La Caridad en el Islam
La caridad y el gasto en busca de la complacencia de Dios -exaltado sea- son consideradas acciones benéficas de gran importancia en la religión islámica. Estas prácticas representan una vía de acercamiento entre el siervo y su Creador, elevando así sus grados en el más allá. Las enseñanzas del Corán y la Sunnah del Profeta -la paz sea con él- alientan a los creyentes a dar caridad y a mantener esta práctica, destacando los beneficios y virtudes que conlleva. En el Corán, Dios -exaltado sea- dice: «Los que gastan de sus bienes de noche y de día, en secreto y en público, tendrán su recompensa junto a su Señor, y no tendrán miedo ni tristeza.» Asimismo, el Mensajero de Dios -la paz sea con él- mencionó: «Ninguno da en caridad de lo que es bueno, y Dios no acepta sino lo que es puro; sin embargo, el Compasivo lo toma con Su mano derecha, incluso si es sólo un dátil, hasta que se convierta en algo más grande que una montaña, así como uno de ustedes alimenta a su cachorro o potro.» Por lo tanto, es imperativo que el musulmán realice sus donaciones de manera adecuada, tal como lo ordena Dios, cuidando de no herir los sentimientos de los demás y siendo sincero en todas sus acciones para Dios -exaltado sea-.
Definición de Caridad
El término «caridad» tiene dos significados: uno en el ámbito del idioma y otro en su definición técnica. A continuación, se explican ambos conceptos:
- En lengua árabe, «caridad» (صدقة) es un sustantivo en singular y se pluraliza como «caridades». Tiene dos significados principales: el primero es el zakat, que es la obligación de dar una parte de la riqueza, como se menciona en el Corán: «Las caridades son solo para los pobres y los necesitados». El segundo significado es cualquier donación de dinero, alimento o vestimenta que se entrega como acto de devoción a Dios, por ejemplo, «le di al necesitado una caridad”.
- En el ámbito técnico, se define como una donación sin contraprestación, realizada con la intención de acercarse más a Dios. Algunos eruditos definen caridad como todo aquello que una persona da de su propio patrimonio en pro de Dios. Además, el término caridad también se utiliza para referirse a cuarquier tipo de obra de bien y a la propiedad que se destina a fines benéficos.
La Legalidad de la Caridad y su Necesidad
La caridad es un acto de devoción a Dios y una práctica recomendada conforme a la tradición del Profeta. La importancia de dar caridad está bien fundamentada en el Corán y la Sunnah. Dios -exaltado sea- dice: «¿Quién es el que presta a Dios un préstamo bueno que se le multiplicará varias veces? Y Dios controla y expande [sus provisiones], y a Él retornaréis». Desde la Sunnah, el venerable compañero Anas ibn Malik -que Dios esté complacido con él- relata que un hombre le dijo al Mensajero de Dios -la paz sea con él-: «Oh Mensajero de Dios, tal persona tiene una palmera, y yo quisiera que me la diera para edificar con ella mi muro». El Profeta -la paz sea con él- le respondió: «Dásela a él y tendrás una palmera en el Paraíso». A lo que el hombre se negó, y luego Abu Dhadha -que Dios esté complacido con él- se acercó y le dijo: “Véndeme tu palmera por mi propio muro». Lo hizo y luego fue al Mensajero de Dios -la paz sea con él- diciendo: «Oh Mensajero de Dios, he comprado la palmera y me gustaría que se la des». El Profeta -la paz sea con él- exclamó sobre Abu Dhadha: «¡Cuántas trenzas tendrá Abu Dhadha en el Paraíso!» La caridad está prescrita por numerosas razones, entre ellas: es una forma fundamental de ayudar al pobre y al necesitado, proporcionándoles apoyo en el cumplimiento de sus obligaciones religiosas. También se considera una expresión de agradecimiento a Dios por Sus bendiciones y es un testimonio de la fe y la sinceridad de quien la otorga.
Las Mejores Formas de Caridad
El Corán y la Sunnah han indicado a los musulmanes qué formas de caridad son las más meritorias. A continuación, se describen algunas de las mejores:
- La caridad secreta es preferida, ya que favorece la sinceridad más que la caridad pública. El Mensajero de Dios -la paz sea con él- alabó a quienes dan caridad en secreto y los consideró entre quienes recibirán la sombra de Dios en el Día del Juicio.
- La caridad brindada en tiempos de salud y fortaleza es mejor que la ofrecida en momentos de enfermedad o en la muerte. El Profeta -la paz sea con él- dijo: «La mejor caridad es cuando das y eres sano, ansias riqueza y temes la pobreza, y no esperes hasta que la muerte esté cerca y digas: ‘Dáselo a tal persona'».
- La caridad que se da una vez cumplidos los deberes obligatorios.
- La entrega de lo que uno pueda permitirse incluso en momentos de necesidad.
- El gasto en beneficio de la familia y los hijos.
- La caridad a los parientes, como dijo el Profeta -la paz sea con él-: «La caridad al pobre es caridad, y a un familiar es dos: caridad y conexión».
- La caridad hacia el vecino, a quien el Mensajero de Dios -la paz sea con él- recomendó encarecidamente.
- Dar caridad y ayudar a amigos y compañeros en nombre de Dios.
- El gasto en el camino de la yihad, que es considerado una de las mejores formas de caridad.
- La caridad continua, que perdura después de la muerte del donante, como el suministro de agua, la construcción de pozos, la edificación de mezquitas y la inversión en la educación y difusión del conocimiento, entre otros.
Las Virtudes de la Caridad
La caridad tiene numerosas virtudes y efectos positivos. Algunas de sus virtudes incluyen:
- El elevado estatus de la caridad y la alta consideración de su practicante ante Dios, ya que es una de las acciones más amadas por Él.
- La protección que brinda al donante contra adversidades y calamidades.
- La enorme recompensa y el incremento del beneficio divino.
- La expiación de pecados y la erradicación de faltas.
- La atracción de bendiciones en la riqueza y el aumento de sustento.
- La apertura de puertas hacia el Paraíso y la salvaguarda contra el castigo divino.
- Un reflejo de la sinceridad en la fe del individuo y la fortaleza de su creencia y confianza en Dios.
- Engalanar el alma con virtudes y purgarla de vicios.
- La caridad es la puerta a todas las acciones de bondad.
- El donante alcanza la recompensa equivalente a la ayuda que proporciona.