Síntomas y tratamiento del virus de la hepatitis C

Síntomas del Virus de la Hepatitis C (VHC)

La infección por el virus de la hepatitis C (VHC) puede manifestarse de manera aguda, es decir, se pueden presentar síntomas de inflamación hepática durante un corto periodo, generalmente en los seis meses posteriores a la exposición al virus. La mayoría de las personas que experimentan una infección aguda pueden evolucionar hacia una infección crónica, lo que significa que la inflamación persistirá a lo largo de su vida si no se recibe tratamiento adecuado. Es importante subrayar que dejar una infección crónica sin tratamiento puede llevar a complicaciones graves, como enfermedades hepáticas crónicas, cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer de hígado. Por lo tanto, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son cruciales para manejar la enfermedad y prevenir estas complicaciones.

Síntomas de la Hepatitis Viral C Aguda

Con frecuencia, las personas con hepatitis viral C aguda no presentan síntomas. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud de 2019, aproximadamente un 80% de los afectados no muestran síntomas tras la infección inicial. En caso de que se produzcan, normalmente aparecen entre dos semanas y tres meses después de la exposición al virus, y suelen asemejarse a los síntomas de la gripe, incluyendo:

  • Dolor en las articulaciones o músculos.
  • Fatiga leve.
  • Náuseas y vómitos.
  • Pérdida de apetito.
  • Dolor abdominal o malestar al tocar el área del hígado.
  • Ictericia, que se manifiesta como un color amarillento en la piel y los ojos.
  • Orina oscura.
  • Fiebre superior a 38 grados Celsius.

Síntomas de la Hepatitis Viral C Crónica

La infección crónica por hepatitis C se produce cuando el virus permanece en la sangre por más de seis meses después de la fase aguda. Para confirmar una hepatitis C crónica, es necesario detectar el virus al menos en dos ocasiones durante este periodo. No obstante, no todas las infecciones agudas evolucionan a crónicas; algunas personas logran eliminar el virus de sus cuerpos de manera espontánea. A menudo, la hepatitis C crónica se descubre incidentalmente, como resultado de pruebas pre donación de sangre, o porque se detectan niveles elevados de enzimas hepáticas, como la alanina aminotransferasa (ALT), durante chequeos rutinarios. Para controlar la hepatitis C crónica y sus síntomas, es indispensable el uso de medicamentos específicos. Además, es importante destacar que los síntomas pueden variar considerablemente; algunos pueden apenas notarse, mientras que en otros pueden afectar significativamente su calidad de vida, pueden disminuir durante períodos prolongados y luego volver a aparecer. La fatiga crónica es uno de los síntomas más destacados de la hepatitis C crónica, y su intensidad puede variar entre individuos. Algunas personas pueden realizar sus actividades diarias sin notar cansancio durante el día, mientras que otras pueden verse limitadas debido a la fatiga. A pesar de que muchos pacientes con hepatitis C crónica pueden dormir muchas horas, a menudo se despiertan sintiéndose cansados como si no hubieran descansado. A continuación, se enumeran otros síntomas de la hepatitis C crónica:

  • Dolor en los músculos y articulaciones.
  • Náuseas.
  • Dificultades con la memoria a corto plazo, problemas de concentración y en la realización de tareas mentales complejas, conocido como «niebla cerebral».
  • Fluctuaciones del estado de ánimo.
  • Ansiedad.
  • Depresión.
  • Dificultades digestivas.
  • Distensión abdominal.
  • Picazón en la piel.
  • Dolor abdominal.

Los pacientes también pueden experimentar otros síntomas relacionados con la incapacidad del hígado para funcionar correctamente, como:

  • Ascitis, que es la retención de líquidos en el abdomen.
  • Facilidad para sangrar.
  • Aparición de moretones fácilmente.
  • Encefalopatía hepática, que se manifiesta con confusión, somnolencia o alteraciones en el habla.
  • Erupciones cutáneas o urticaria.
  • Angiomas en araña, que son pequeños vasos sanguíneos visibles bajo la piel.
  • Inflamación o hinchazón en las piernas.
  • Pérdida de peso.

