Las cartas de amor más hermosas

Mensajes de Amor Más Hermosos

  • Mi amor por ti crece sin pensar; tu imagen nunca abandona mi mente. Siempre imagino tu rostro encantador, he sido cautivado por tu magia y no deseo alejarme de ti. Desde que te conocí, supe que había encontrado el amor de mi vida. Comprendí que eres mi otra mitad y sentí que me completas. Hasta mis pequeños ojos vislumbraron esa magia que emanas y me convertí en prisionero de ella.
  • El calor de tu cuerpo y de tu alma me hace sentir vivo y soportar cada sensación de frío, porque tu amor ilumina mi mundo como las estrellas. Tu amor ha llenado mi rostro de una sonrisa que nunca desaparece.
  • No hay imagen que pueda competir con la belleza de tu rostro; este me ha enseñado el verdadero significado del amor en medio de todas las tristezas y preocupaciones. Olvidé la ansiedad y ahora soy muy feliz desde que te conocí. Me siento seguro y mi cuerpo cobra vida a tu lado. Mi vida ahora está colmada de alegría y amor gracias a tu presencia. Te amo.
  • Sé perfectamente que tu encanto y carisma robaron mi corazón desde el primer momento en que te vi. Siento que tu amor es inexplicable, ya que aún dudo de merecer semejante amor. Eres mi compañera tanto en mis tristezas como en mis alegrías. Me pregunto cómo podría enfrentar la vida sin ti. Desde ese instante, todo dentro de mí cambió; realmente eres el ángel que Dios me envió desde el cielo para renovar mi vida y darle su sabor.

Reflexiones de Amor Más Bellas

  • Cuando sonríes, la noche pierde su conciencia y la luna ahoga un suspiro, mientras una estrella cae del cielo.
  • Te amo tanto; no me preguntes por qué. ¿Has visto alguna vez a una bala cuestionar al caído?
  • Quizás mi alma no pudo encontrarte y mis ojos no lograron verte, pero mi corazón jamás te olvidará. Si los ojos fallan, el corazón nunca dejará de recordarte.
  • No te olvidaré… Al buscar entre mis hojas marchitas, encuentro tu imagen con la inscripción «No te olvidaré». Esa imagen revitaliza el latido de mi corazón y reaviva el amor que llevas grabado en mi memoria, mientras las hojas se dispersan dejando tu imagen en mi mente.
  • El amor es el único juego en el que dos participan; pueden ganar juntos o perder juntos.
  • El amor puede nacer de una palabra, pero nunca muere por una palabra.
  • El amor verdadero no es aquel que nos deslumbra en el primer encuentro, sino aquel que se cuela en nuestro interior sin que nos demos cuenta, como si de repente descubriéramos que es el aire que respiramos.
  • Quizás una persona venda algo que ha comprado, pero nunca venderá un corazón que ha amado.
  • Levanté mi pluma y plasmé mi emoción… En el instante que te vi, sentí que mi ser temblaba. Tú eres mi sol, eres mi cielo… Permíteme sumergirme en el mar de tu amor efímero. Eres mi señora, has habitado en mi alma y has erradicado mis penas. Eres mi felicidad y mi cura, así que, ¿podrías venir?
  • No me preguntes por el rocío, pues no hay nada más sutil que tu voz. No me preguntes por mi tierra, la construí entre tus manos. No me preguntes por mi nombre, lo olvidé cuando me enamoré de ti.

Poesías de Amor Más Hermosas

A continuación, te presento dos poemas de amor del poeta Nizar Qabbani:

Di que te amo

Di que te amo

Para que mi belleza aumente,

pues sin tu amor no seré hermoso.

Di que te amo para que mis dedos

se conviertan en oro y mi frente en un farol.

Ahora dilo, no te atrevas a dudar,

pues parte del amor no admite aplazamientos.

Cambiaré el calendario si me amas,

borraré estaciones o añadiré temporadas.

Y la era antigua terminará en mis manos,

y edificaré capital de mujeres como sustituto.

Seré rey si te conviertes en mi amada,

invadiré los soles con barcos y caballos.

No te sonrojes, que es mi oportunidad

de ser un emisario entre los amantes.

Te diré que te amo

Te diré «te amo»…

Cuando las antiguas lenguas del amor se agoten,

y no quede nada que decir o hacer para los amantes…

Entonces comenzará mi tarea…

en transformar las piedras de este mundo…

y en cambiar su geografía…

árbol tras árbol…

y planeta tras planeta…

y poema tras poema…

Te diré «te amo»…

y la distancia entre tus ojos y mis cuadernos se acortará…

y el aire que respiras pasará a mis pulmones…

y la mano que pones en el asiento del automóvil…

será mi mano…

Lo diré, cuando sea capaz,

de evocar mi infancia, mis caballos y mis soldados,

y mis barcos de papel…

y recuperar el tiempo azul contigo en las costas de Beirut…

cuando temblabas como un pez entre mis dedos…

y te cubriré, cuando te adormezcas,

con una sábana de estrellas de verano…

Te diré «te amo»…

y las espigas de trigo hasta que maduren, necesitan de ti…

y los manantiales hasta que broten…

y la civilización hasta que madure…

y los pájaros hasta que aprendan a volar…

y las mariposas hasta que aprendan a dibujar…

y yo practicando la profecía,

necesito de ti…

Te diré «te amo»…

cuando las fronteras caigan definitivamente entre tú y el poema…

y dormir sobre la hoja de papel

no sea tan fácil como imaginas…

fuera de los ritmos de la poesía…

ni entablar un diálogo con un cuerpo que no sé vocalizar…

palabra por palabra…

y verso por verso…

No sufro de un complejo de intelectual…

pero mi naturaleza rechaza los cuerpos que no hablan con inteligencia…

y los ojos que no hacen preguntas…

La condición del deseo en mí está vinculada a la condición de la poesía,

pues la mujer es un poema que muero al escribir…

y muero al olvidarla…

Te diré «te amo»…

cuando me recupere del estado de fragmentación que me desgarró…

y vuelva a ser una sola persona…

Lo diré, cuando la ciudad y el desierto se reconcilien en mi interior.

Y todas las tribus se alejen de las costas de mi sangre…

que ha sido marcada por los sabios del tercer mundo en mi cuerpo…

que he sufrido durante treinta años…

pues ha dañado mi masculinidad…

y ha emitido sentencias de golpearte con ochenta bastonazos…

por el cargo de feminidad…

Por eso, no te diré (te amo)… hoy…

y quizás no te lo diga mañana…

pues la tierra tarda nueve meses en brotar una flor

y la noche sufre mucho para dar a luz una estrella…

y la humanidad espera miles de años para que surja un profeta…

¿Por qué no puedes esperar un poco más…

para convertirte en mi amada?

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