Existen momentos en la vida de una persona que, si se aprovechan, brindan victoria y gloria; de lo contrario, la vida se vuelve inútil y miserable.
Los errores cometidos durante la vida suelen ser recordados tras la muerte, mientras que las buenas acciones son enterradas junto al cuerpo y olvidadas.
A veces, nuestros sueños son tan vastos que no pueden abarcar nuestra realidad. Seamos pacientes con nuestra situación actual hasta que se expanda.
Quien muere veinte años antes de su tiempo, acorta su miedo a la muerte por esos mismos años.
Cualquier posición elevada, como la de un rey, no es un pecado en sí misma; se convierte en pecado cuando quien la ocupa abusa de su poder sin considerar los derechos y sentimientos de los demás.
Hay momentos cruciales en la vida de todos los hombres en los que deciden su futuro, ya sea por éxito o fracaso. No podemos culpar a nuestras estrellas o a nuestras circunstancias, sino que debemos responsabilizarnos nosotros mismos.
Oh sueño, tú matas nuestra vigilia.
No es valentía buscar venganza, sino tener la fortaleza de soportar y perseverar.
Los hombres virtuosos solo deben asociarse con aquellos que son como ellos.
La ingratitud es más dolorosa que un filo de espada.
El mundo es un gran escenario y todos los hombres y mujeres son meramente actores en él.
Las jóvenes no piden nada a la vida más que un esposo, y cuando lo encuentran, ansían todo lo demás.
La mujer extraordinaria inspira al gran hombre; la mujer inteligente capta su interés, pero la mujer hermosa solo provoca admiración; sin embargo, solo la mujer cariñosa y comprensiva conquista al gran hombre al final.
La compasión es la esencia de la ley; solo los tiranos utilizan la ley con crueldad.
Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte, mientras que los valientes enfrentan la muerte una sola vez.
El dolor silencioso susurra en el corazón hasta que lo quiebra.
Enseñamos a los demás lecciones de derramamiento de sangre; cuando aprenden la lección, experimentan con nosotros.
Uno debe esperar la llegada de la noche para entender cuán grandioso fue su día.
La envidia es un monstruo de ojos verdes.
El lobo no sería un lobo si no existieran ovejas.
No basta con ayudar al débil; es necesario apoyarlo firmemente.
Las adversidades nos hacen temerosos sin que comprendamos del todo qué es lo que nos asusta, ya que lo que teme es, en realidad, solo una ilusión.
A través de las espinas del peligro, encontramos flores de paz.
Cuando llegan las calamidades, no vienen como espías individuales, sino en formaciones numéricas.
No todo lo que ves con tus ojos es real, ni todo lo que escuchas con tus oídos es verdad.
El tiempo es muy lento para quien espera, muy rápido para quien teme, muy largo para quien sufre, muy corto para quien celebra, pero es eterno para quien ama.
La duda siempre habita en la mente del malvado.
La reputación es el engaño más grande, ya que a menudo se obtiene sin mérito alguno y se pierde sin razón.
Sabemos quiénes somos, pero desconocemos lo que podríamos llegar a ser.
Escucha a muchos, pero habla con pocos.
Algunos son elevados por el pecado, mientras que otros son derribados por la virtud.
El necio se considera sabio, pero el hombre sabio sabe que es un necio.
Posee más de lo que muestras y habla menos de lo que sabes.
No es valentía buscar venganza, sino paciencia y resistencia.
Hoy es el primer día del resto de mi vida.
No juegues con los sentimientos de los demás, porque puedes ganar la partida pero arriesgarte a perder a esa persona para siempre.
Los desdichados no tienen otro remedio que la esperanza.
Es un hombre sin ley quien convierte su voluntad en ley.
Qué amargo es observar la felicidad a través de los ojos de los demás.
No dejes que la mano áspera del invierno borre tu verano antes de que tú te transformes en gotas de lluvia.
Ama a todos, confía en pocos y no hagas daño a nadie.
Los verdaderamente grandiosos son aquellos que siempre aprecian el valor de lo que ofrecen, por más simple que sea.
Si dos personas montan el mismo caballo, uno de ellos debe estar atrás.
Citas de William Shakespeare sobre el amor
El amor es demasiado pequeño para ser comprendido por la conciencia, pero ¿quién sabe que la conciencia no nace del amor?
Si decides dejar a un amante o amigo, no le dejes una herida. Quien nos dio su corazón no merece que le hagamos daño; es hermoso que siempre queden momentos de felicidad entre dos almas. Si las circunstancias los separan, que solo quede en su corazón el recuerdo de sentimientos sinceros.
Sin embargo, el amor es ciego y los amantes no pueden ver las locuras que ellos mismos cometen.
Si la amas, no podrás verla. ¿Por qué? Porque el amor es ciego.
Podemos hacer muchas cosas con la verdad, pero hay más poder en el amor.