Como se mencionó anteriormente, no recibir tratamiento para la hepatitis C crónica puede resultar en el desarrollo de enfermedades hepáticas crónicas que varían en severidad desde leves a graves, siendo la cirrosis y el cáncer de hígado las más destacadas. A menudo, estas enfermedades hepáticas crónicas pueden desarrollarse durante varias décadas sin manifestar signos o síntomas asociados. La inflamación prolongada puede dar lugar a la formación de cicatrices en el tejido, conocido como fibrosis hepática; cuando las cicatrices son severas, se denomina cirrosis. Los síntomas de esta condición incluyen ictericia, vómitos con sangre, heces oscuras y acumulación de líquidos en las piernas y el abdomen. Sin tratamiento, la cirrosis puede resultar en acumulación de líquidos, sangrado fácil, aparición de moretones y ictericia. Según la Organización Mundial de la Salud, el riesgo de desarrollar cirrosis en personas con hepatitis C crónica es de entre un 15 y un 30% durante un período de veinte años.

Razones para Consultar a un Médico

Las personas deben ver a un médico si continúan experimentando cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente o si estos se repiten. Es importante recordar que estos síntomas no necesariamente indican una infección por hepatitis C, pero es clave confirmar la situación en todos los casos. Para ello, el paciente debe someterse a un análisis de sangre para detectar la presencia del virus. Además, se aconseja a aquellos en riesgo de infección, como personas que consumen drogas por vía intravenosa, que consulten a un médico incluso si no han presentado síntomas.

Tratamiento del Virus de la Hepatitis C

La hepatitis C aguda no siempre requiere tratamiento, ya que en algunos casos la respuesta inmunitaria del individuo puede eliminar la infección. Sin embargo, el tratamiento es necesario para la hepatitis C crónica en todos los casos, especialmente en las fases iniciales para prevenir complicaciones graves. El objetivo del tratamiento es lograr un resultado negativo para el virus al menos tres meses después de finalizado el tratamiento. La elección del medicamento y la duración del tratamiento dependen de varios factores, como el genotipo del virus, el grado de daño hepático, otras condiciones de salud del paciente y tratamientos previos. Es esencial discutir las opciones de tratamiento con el paciente y monitorizar su respuesta durante el periodo de tratamiento. Actualmente, la hepatitis C se trata con antivirales. Los investigadores han logrado avances notables en el tratamiento de la hepatitis C a través de la creación de nuevos antivirales de acción directa, que muestran resultados óptimos en cortos periodos, a menudo de hasta ocho semanas. Estos pueden ser usados junto con tratamientos anteriores y generalmente presentan menos efectos secundarios. Algunos ejemplos de estos nuevos antivirales son: Daclatasvir, Elbasvir/grazoprevir, Glecaprevir/Pibrentasvir y Ledipasvir/Sofosbuvir.

Al concluir el tratamiento, se realiza un análisis de sangre; si el virus de la hepatitis C persiste, el médico puede recomendar un nuevo ciclo de tratamiento. Las personas con hepatitis C crónica deben tener chequeos regulares para asegurarse de que el hígado esté funcionando correctamente, lo que incluye exámenes físicos y pruebas adicionales como análisis de sangre, ecografías y Fibroscan. También pueden ser necesarios más análisis. En casos de complicaciones severas derivadas de la hepatitis C, puede ser necesaria una trasplante de hígado. Durante este procedimiento se retira el hígado dañado y se reemplaza por uno sano, típicamente de donantes fallecidos, aunque también puede ser un segmento de un donante vivo. Cabe destacar que la trasplante de hígado no cura la hepatitis C por completo, por lo que puede ser necesario tratamiento antiviral posterior para evitar dañar el nuevo hígado. Actualmente, no existe una vacuna para prevenir la hepatitis C, aunque se pueden recomendar vacunas para prevenir hepatitis A y B, ya que pueden causar daño hepático y complicar aún más la hepatitis C crónica si se contraen posteriormente.

Para obtener más información sobre el tratamiento del virus C, puede leer el siguiente artículo: (Tratamiento de la Hepatitis Viral C).

Video sobre las Causas de la Hepatitis Viral C

El video discute las causas de la hepatitis viral C.

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