La última campaña del Mensajero.

La Última Expedición del Profeta

La última expedición que llevó a cabo el Profeta Muhammad -la paz sea con él- junto a sus compañeros fue la Guera de Tabuk, que tuvo lugar en el mes de Rajab del noveno año de la Hégira. Esta batalla fue de gran importancia para el establecimiento de las bases del Islam y la consolidación de los musulmanes tras el fallecimiento del Profeta. Además, tuvo un valor significativo al exponer a los hipócritas y revelar las verdaderas intenciones que albergaban contra los musulmanes y sus participaciones en las guerras.

Las Condiciones de los Musulmanes Durante la Expedición

La movilización de los musulmanes en la Guerra de Tabuk fue hacia la región de Tabbuk para encontrarse con los romanos, quienes ya habían iniciado sus preparativos tras la conquista de La Meca. El Profeta no quiso retrasar el encuentro, ya que consideraba esencial que los romanos vieran en los musulmanes determinación y fortaleza, y no debilidad o comodidad. A pesar de las difíciles condiciones que enfrentaron los musulmanes al salir de la ciudad, pues era verano y las temperaturas eran elevadas, además de que los frutos de la ciudad estaban casi listos para ser cosechados, la distancia que debían recorrer era considerable. A esto se sumaba la certeza de que entre ellos había un número de hipócritas que planeaban hacerles daño desde dentro de la ciudad, además de algunos que mantenían comunicación con el ejército romano que se acercaba. Todas estas circunstancias rodeaban a los musulmanes cuando el Profeta -la paz sea con él- decidió salir de la ciudad para enfrentar a un enemigo formidable en número y recursos.

La Victoria de los Musulmanes en la Guerra de Tabuk

El Profeta -la paz sea con él- marchó con sus compañeros durante un mes completo hasta llegar a la región de Tabbuk, donde no encontró rastro de los romanos. Dios -exaltado sea- infundió en sus corazones el temor antes de que se encontraran con los musulmanes. Para mostrar a los romanos y a otros su fortaleza y habilidad en batalla, el Profeta permaneció cerca de veinte días en Tabbuk esperando a alguien que se presentara para enfrentarse a él. Finalmente, regresó a Medina con sus compañeros, logrando una victoria significativa sin necesidad de combate.

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