Charlas sobre el Ramadán

El mes de Ramadán

El ayuno tiene una posición elevada entre los musulmanes, debido a su importancia ante Allah, y por las recompensas significativas que se otorgan a quienes lo practican correctamente. El mes sagrado de Ramadán se menciona en diversas ocasiones en el Corán y en la Sunnah del Profeta Muhammad (la paz sea con él), ya sea para destacar su virtudes, el mérito del ayuno o la importancia de la oración durante este mes. Ramadán ocupa un lugar destacado en las enseñanzas del Profeta, siendo considerado una de las prácticas más significativas después de la oración.

Hadices sobre Ramadán

Existen numerosos hadices auténticos que enfatizan la grandeza de Ramadán, su ayuno, sus noches de oración y su papel en la expiación de pecados y la obtención de grandes recompensas. El Profeta alertó que quien no se empeñe en aprovechar Ramadán se perderá un inmenso bien. A continuación, se citan algunos de estos hadices:

  • Abdullah ibn Abbas (que Allah esté complacido con él) narró: “Cuando el Profeta (la paz sea con él) regresó de su peregrinación, le dijo a Um Sinan al-Ansariyya: ‘¿Qué te impidió hacer el Hajj?’. Ella respondió: ‘Mi esposo tiene dos camellos, uno de ellos para el Hajj y el otro para regar nuestra tierra’. El Profeta dijo: ‘Por cierto, que una Omra en Ramadán es equivalente a un Hajj conmigo.’ Los eruditos difirieron en la interpretación de este hadiz. Algunos entendieron que este privilegio es exclusivo para la mujer que consultó al Profeta, mientras que otros creen que es aplicable a cualquier musulmán que realice Omra durante Ramadán, con la intención de superar el Hajj no realizado.”
  • La madre de los creyentes, Aisha (que Allah esté complacido con ella), dijo: “Buscad la Noche del Destino en las noches impares de los últimos diez días de Ramadán”. Este mensaje indica que esta noche tiene momentos especiales que se encuentran en las noches impares de este mes sagrado.
  • Aisha también relató que el Profeta (la paz sea con él) solía retirarse para meditar y orar en los últimos diez días de Ramadán, manteniendo esa práctica incluso después de su fallecimiento, donde sus esposas lo imitaban.
  • Un hadiz relata que el Profeta (la paz sea con él) dijo: “Cuando comienza Ramadán, se abren las puertas del Paraíso y se cierran las puertas del Infierno, y los demonios están encadenados.” Esto indica que, aunque los demonios estén atados, su influencia sobre los musulmanes no desaparece por completo, sino que su fuerza disminuye. Esta disminución de su poder puede explicarse por la existencia de otros factores que llevan a la gente a cometer pecados.
  • Abdullah ibn Abbas (que Allah esté complacido con él) afirmó: “El Mensajero de Allah era el más generoso de las personas, y era aún más generoso en Ramadán cuando se encontraba con el ángel Gabriel para estudiar el Corán.” Esto implica que el Mesías era aún más generoso durante este mes sagrado, ofreciendo lo mejor de sí en benevolencia y acciones buenas.
  • El Profeta (la paz sea con él) también mencionó que «en el Paraíso hay ocho puertas, una de las cuales se llama Rayyan, que solo entra aquellos que ayunan».
  • El que ayuna en Ramadán por fe y con esperanza de recompensa verá perdonados sus pecados anteriores.
  • El que ayuna durante Ramadán y le sigue seis días en Shawwal es como si hubiera ayunado todo el año.
  • Las obras de los hijos de Adán son multiplicadas; cada buena acción es recompensada diez veces más, hasta setecientas veces. Pero el ayuno es algo especial, ya que Allah dice: “El ayuno es mío y yo recompensaré por él”.

Versículos del Corán sobre el ayuno

La palabra “sawm” (ayuno) aparece en varios lugares del Corán, aunque las reglas del ayuno se detallan en el último capítulo de la Surah Al-Baqarah. Allí, Allah explica quién está exento de ayuno, el mérito de este mes sagrado y lo permitido para los siervos durante el ayuno. Las aleyas son las siguientes: “¡Oh, creyentes! Se os ha prescrito el ayuno como se prescribió a los que vinieron antes que vosotros, para que podáis ser justos. Son días contados. Y si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, que ayune unos días en otro momento. Y sobre los que son capaces, una compensación, que es alimentar a un pobre. Quien quiera hacer algo bueno, será mejor para él. Y, en efecto, ayunar es mejor para ustedes, si lo saben. Este mes de Ramadán es el mes en el cual fue revelado el Corán como guía para la humanidad…”

Para más detalles sobre las súplicas de Ramadán, consulte el artículo: ((Las más bellas súplicas de Ramadán)).

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