Síntomas de la reducción de leche materna
Muchos padres pueden observar ciertas señales que generan preocupación acerca del suministro de leche materna. A continuación, se presentan algunos de estos síntomas:
- Falta de filtración de leche del pecho o un cese repentino en su producción.
- Producción de una cantidad mínima de leche al utilizar extractores de leche.
- Una sensación de mayor flacidez en los senos en comparación con lo habitual.
- Un aumento en la demanda de lactancia por parte del bebé.
- Quejas frecuentes del bebé y dificultad para calmarlo.
- Aumento súbito y repetido en las necesidades de lactancia del niño.
Causas de la reducción de leche materna
Las razones detrás de la disminución de la leche materna pueden incluir:
- Incorrecta sujeción del bebé al pecho: Cuando el bebé no se sujeta adecuadamente al pecho, puede tener dificultades para extraer la leche, lo que limita la estimulación necesaria para que el cuerpo produzca más leche. Este es el motivo más común para la reducción en la producción de leche.
- Infrecuencia en las sesiones de lactancia: Lactar con regularidad es esencial para mantener un suministro adecuado de leche, especialmente durante las primeras semanas de vida del bebé, pues los recién nacidos requieren alimentarse cada 2-3 horas. Es recomendable que el bebé sea alimentado según sus necesidades, detectando las señales de hambre.
- Rango insuficiente en la duración de la lactancia: Si el bebé lacta menos de 5 minutos en cada sesión, no obtendrá suficiente leche para un crecimiento saludable y no se estimulará adecuadamente la producción láctea. Se sugiere que el bebé debe lactar aproximadamente 10 minutos por cada lado.
- Otras causas: Factores como parto prematuro, obesidad durante el embarazo, hipertensión inducida por el embarazo y un control deficiente de la diabetes insulinodependiente.
Cómo aumentar la producción de leche materna
La mayoría de las mujeres suelen producir más leche de la que sus bebés necesitan. Existen varias estrategias para incrementar la producción láctea:
- Iniciar la lactancia lo más pronto posible tras el parto, ya que esperar demasiado para comenzar puede reducir el suministro de leche.
- Asegurarse de que el bebé esté bien posicionado y sujeto al pecho.
- Alimentar al bebé con frecuencia durante las primeras semanas, aproximando de 8 a 12 veces al día.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Ser cauteloso al usar medicamentos, ya que algunos pueden disminuir la producción de leche, tales como aquellos que contienen pseudoefedrina y ciertos métodos anticonceptivos hormonales.
- Incorporar alimentos y hierbas que favorezcan la producción de leche, incluyendo hinojo, avena, semillas de sésamo y vegetales de hojas verdes. No obstante, es fundamental consultar a un médico para asegurarse de que el uso de cualquier suplemento a base de hierbas sea seguro y determinar la dosis adecuada.