El Impacto de la Fe en los Nombres y Atributos de Dios
La creencia en que Dios -exaltado sea- posee los nombres más hermosos y los atributos supremos tiene un profundo efecto en la vida del creyente. Esta fe es de suma importancia para el musulmán, ya que el entendimiento de los nombres y atributos de Dios es esencial para la completa fe. Se pueden identificar tres categorías fundamentales de monoteísmo que constituyen la base de esta creencia: la fe en la divinidad de Dios, la fe en la soberanía de Dios, y la fe en los nombres y atributos de Dios.
Impacto de la Fe en los Nombres y Atributos de Dios en la Personalidad del Musulmán
Cuando un musulmán cree sinceramente en los nombres y atributos de Dios y los comprende adecuadamente, esto influye positivamente en su personalidad y le proporciona numerosos beneficios. Esto eleva su dignidad y les otorga fortaleza. A medida que aumenta su conocimiento sobre los nombres y atributos de Dios, las características de su personalidad comienzan a transformarse. Aquí hay algunos ejemplos:
- La creencia en que Dios es el Benefactor y el Perjudicador permite al musulmán convertirse en una persona valiente y segura, sin temer daño alguno de los demás. Al entender que todo beneficio y daño proviene de Dios, deja de buscar ayuda de otros seres humanos y, por ende, gana confianza, orgullo y dignidad. Al saber que el daño está bajo el control exclusivo de Dios, se libera del miedo hacia la creación.
- La creencia en que Dios es Quien adelanta y atrasa, le hace saber que cualquier retraso en sus bendiciones, como sustento, ascensos, matrimonios o éxitos, está en manos de un Dios sabio y compasivo. Esta fe genera en el musulmán tranquilidad y satisfacción con respecto a su vida, alejándolo de la tristeza y la depresión. Lo mismo ocurre cuando enfrenta situaciones adversas, como la muerte de un ser querido o la pérdida de algo valioso; comprende que hay un beneficio en ello y mantiene una actitud de contento sin quejas ni irritación.
- La creencia en que Dios es el Sabio, el Compasivo y el Conocedor, impacta directamente en la serenidad y estabilidad emocional del individuo, incrementando su convicción de que su vida está bajo el control de un ser que posee tales atributos, lo que proporciona sentido y orden en lugar de caos o aleatoriedad.
Impacto de la Fe en los Nombres y Atributos de Dios en las Oraciones
Podemos afirmar que la fe en los nombres y atributos de Dios tiene una influencia significativa en la efectividad de las oraciones que el musulmán eleva. Esta influencia se manifiesta en tres aspectos clave:
- Las oraciones realizadas usando los nombres hermosos de Dios están más cerca de ser atendidas. Dios -exaltado sea- dice: «Di: Invocad a Dios o invocad al Compasivo; cualquiera que invocáis, Él tiene los nombres más hermosos» y «A Dios pertenecen los nombres más hermosos; invocadlo por ellos». Esto nos guía sobre cómo realizar nuestras súplicas, enfatizando que invocar a Dios por Sus nombres hermosos facilita la respuesta, ya que al hacerlo, el suplicante se humilla ante Su grandeza.
- La invocación del nombre más grande de Dios es particularmente propicia para la respuesta. En un hadiz se relata que el Profeta Muhammad -la paz y las bendiciones sean con él- escuchó a un hombre suplicando: «Oh Allah, te pido, atestiguando que tú eres Allah, no hay otro dios salvo Tú, el Único, el Absoluto, que no engendra ni es engendrado, y que nadie es comparable a Él». El Profeta comentó que por este hombre había invocado a Allah usando Su nombre más grande, que cuando se le invoca, responde, y cuando se le pide, concede.
El nombre más grande de Dios ha sido ocultado para que Sus criaturas busquen acercarse a Él, invocándole por todos Sus nombres y procuren descubrir ese nombre entre los nombres más hermosos. Esto les motiva a aumentar su devoción y la súplica usando todos los nombres de Dios.
- Elegir el nombre adecuado de Dios en la oración también es fundamental. Por ejemplo, si alguien busca sustento, debería invocar a Dios usando Su nombre «El Sustentador». Si se necesita bondad en una situación, se debe invocar a Dios como «El Compasivo». Si se anhela perdón y misericordia, se debería invocar a «El Perdonador, el Misericordioso». Esta práctica incrementa las posibilidades de que la oración sea respondida, reafirmando la fe del siervo en los nombres hermosos de Dios y su confianza en Él.