Riesgos del tratamiento con queratina durante el embarazo
Se recomienda que las mujeres embarazadas eviten someterse a tratamientos capilares con queratina durante su gestación, debido a que la mayoría de los productos de este tipo contienen una sustancia química conocida como formaldehído. Esta sustancia puede penetrar en el organismo a través de la piel o ser inhalada. Algunos estudios sugieren que la exposición prolongada al formaldehído podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Aunque existen tratamientos de queratina que no contienen formaldehído, muchos de ellos incluyen metileno glicol, que se convierte en formaldehído cuando se aplica calor con herramientas térmicas.
Efectos de los tratamientos químicos para el cabello en mujeres embarazadas
Investigaciones han mostrado que, en general, los tratamientos químicos para el cabello son seguros para las mujeres embarazadas, ya que la cantidad de sustancias químicas que se absorben a través de la piel es mínima y no causan daño a la madre ni al feto. Sin embargo, se debe tener especial cuidado con los tratamientos de queratina y los brasileños. A continuación, se presentan algunas precauciones que las mujeres embarazadas deberían considerar al utilizar tratamientos químicos para el cabello:
- Evitar tratamientos químicos en el cabello hasta el segundo trimestre del embarazo.
- Realizar el tratamiento en un área bien ventilada.
- No dejar el producto químico en el cabello por más tiempo del recomendado.
- Enjuagar bien el cuero cabelludo con agua después de aplicar el tratamiento.
- Llevar guantes al aplicar productos químicos en el cabello.
- Seguir cuidadosamente las instrucciones que aparecen en el envase del producto.
- Abstenerse de teñir o decolorar cejas y pestañas.
Recomendaciones para estilistas embarazadas
Se aconseja a las estilistas en estado de gestación que usen guantes al manipular tratamientos químicos para el cabello para reducir el contacto con sustancias potencialmente irritantes. También es recomendable limitar las horas de trabajo a un máximo de 35 horas semanales y evitar permanecer de pie durante períodos prolongados.