Consecuencias del Aumento de las Enzimas Hepáticas
El incremento en los niveles de las enzimas hepáticas puede ser un indicativo de que el hígado no está funcionando adecuadamente. Es importante señalar que dicho aumento es una consecuencia de diversas afecciones hepáticas. A continuación, se describen algunas de las condiciones que pueden provocar un aumento en las enzimas hepáticas:
- Enfermedad del hígado graso (en inglés: Fatty liver disease), que es la causa más frecuente de incrementos en las enzimas hepáticas.
- Síndrome metabólico (en inglés: Metabolic Syndrome).
- Hepatitis (en inglés: Hepatitis).
- Trastorno por consumo de alcohol o drogas (en inglés: Alcohol or drug use disorder).
- Cirrosis (en inglés: Cirrhosis), que se refiere a la formación de cicatrices en el tejido hepático.
Enfermedad del Hígado Graso
La enfermedad del hígado graso se presenta cuando hay una acumulación excesiva de grasa en el hígado. A menudo, esta enfermedad no manifiesta síntomas, aunque en ocasiones puede provocar sensación de fatiga y dolor en el lado derecho del abdomen. Si la acumulación de grasa es consecuencia del consumo de alcohol, se denomina enfermedad del hígado graso alcohólico (en inglés: Alcoholic fatty liver disease). En contraste, cuando la causa no es el alcohol, se clasifica como enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en inglés). Es relevante mencionar que los individuos con síndrome metabólico tienen mayor riesgo de desarrollar esta última condición.
Síndrome Metabólico
El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas de salud. Aunque una persona puede tener solo un factor de riesgo, generalmente presenta varios. Para que se considere una condición de síndrome metabólico, se deben cumplir al menos tres de los siguientes criterios:
- Obesidad abdominal, caracterizada por un perímetro de cintura elevado.
- Niveles elevados de triglicéridos (en inglés: Triglyceride).
- Bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (en inglés: High-density lipoprotein, HDL), conocido como «colesterol bueno», ya que ayuda a eliminar el colesterol de las arterias.
- Hipertensión arterial.
- Niveles elevados de glucosa en sangre en ayunas.
Hepatitis Viral
La hepatitis viral se puede definir como un grupo de enfermedades que afectan el hígado, incluyendo hepatitis A, B y C, cada una con sus síntomas y tratamientos específicos. Algunos individuos infectados pueden no presentar síntomas, mientras que otros pueden experimentar:
- Pérdida de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Diabetes.
- Orina oscura.
- Problemas intestinales.
- Dolor abdominal.
- Ictericia, que se manifiesta como un color amarillento en la piel y los ojos.
Trastorno por Consumo de Alcohol y Drogas
El consumo excesivo de alcohol o el uso de drogas ilícitas pueden causar inflamación o daño hepático. La hepatitis resultante del consumo de alcohol se denomina hepatitis alcohólica (en inglés: Alcoholic hepatitis), mientras que la inflamación por el uso de drogas se conoce como hepatitis tóxica (en inglés: Toxic hepatitis). Si un individuo presenta síntomas asociados a trastornos por consumo de alcohol o drogas, el médico examinará los niveles de las enzimas hepáticas y proporcionará el tratamiento adecuado. A menudo, los síntomas de la hepatitis son similares entre ambos casos mencionados.
Cirrosis Hepática
La cirrosis es una etapa avanzada del daño hepático caracterizada por la formación de cicatrices, resultado de enfermedades como la hepatitis o el abuso crónico de alcohol. Los síntomas incluyen fatiga y picazón en la piel. Las personas corren el riesgo de presentar cirrosis si no reciben tratamiento para hepatitis u otras enfermedades hepáticas. Cabe señalar que el daño hepático causado por cirrosis no se puede revertir, aunque el deterioro adicional puede evitarse con un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Otras Enfermedades y Afecciones Hepáticas
El hígado puede ser afectado por una variedad de enfermedades y problemas adicionales que no se han mencionado anteriormente, como:
- Hepatitis autoinmune (en inglés: Autoimmune hepatitis): inflamación del hígado debida a un trastorno autoinmunitario.
- Uso excesivo de analgésicos de venta libre, especialmente paracetamol (en inglés: Acetaminophen).
- Medicamentos recetados que pueden incluir estatinas utilizadas para controlar el colesterol.
- Enfermedad celíaca (en inglés: Celiac disease): daño en el intestino delgado causado por gluten.
- Infección por citomegalovirus (en inglés: Cytomegalovirus, CMV).
- Hemosiderosis (en inglés: Hemochromatosis): acumulación excesiva de hierro en el cuerpo.
- Cáncer de hígado (en inglés: Liver cancer).
- Mononucleosis (en inglés: Mononucleosis).
- Polimiositis (en inglés: Polymyositis): una enfermedad inflamatoria que causa debilidad muscular.
