Síntomas de la Sepsis
Los síntomas de la sepsis varían según la etapa de la inflamación. A continuación se presentan las características de cada fase:
- Fase de sepsis: En esta fase, los síntomas pueden incluir:
- Fiebre superior a 38 grados Celsius.
- Aumento del ritmo cardíaco, superando las 90 pulsaciones por minuto.
- Frecuencia respiratoria elevada, de más de 20 respiraciones por minuto.
- Fase de sepsis severa: Los síntomas en esta etapa comprenden:
- Aparición de manchas en la piel.
- Dificultades respiratorias.
- Disminución del conteo de plaquetas en sangre.
- Cambios en la capacidad cognitiva.
- Debilidad extrema.
- Pérdida de la conciencia.
- Shock séptico: Los síntomas del shock séptico son similares a los de la sepsis severa, pero se añaden la hipotensión.
Causas de la Sepsis
La sepsis puede ser provocada por diversos tipos de infecciones que afectan al organismo, tales como:
- Infecciones del tracto urinario.
- Lesiones abdominales.
- Infecciones cutáneas.
- Neumonía.
Factores de Riesgo para la Sepsis
Existen varios factores que incrementan el riesgo de desarrollar sepsis, entre los que se incluyen:
- Presencia de enfermedades crónicas, ya que la probabilidad de sepsis aumenta en personas con condiciones como:
- Enfermedades renales o hepáticas.
- Diabetes mellitus.
- SIDA.
- Cáncer.
- Heridas o quemaduras severas.
- Inmunosupresión.
Tratamiento de la Sepsis
El tratamiento de la sepsis incluye lo siguiente:
- Antibióticos: Se administran por vía intravenosa para asegurar un rápido y efectivo acceso al torrente sanguíneo. El médico prescribe un antibiótico específico según el tipo de infección que esté causando la sepsis, siendo los antibióticos iniciales generalmente de amplio espectro, lo que significa que son eficaces contra una amplia variedad de las bacterias más comunes.
- Corticoides: Los corticoides ayudan a reducir la inflamación en el organismo.
- Fluidos intravenosos: Se proporcionan líquidos al paciente para evitar la disminución de la presión arterial.
- Oxígeno: Se suministra oxígeno a los pacientes con sepsis mediante dispositivos de respiración asistida, asegurando que el cuerpo disponga de una cantidad adecuada de oxígeno.