La Ojos
La estructura externa del ojo se compone de dos partes: una de color blanco, conocida como la esclerótica, y otra que presenta pigmentación, donde se ubica la pupila. En ocasiones, el blanco del ojo puede adquirir un tono amarillento, lo que se conoce como ictericia. Esta condición puede surgir debido a diversas causas y presenta diferencias en su manifestación entre recién nacidos, niños mayores y adultos. En este artículo, abordaremos las causas y complicaciones del amarillamiento ocular en estas dos categorías de edad.
Amarillamiento ocular en recién nacidos
Es común que los recién nacidos experimenten un leve amarillamiento de la piel y los ojos, conocido como ictericia fisiológica. Esta situación no suele ser motivo de preocupación siempre que sea de poca intensidad, ya que generalmente desaparece en un plazo de aproximadamente dos semanas tras el nacimiento. Sin embargo, si el grado de amarillamiento es elevado, puede comportar problemas graves que afecten la salud del bebé a lo largo de su vida, como parálisis cerebral o daño en áreas específicas del cerebro que impacten sus habilidades auditivas y visuales. Por ello, es recomendable consultar a un médico para evaluar los niveles de bilirrubina en sangre. Comúnmente, los niveles elevados de bilirrubina se asocian con dificultades en la lactancia y movimientos inusuales en los ojos. Durante el embarazo, el hígado de la madre se encarga de eliminar las células sanguíneas envejecidas y destruidas del feto, pero una vez nacido, el hígado del recién nacido asume esta tarea, aunque no alcanza su plena eficiencia en los días posteriores al nacimiento. Existen también causas patológicas que pueden contribuir a esta condición, tales como:
- Obstrucción del conducto biliar, responsable del transporte de la bilis derivada de la descomposición de la sangre.
- Enfermedades hepáticas.
- Trastornos hematológicos, como enfermedades hereditarias.
Amarillamiento ocular en adultos
A diferencia de los recién nacidos, el amarillamiento ocular en adultos y niños mayores suele ser indicativo de algún trastorno o enfermedad, que puede incluir:
- Pancreatitis.
- Hepatitis viral o causada por el consumo de alcohol y ciertos medicamentos.
- Cálculos biliares.
- Malaria.
- Cáncer de páncreas.
- Anemia hemolítica, provocada por un aumento en la destrucción de glóbulos rojos, lo que ejerce mayor presión sobre el hígado.
- Estrechamiento del conducto biliar.
- Cáncer de hígado.
- Insuficiente suministro de sangre u oxígeno al hígado.
- Pingueculosis, resultado de la exposición a los rayos solares, sin relación con los niveles de bilirrubina.
- Anemia de células falciformes, que cause deformidades en los glóbulos rojos, lo que incrementa la eliminación por parte del hígado.
Sintomas asociados con el amarillamiento ocular
El amarillamiento ocular frecuentemente se acompaña de otras manifestaciones clínicas cuando es signo de una enfermedad subyacente. Los síntomas varían según la patología específica, por lo que si alguno de estos síntomas acompaña al amarillamiento ocular, es esencial consultar a un médico:
- Dolor abdominal.
- Cambio en el color de la orina.
- Pérdida de apetito.
- Debilidad general.
- Náuseas.
Pérdida de peso.
- Picazón.
- Fiebre.
- Cambio en el color de las heces.
Video sobre el amarillamiento ocular
Para más información sobre el amarillamiento ocular.