- Sepsis (en inglés: Sepsis): una infección severa que afecta el torrente sanguíneo.
- Trastornos de la tiroides (en inglés: Thyroid disorders).
- Enfermedad de Wilson (en inglés: Wilson’s disease): un trastorno que provoca la acumulación de cobre en el cuerpo.
- Infección por el virus de Epstein-Barr (en inglés: Epstein-Barr virus), un virus de la familia del herpes.
Síntomas del Aumento de las Enzimas Hepáticas
Generalmente, el aumento de las enzimas hepáticas no se acompaña de síntomas evidentes. Sin embargo, el médico puede investigar niveles elevados en las siguientes situaciones:
- Pacientes con hepatitis, cuyos síntomas incluyen:
- Ictericia, que se presenta como coloración amarilla en la piel y en los ojos debido a problemas hepáticos.
- Dolor e hinchazón abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Orina oscura.
- Heces pálidas.
- Debilidad general.
- Fatiga.
- Pérdida de apetito.
- Consumo excesivo de alcohol o drogas.
- Historial familiar de enfermedades hepáticas.
- Sobrepeso.
- Presencia de diabetes.
Los síntomas del aumento moderado de enzimas hepáticas pueden variar desde la ausencia total de síntomas hasta la aparición de síntomas generales que incluyen:
- Malestar general.
- Fatiga.
- Fiebre.
- Pérdida de apetito.
- Dolores abdominales.
- Ictericia.
- Picazón.
- Náuseas y vómitos.
Consejos para Mantener la Salud Hepática
El hígado es un órgano vital en el sistema digestivo del cuerpo humano, ya que todos los alimentos y bebidas, incluidas las medicaciones, pasan por él. Es fundamental atender cualquier problema hepático para asegurar su buen funcionamiento. Adoptar un estilo de vida saludable y seguir las siguientes recomendaciones puede contribuir a mantener la salud del hígado:
- Evitar el consumo de alcohol, dado que es un veneno para el hígado; su abuso puede causar daño celular que puede llevar a inflamación o cicatrización, lo que eventualmente podría suceder a cirrosis, una condición potencialmente mortal.
- Optar por una dieta equilibrada y realizar ejercicio de manera regular para mantener un peso corporal adecuado, lo que contribuye a prevenir enfermedades del hígado graso no alcohólico.
- Evitar el contacto con productos químicos presentes en ciertos productos de limpieza, insecticidas y aerosoles, ya que son toxinas que pueden dañar el hígado.
- Dejar de fumar y evitar cualquier exposición al tabaco, ya que los aditivos del tabaco pueden perjudicar el hígado.
- Mantener un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre, especialmente en personas con diabetes.
- Evitar el uso de drogas ilegales como heroína y cocaína.
- Tener precaución con hierbas y suplementos alimenticios, informando al médico sobre su uso, ya que algunos pueden ser perjudiciales para el hígado. Por ejemplo, han habido casos de problemas hepáticos asociados con el uso de ciertos suplementos como cascara, chaparral, comfrey, kava y efedra.
- Prestar atención al uso de medicamentos ya que algunos, especialmente ciertos tratamientos para el colesterol, pueden tener efectos secundarios que dañan el hígado. El uso excesivo de medicamentos como el paracetamol (que se encuentra en numerosos medicamentos para el resfriado y analgésicos) puede ser perjudicial. Algunos medicamentos pueden transformarse en compuestos dañinos si se combinan con otros o con la ingesta de alcohol, así que es aconsejable consultar al médico o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento, incluso si es de venta libre.
- Mantener los niveles de colesterol y grasas en sangre dentro de rangos saludables.
- Proteger el hígado de infecciones virales. La hepatitis viral es una enfermedad seria que causa daño hepático. Dado que muchas veces no presenta síntomas, es recomendable someterse a pruebas para hepatitis viral. Si se sospecha de infección, es crucial consultar a un médico para realizar las evaluaciones necesarias. Existen varios tipos de hepatitis viral que se pueden prevenir de la siguiente manera:
- Tipo A: Se adquiere a través de alimentos o agua contaminados. Se sugiere seguir pautas de seguridad alimentaria y asegurar la limpieza de los alimentos y el agua. También se recomienda vacunarse si se viaja a áreas con brotes de este virus.
- Tip B y C: Se transmiten a través de sangre y fluidos corporales. Para prevenir estas hepatitis, es recomendable no compartir utensilios personales como cepillos de dientes, maquinillas de afeitar o agujas. Usar preservativos durante las relaciones sexuales también ayuda a reducir el riesgo. Cabe mencionar que hay una vacuna disponible para la hepatitis B, pero no existe una para la hepatitis C hasta la fecha.
Video sobre los Efectos del Aumento de las Enzimas Hepáticas
El hígado es uno de los órganos más vitales en el cuerpo humano. ¿Cuáles son las consecuencias de tener un aumento en las enzimas hepáticas?