La Nostalgia
La nostalgia se refiere al anhelo por personas, lugares o momentos del pasado, y es un reflejo profundo de sentimientos de añoranza y tristeza. Muchos sienten nostalgia, pero pocos la expresan. Este sentimiento puede dominar a una persona, llevándola a desear el regreso de días pasados y recuerdos hermosos, haciendo que el presente parezca despojado de belleza. La nostalgia es algo intrínseco al ser humano; en este artículo, compartiremos algunas de las más bellas reflexiones sobre el anhelo y la nostalgia.
Las mejores citas sobre la nostalgia y el anhelo
- Mi añoranza por ti puede transformarse de un dolor en alegría si supieras que también me extrañas en ese momento.
- Cuando te extraño, todos mis pensamientos se enfocan en ti y el anhelo me atrae hacia ti con fuerza.
- Cuando extrañamos intensamente a alguien, el mundo parece despojado de habitantes.
- El anhelo es la prueba más clara del amor; si deseas poner a prueba a tu pareja, simplemente aléjate y observa su anhelo al volver, con la victoria reflejada en sus ojos.
- El anhelo y la nostalgia me consumen, el sufrimiento de la separación me devora, añoro el ayer lejano, el pasado que no regresará, añoro una palabra, una mirada o una sonrisa, pero el tiempo me niega la dulzura del encuentro y la frescura de su visión.
- Mi mañana está llena de añoranza hacia ti.
- Lloro en secreto y río en público; así son las almas que el anhelo agotó.
- El amor implica anhelar a alguien que se encuentra lejos, pero al mismo tiempo, sientes un calor porque está cerca en tu corazón.
- Cuando extrañamos, deseamos que todos los rostros se unan en uno solo.
- Quien no ha sido abrazado por el anhelo de la vida, se evapora en su aire y desaparece.
- Los necesitamos, sentimos una opresión que ahoga nuestras almas, susurramos en nuestro interior la profundidad de nuestro anhelo, por temor a que la voz de nuestro deseo lastime su indiferencia.
- El amor es el mapa de la vida, y el anhelo es el indicador de la muerte.
- Te amo, y dentro de mí hay mil latidos que temen perderte.
- A veces soportamos el silencio porque hay cosas que no pueden resolverse con palabras, hay muchas cosas que extraño y no sé si volverán o quedarán solo como recuerdos.
- Quizá mi alma ha fracasado en encontrarte, y mis ojos también han fallado en verte, pero mi corazón jamás dejará de recordarte.
- Una lágrima cae, una vela se apaga, y la vida sin ti se desvanece; mi corazón termina sin ti.
- Cuando extrañas, sientes que el universo se convierte en un vacío mortal, y tu alma se encuentra en una reunión diferente.
Reflexiones sobre la nostalgia
Primera reflexión:
Oh, compañeras del pasado, oh amigos del ayer, ¿por qué no regresamos un día a los recuerdos de antaño, a vivir y jugar como éramos en aquellos días en que éramos solo niños que conocían el mundo a través del juego y la risa? Oh, mi muñeca, cubierta de polvo por el paso del tiempo, cuán amigos fuimos. Recuerdo cómo jugaba contigo y te hablaba sin poder cerrar los ojos a menos que estuvieras a mi lado. Te pido disculpas, ya no soy la niña pequeña, pero cuánto deseo volver a dormir a tu lado.
Segunda reflexión:
Un crimen de anhelo acompañado de nostalgia, previamente planeado para perseguir tu sombra durante años, su castigo es la muerte en silencio. Las ráfagas aumentan, ven y rescátame de su feroz tormenta, y deja que el amor que navega por mis venas despierte la esencia de un deseo que se intensifica, devuélveme a esa singular reunión, porque te amo, mi refugio, el único que ocupa el trono de mi corazón.
Tercera reflexión:
Extraño aquellas palabras que eran mi vida, aquellas que iluminaban mi rostro, hacían latir mi corazón y hacían que mi cuerpo temblara. ¿Regresarán algún día? Mis lágrimas y mis anhelos no son simplemente polvo arrastrado por el viento, son nostalgia y amor. Te amé, y en el amor encontré mi tormento. Extraño tu esencia, tu aliento, tus miradas y tus caricias. Regresa y no te preocupes por las trivialidades.
Poema «Aguanto en ti el anhelo»
Al-Mutanabbi, cuyo nombre es Ahmad ibn al-Husayn ibn al-Hassan al-Ja’fari al-Kufi al-Kindi, conocido como Abu al-Tayyib, es considerado uno de los grandes exponentes de la literatura árabe. Nació en Al-Tufah en Kinda y creció en Damasco. Afirmó ser profeta en la Badia de al-Samawa, una región entre Kufa y Damasco, pero fue apresado y encarcelado por Lu’lu’ el Príncipe de Homs hasta que se arrepintió y abandonó su pretensión. Alaba a Kafur al-Ikhshidi, a Sayf ad-Dawlah y a Buwayh el dailami. Al-Mutanabbi fue asesinado por Fatik ibn Abi Jahl al-Asadi. En su poema «Aguanto en ti el anhelo», dice:
Me resistiré al anhelo por ti, aunque el anhelo es más fuerte.
Me asombra este desamor y me sorprende volver a ti.
¿No engañan los días en mí al mirar
con desprecio a los que se alejan o con cariño a los que se acercan?
Por Dios, en mi camino hay poca compañía,
el ocaso oriental y el norte son escasos.
En la tarde, el que más me agredió fue quien desabrí.
Y el mejor camino, aquel que evito.
Y cuán profunda es la oscuridad de la noche para ti.
Unas manos le dicen a mi alma que la esperanza es falsa.
Que la adversidad de los enemigos corre hacia ellos
y que allí está el bien más hermoso que hay en mí.
Y un día, como la noche de los amantes, me oculté.
Observo el sol en el horizonte, esperando su ocaso.
Y mis ojos van en busca de la luna como un faro entre dos brillos.
Su presencia sobre mi pecho es como un perfume que se aleja.
En el oscuro camino, siento pulir al viento en su espera.
Me doy cuenta de que su aliento me acompaña en mis días.
Y las sombras del temor se sienten a mis lados.
Y escalofríos recorren mi ser.
Y no es más el viento, del lado que me da miedo.
Las balas quedan escondidas en los lugares más recónditos de mi ser.
Meses de batallas, llena de amigos y penurias.
A veces, el destino me enfrenta con una mirada que se niega a desaparecer.
Y en tantas que no sentí que las lágrimas callen.