiento de las arterias, generalmente como resultado de niveles elevados de colesterol en la sangre. Los coágulos suelen formarse tras la ruptura de estas placas en las arterias coronarias, lo que puede causar daño permanente al músculo cardíaco o provocar un infarto.
  • Fibrilación Auricular: Este trastorno del ritmo cardíaco provoca un aumento en la frecuencia de los latidos o la omisión de algunos latidos, lo que dificulta el flujo sanguíneo, llevando a la acumulación de sangre en el corazón y la formación de coágulos. Estos coágulos pueden desplazarse al cerebro, causando un accidente cerebrovascular. La fibrilación auricular es la forma más común de arritmia cardíaca.
  • Diabetes: Según la American Heart Association, el 80% de los pacientes diabéticos corren el riesgo de morir por un infarto, debido a que esta enfermedad provoca cambios en la sangre que aumentan la predisposición a los coágulos.
  • Inactividad Prolongada: Permanecer sentado o acostado durante largos períodos, como durante un vuelo o en reposo, puede conducir a la acumulación de sangre en las piernas, provocando trombosis venosa profunda. Si este coágulo se mueve hacia los pulmones, puede resultar en una embolia pulmonar (en inglés: Pulmonary embolism). Para evitar esto, se recomienda moverse y promover la circulación en las extremidades.
  • Intervenciones Quirúrgicas: Los procedimientos quirúrgicos que implican cortar o reparar las arterias o venas aumentan el riesgo de formación de coágulos, ya que el cuerpo intenta detener el sangrado formando un coágulo. Este riesgo se incrementa durante y después de la cirugía, especialmente bajo condiciones de inmovilidad prolongada, como en cirugías a corazón abierto.
  • Cáncer y su Tratamiento: Los pacientes oncológicos a menudo tienen períodos prolongados de inactividad, especialmente durante el tratamiento de quimioterapia. Tanto el cáncer como la quimioterapia pueden incrementar la capacidad de coagulación de la sangre, por lo que los pacientes deben estar alertas a los síntomas de trombosis.
  • Factores Genéticos: Algunas condiciones hereditarias de coagulación pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos en quienes las padecen, aunque estos casos son relativamente raros. Entre estos trastornos genéticos están:
    • Factor V Leiden.
    • Mutación en el gen responsable de la producción de prothrombin.
    • Deficiencia de antitrombina, proteína C y proteína S.

Tipos de Coágulos

Existen dos tipos principales de coágulos:

  • Coágulos Arteriales: Se forman en las arterias, y una vez que se produce este tipo, los síntomas aparecen de inmediato debido a que bloquea la llegada de oxígeno a los órganos vitales, lo que puede llevar a complicaciones como un infarto, un accidente cerebrovascular, parálisis o dolor intenso.
  • Coágulos Venosos: Se forman en las venas y su desarrollo es más lento, apareciendo los síntomas de manera gradual a lo largo del tiempo.

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