Daños de los Cálculos Renales
Los daños derivados de la presencia de cálculos renales se pueden categorizar en síntomas y complicaciones relacionadas con el tratamiento. A continuación, se detallan estos aspectos.
Síntomas
En la mayoría de los casos, los cálculos renales no generan síntomas hasta que alcanzan el uréter, que es el conducto que conecta el riñón con la vejiga, o cuando se desplazan dentro del riñón. En estas situaciones, el paciente puede experimentar diversos síntomas, los cuales pueden variar en intensidad y están relacionados con la ubicación del cálculo en el sistema urinario. A continuación se describen estos síntomas:
- Dolor intenso en la parte baja de la espalda, justo debajo de las costillas, o en uno de los lados del cuerpo.
- Dolor que se irradia hacia la parte baja del abdomen o la ingle.
- Ocasionales episodios de dolor con diferentes niveles de intensidad.
- Molestias al orinar.
- Cambio en el color de la orina a tonos marrones, rojos o rosáceos.
- Náuseas y vómitos.
- Orina turbia o con un olor desagradable.
- Necesidad constante de orinar.
- Aumento en la frecuencia de la micción.
- Reducción en la cantidad de orina en cada micción.
- Fiebre y escalofríos si se presenta una infección en las vías urinarias acompañando a los cálculos renales.
Complicaciones del Tratamiento
El tratamiento de los cálculos renales de gran tamaño puede conllevar algunas complicaciones, cuya aparición dependerá de la ubicación y el tamaño del cálculo, así como del tipo de tratamiento utilizado. Entre estas complicaciones potenciales se incluyen:
- Infecciones en la sangre.
- Infecciones del tracto urinario.
- Dolor persistente.
- Obstrucción del uréter.
- Desgarro o lesión del uréter.
- Sangrado durante la cirugía.
Prevención de los Cálculos Renales
Existen varias recomendaciones que pueden ayudar a prevenir la formación de cálculos renales, entre las cuales se encuentran:
- Aumentar la ingesta de agua.
- Reducir el consumo de sal y azúcares.
- Limitar la ingesta de proteínas.
- Asegurarse de consumir cantidades suficientes de calcio.
- Incluir adecuadas porciones de frutas y verduras en la dieta.
- Evitar el consumo de bebidas carbonatadas.