Síntomas de cálculos en la vejiga

Cálculos Vesicales

La formación de cálculos vesicales ocurre debido a la acumulación de ciertos minerales en la vejiga urinaria. Esta situación suele presentarse por problemas de salud específicos que impiden un vaciamiento completo de la vejiga tras la micción, lo que resulta en un aumento en la concentración de la orina y, por ende, en la posibilidad de que los minerales se aglutinen y formen cristales sólidos. Es importante señalar que los cálculos vesicales son más comunes en hombres que en mujeres. Aunque a menudo no causan síntomas visibles, en ciertas ocasiones pueden provocar dolor e incomodidad. Sin embargo, existe una variedad de opciones terapéuticas disponibles para tratar esta condición. Cabe destacar que los cálculos pueden variar en forma, número y tamaño de una persona a otra. Algunos pueden ser tan pequeños que se excretan con la orina sin ser detectados, mientras que otros pueden adherirse a la pared de la vejiga o del uréter, facilitando un mayor depósito de cristales hasta alcanzar un tamaño considerable, lo cual puede requerir la intervención de un profesional médico para su extracción.

Síntomas de Cálculos Vesicales

Como se mencionó anteriormente, la presencia de cálculos en la vejiga puede no manifestar síntomas evidentes. Sin embargo, si estos cálculos irritan la pared de la vejiga o bloquean el flujo urinario, pueden aparecer varios síntomas, tales como:

  • Dolor en la parte inferior del abdomen.
  • Malestar o dolor en el pene o los testículos, especialmente en hombres con cálculos vesicales.
  • Ardor al orinar.
  • Micción frecuente.
  • Dificultades para orinar o flujo interrumpido.
  • Presencia de sangre en la orina.
  • Orina de color oscuro o turbia.

Causas de los Cálculos Vesicales

Existen diversas razones que pueden impedir el vaciamiento completo de la vejiga y aumentar el riesgo de formación de cálculos. A continuación, se resumen algunas de estas causas:

  • Aumento de la próstata: La glándula prostática se localiza entre la vejiga y el pene, rodeando la uretra. Con la edad, esta glándula puede aumentar de tamaño, lo que puede generar presión sobre la uretra y dificultar el flujo urinario. Si el tratamiento para la hiperplasia prostática no es efectivo, el riesgo de formación de cálculos vesicales se incrementa.
  • Vejiga neurógena: Esta condición ocurre cuando las nervios que controlan la vejiga se dañan, ya sea por problemas neurológicos o lesiones en la médula espinal, lo que impide el vaciamiento completo de la vejiga. A menudo, se utilizan sondas urinarias para facilitar el flujo, aunque este método puede dejar una pequeña cantidad de orina en la vejiga, aumentando así el riesgo de cálculos.
  • Prolapso vesical (cistocele): Este problema, común en mujeres, se refiere al debilitamiento de la pared de la vejiga que puede caer hacia la vagina. Esto puede ocurrir debido a esfuerzos durante el parto, levantar objetos pesados o la tensión durante la defecación, lo que obstructa el flujo urinario.
  • Diversiones vesicales: Son bolsas que se forman en la pared de la vejiga y que, al crecer, dificultan el vaciamiento completo de la misma.
  • Cirugía para agrandar la vejiga: Durante este procedimiento, se retira una sección del intestino para unirla a la vejiga, con el fin de aumentar su capacidad. Este método, aunque eficaz para ciertas condiciones de incontinencia urinaria, puede también contribuir a la formación de cálculos vesicales.
  • Dieta desequilibrada: Un régimen alimenticio alto en grasas, azúcares y sales, y bajo en vitaminas A y B, aumenta el riesgo de desarrollar cálculos, especialmente si no se ingieren suficientes líquidos.

Complicaciones de los Cálculos Vesicales

Es esencial considerar que pueden surgir varias complicaciones en caso de sufrir de cálculos vesicales. Entre estas complicaciones se encuentran:

  • Trastorno vesical crónico: Si no se recibe tratamiento para los cálculos, pueden desarrollarse problemas vesicales, que incluyen dolor y aumento en la frecuencia de la micción. Asimismo, un cálculo puede moverse desde la vejiga hacia la uretra, bloqueando el flujo urinario.
  • Infecciones del tracto urinario: Los cálculos vesicales pueden causar infecciones en la vía urinaria de forma recurrente.

Diagnóstico de los Cálculos Vesicales

El diagnóstico de los cálculos vesicales puede implicar una serie de procedimientos y pruebas, entre los cuales se encuentran:

  • Examen físico: El médico puede palpar el abdomen inferior para verificar la presencia de distensión en la vejiga y, de ser necesario, examinar el área rectal para detectar una posible hipertrofia prostática.
  • Análisis de orina: Esta prueba permite identificar la presencia de bacterias, sangre o cristales minerales.
  • TAC espiral: Ofrece imágenes detalladas de los órganos internos del cuerpo.
  • Ultrasonido: Utiliza ondas sonoras para examinar los órganos internos mediante imágenes.
  • Radiografías: Aunque se puede utilizar esta técnica, no detecta todos los tipos de cálculos vesicales.
  • Pielografía intravenosa: Consiste en la inyección de un líquido especial en las venas que viaja hacia la vejiga y los riñones, seguido de radiografías para identificar la presencia de cálculos renales.

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