Síntomas de la Hepatitis A
En realidad, la mayoría de las personas infectadas con hepatitis A, en especial los niños, no muestran síntomas evidentes. Sin embargo, cuando aparecen, los síntomas pueden variar desde leves hasta graves, siendo más frecuentes en adultos que en niños. Por lo general, estos síntomas comienzan a manifestarse alrededor de cuatro semanas después de la exposición al virus, desarrollándose gradualmente durante varios días. En algunos casos, los síntomas pueden aparecer de manera anticipada o retrasada, en un rango que va de dos semanas hasta siete semanas tras la infección. Usualmente, los síntomas persisten menos de dos meses, aunque en algunos casos pueden prolongarse hasta seis meses. Es importante señalar que la hepatitis A es contagiosa; el infectado puede transmitir el virus a otras personas, incluso si no presenta síntomas. Además, la persona infectada puede ser contagiosa hasta dos semanas antes de que aparezcan los síntomas y en la primera semana después de que estos se inicien. Generalmente, los síntomas mejoran por sí solos sin necesidad de tratamientos, aunque el médico podría recomendar medicamentos en casos donde los síntomas perduren por más tiempo.
Síntomas Iniciales
Existen diversos síntomas iniciales que pueden aparecer en una persona con hepatitis A, que generalmente duran entre unos pocos días a dos semanas. Estos síntomas incluyen:
- Fatiga y cansancio general.
- Dolor en huesos y articulaciones.
- Fiebre.
- Pérdida de apetito.
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
- Cefalea.
- Inflamación de la garganta.
- Tos.
- Estreñimiento o diarrea.
- Ronchas en la piel, que causan comezón.
Síntomas Posteriores a la Etapa Inicial
Después de presentar los síntomas iniciales de hepatitis A, el paciente puede experimentar una serie de síntomas adicionales que suelen durar hasta dos meses, aunque en algunos casos pueden aparecer y desaparecer durante un periodo de hasta seis meses. A continuación se mencionan estos síntomas secundarios:
- Ictericia, caracterizada por el amarillamiento de la piel y los ojos.
- Orina oscura.
- Heces de color pálido.
- Picazón en la piel.
- Hinchazón en la parte superior derecha del abdomen y dolor al tacto.
Motivos para Buscar Atención Médica
La aparición de los síntomas mencionados anteriormente requiere que la persona se comunique con su médico para una evaluación de su estado. También, recibir la vacuna contra la hepatitis A o una inyección de inmunoglobulina puede proteger a un individuo de la infección si ha estado expuesto al virus en las últimas dos semanas. Por lo tanto, se puede consultar a un médico en las siguientes situaciones:
- Si ha viajado recientemente a una zona donde el virus está presente, como México, América del Sur o Central, o a áreas con servicios de saneamiento deficientes.
- Si ha comido en un establecimiento donde se ha reportado un brote de la enfermedad.
- Si conoce a alguien cercano que ha sido diagnosticado con esta enfermedad.
- Si ha usado drogas ilícitas.
Aunque la hepatitis A no suele considerarse una afección crítica, en ocasiones puede provocar daño hepático que requiere atención médica inmediata. Los síntomas de insuficiencia hepática pueden incluir:
- Vómitos severos y repentinos.
- Predisposición a moretones y sangrado, como epistaxis recurrente o sangrado de encías.
- Irritabilidad.
- Problemas de memoria y concentración.
- Somnolencia y confusión.
- Infección por hepatitis fulminante, que es una forma más grave de la enfermedad, que puede presentarse en personas mayores de 50 años o en aquellos con enfermedades hepáticas crónicas.
Video sobre Hepatitis A
Para obtener más información sobre la hepatitis A, te invitamos a ver el siguiente video.