Versos sobre la Lealtad

Versos sobre la lealtad

A continuación, se presentan algunos versos sobre el tema de la lealtad:

Poesía sobre la lealtad y fidelidad

El poeta Nasif al-Yaziji expresa:

La lealtad del pacto es una cualidad de los nobles,

:::Mientras que su ruptura es característica de los mezquinos.

Para mí, no se considera virtud alguna,

:::Excepto la preservación de la amistad y el honor.

Y no se mide la belleza del inicio por el amor,

:::Sino que se exige un buen final.

No es el pacto lo que cuidas un día,

:::Sino lo que mantuviste a lo largo del tiempo.

Ustedes, nobles del barrio, han quebrantado un pacto,

:::Que creímos duraría mil años.

Y ayer aspirábamos a una cercana relación,

:::Hoy nos conformamos con la paz.

Poesía sobre la fidelidad

El poeta Ibn al-Rumi señala:

¿Qué lealtad puede haber en el corazón de un inconstante?

:::El corazón de quien tiene poco aguante se inclina hacia el rechazo y el distanciamiento.

Cada vez que amanece, intento reprocharle,

:::Pero trazo palabras sobre una superficie de agua.

La llamada de la lealtad en tiempos de revelación

El poeta Khalil Mutran dice:

La lealtad nos llama, y este es un tiempo de revelaciones,

:::Así que habla sobre lo que desees en bondad y generosidad.

Menciona las edificaciones de Simán, que se sostienen,

:::Y no fueron construidas por las manos de quienes vinieron antes que él.

Su humildad le impidió que te exaltaras a través de él;

:::Así que hoy no te sometas al llamado del que prohíbe.

Habla al Este, y a las naciones que escuchan,

:::Sobre lo que ha cambiado en ella en cuestiones relevantes.

¿Acaso no fue el Este la cuna del amanecer?

:::En cada ciencia hemos tomado lo que nos es dado y conocido.

El mundo puede haber ignorado su grandeza,

:::Pero lo antiguo está atado a la ignorancia.

La muerte de la lealtad

El Imam Ali ibn Abi Talib dice:

La lealtad ha muerto, no quedan ni esperanza ni deseo,

Entre el pueblo solo existe la desesperanza y el temor.

Por lo tanto, ten paciencia con la confianza en Dios y complácete con Él,

Porque Dios es más generoso de lo que se espera y se sigue.

Poesía sobre la falta de lealtad

El Imam Ali ibn Abi Talib expresa:

Olvida su mención, pues no conocen la lealtad,

El viento suave y sus promesas son iguales.

Rompen tu corazón y no lo reparan,

Y sus corazones están vacíos de lealtad.

Poesía de despedida sin lealtad ni pacto

El poeta Al-Buhturi dice:

Salve, no hay lealtad ni pacto,

¿Acaso no hay amor que merezca el sufrimiento?

¿Acaso nuestros seres queridos han cumplido su promesa,

Rápidamente, y no nos han cumplido la nuestra?

Poesía sobre la ausencia de lealtad

El poeta Ibrahim Abd al-Qader al-Mazni afirma:

La lealtad se ha desvanecido, y no percibo fidelidad,

Y veo que la protección es una farsa y una hipocresía.

El lobo me susurra que confíe,

Que yo soy el que conserva la pureza de la amistad y sigue el paso.

Mis queridos, tengan cuidado y comprendan,

Que los chismes separan a los allegados.

Si no existe compasión, entonces la cercanía,

Se convierte en un consuelo para la tragedia.

Poesía sobre la crítica a la lealtad

El poeta Abu Firas al-Hamdani dice:

Si lo que dicen los chismosos es cierto y no lo es,

Entonces la fe se destruye por lo que el descredito ha construido.

Voy a hablar de la lealtad y en alguna de ella hay humillación,

Para aquellos que en la vida tienen carácter de resistencia.

¿Es que no hay una obligación de ser digno?

Y la juventud en sí misma es provocativa,

Tan así que a veces se comporta como un potro.

Poesía sobre la búsqueda de la lealtad

El poeta Jamal Mursi pregunta:

¿Dónde está la lealtad? He cortado la cuerda de mi esperanza,

:::¿Se ha perdido de esta vasta tierra?

¿Dónde están las raíces firmes en la profundidad,

:::En una tierra impregnada de hipocresía?

Continúo derramando lágrimas amargas,

:::Siendo yo quien nunca me he rendido ante el llanto.

Sin embargo, los días muestran a la gente

:::Lo que despierta la memoria de los sensatos.

Me he encontrado con personas en lo profundo de la tierra,

:::Y otras en las colinas de los altos árboles.

Y no hubo un faraón que promocionara su alma,

:::Ni tampoco un Corán en los vivos.

No queda más que el rostro de quien ha alcanzado la grandeza,

:::Y en él se rinden las banderas de los grandes.

Oh, desprevenido, no confíes en un mundo que ha construido,

:::En cada barrio, monumentos de sufrimiento.

Que los enamorados se distraigan, pues ese es un tesoro,

:::Uno busca riqueza y otro busca fama.

Y en sus escenarios, la lujuria es un juego,

:::Entre copas llenas y mujeres.

El sabio y sensato que no es desviado,

:::Por la determinación de los libres y los nobles.

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