La tierra no anhela la sangre de los perezosos, sino el sudor de los hombres laboriosos.
Si deseas que la manzana caiga, sacude el árbol.
El trabajo se construye con calma y las historias se cuentan con vida.
Debes trabajar en silencio; el silencio no debe ser tu único trabajo.
Cuando las personas se dirigen a sus labores, no deberían dejar sus corazones en casa.
Elige una profesión que ames y nunca tendrás que trabajar un solo día en tu vida.
Dedícate a trabajar y permite que otros hablen.
Si Dios quiere el mal para una gente, les da debates y les impide trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres plagas peligrosas: el aburrimiento, la malicia y la pobreza.
El trabajo no es un castigo, sino una recompensa, una fuerza y un placer.
Podemos ponernos al día con el mundo a través del trabajo, no mediante la contemplación, pues la mano es el brazo derecho de la mente.
A menudo, las oportunidades se disfrazan con ropas de duro trabajo, y por ello la mayoría de las personas no las reconocen.
Cuando amas tu trabajo, lo realizas con la pasión de un artista.
Mantente organizado y recto en tu vida, y tendrás un éxito extraordinario en tu trabajo.
El trabajo sin recompensa convierte a la persona en perezosa.
Quién quiere comer mariscos debe abrir sus conchas.
Sin confianza, no existirá un equipo de trabajo ni una empresa.
La riqueza y el trabajo no se miden por su cantidad ni por la duración de la vida, sino por la bendición que contienen.
Este es el placer del trabajo: nada nos hace más felices que vernos alcanzar algo significativo.
La economía de esfuerzo es uno de los principios fundamentales de un trabajo bien hecho, que consiste en lograr los mejores resultados con el menor esfuerzo posible.
Cuando tu trabajo habla por sí mismo, no lo interrumpas.
El exitoso dice: «Déjame hacer el trabajo», mientras que el que fracasa dice: «Eso no es mi trabajo”.
No hay futuro en ningún empleo, sino que el futuro está en la persona que ocupa dicho empleo.
Cuando no asistas al lugar de trabajo por un motivo justificado, no dejes que tu sombra desaparezca del lugar, o que tu voz no se oiga.
El trabajo rutinario es aquello que hago cuando no estoy seguro de lo que estoy haciendo.
El perezoso no es solo quien no trabaja, sino quien trabaja cuando puede hacer algo mejor.
Una persona puede fracasar muchas veces en su trabajo, pero no debe considerarse fracasada a menos que comience a culpar a los demás.
Si no has sembrado y ves a otros cosechando, lamentarás tu descuido durante el tiempo de siembra.
No pospongas el trabajo de hoy para mañana; hazlo para después de mañana… este es el principio de los perezosos.
Cuando el placer se convierte en nuestro trabajo diario, deja de ser un placer.
Uno de los síntomas de un colapso nervioso es la creencia de que nuestro trabajo es extremadamente importante.
El descanso prolongado engendra la pereza, y el esfuerzo excesivo provoca la rebelión.
Siempre que queremos hacer una ‘receta’, nos dirigimos al manual, y siempre que queremos establecer una ‘ley’, consultamos libros de cocina, y el cliente siempre tiene razón.
Reflexiones sobre esfuerzo y dedicación
Dado que la trama del universo es la más perfecta obra de la creación suprema, nada en el universo carece de un umbral máximo o mínimo.
El trabajo y el descanso son dos caras de una misma moneda; en el trabajo sientes que realizas, creces y avanzas, y en el descanso obtienes la paz mental que te ayuda a lograr más en tus tareas.
Cuando comencé a trabajar, soñaba con el día en que recibiera un salario que ahora no cubre mis necesidades.
A través del trabajo duro durante ocho horas al día, puedes aspirar algún día a ser gerente haciéndolo solo una hora.
El trabajo de una persona puede finalizar algún día, pero su educación jamás termina.
Si te gusta mostrar tus capacidades, podrás resultar molesto a los demás; sin embargo, si actúas con sinceridad y realizas cualquier tarea con dedicación, estarás brindando a todos la mejor presentación.
El área de libertad comienza donde termina el trabajo impuesto por la necesidad.
No soy un gigante; el trabajo es el verdadero gigante.
No hay sustituto para el esfuerzo constante.
Encuentro mi mayor satisfacción, así como mi recompensa, en el trabajo que precede a lo que el mundo llama éxito.
Comienza donde terminó la última persona.
En medio de nuestra dedicación al trabajo, podemos perdernos sin darnos cuenta en la adherencia a las fórmulas a expensas del contenido real.
El individuo que le da un toque especial a su trabajo se dice que ha colocado una corona que adorna sus esfuerzos.
Las mejores realizaciones que se pueden alcanzar son aquellas que añaden diversión y emoción al trabajo.
La lectura en tu campo te dará un límite superior en la competencia.
Se supone que la ansiedad debería motivarnos a trabajar, y no a la depresión, ya que no es libre quien no puede controlar sí mismo.
Para atraer a los maravillosos, necesitas ser maravilloso; para atraer a los fuertes, debes ser fuerte; para atraer a los sinceros, debes ser sincero… así que en lugar de trabajar en convertir a las personas en lo que no son, trabaja en ti mismo. Una vez que seas como deseas, atraerás a aquellos que deseas.
La televisión se convierte poco a poco en un sustituto del trabajo mental, al inundarnos de imágenes y palabras, disminuyendo así la capacidad de pensar.
La calidad del trabajo no es un accidente; es el resultado de intenciones bien fundadas, esfuerzo sincero, dirección inteligente y ejecución experimentada, representando la elección sabia entre múltiples alternativas.