Osteoporosis
El deterioro progresivo de la densidad ósea es un fenómeno natural que acompaña al envejecimiento; sin embargo, algunas personas experimentan este proceso de manera más acelerada, incrementando así su vulnerabilidad a fracturas y a desarrollar osteoporosis. Esta condición, definida como un problema de salud común, debilita la estructura ósea, haciéndola más susceptible a fracturas. Lo alarmante de la osteoporosis es que puede desarrollarse durante varios años sin que la persona afectada presente síntomas o señales de advertencia. Usualmente, el diagnóstico se realiza tras una fractura ocasionada por una caída, un golpe o una lesión menor.
Síntomas de la osteoporosis
Por lo general, la osteoporosis no presenta síntomas en sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que la condición avanza y la debilidad ósea aumenta, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Dolores de espalda causados por fracturas o daños en las vértebras.
- Disminución de la estatura con el tiempo.
- Curvatura de la columna vertebral.
- Facilidad para sufrir fracturas óseas.
Tratamiento de la osteoporosis
Un diagnóstico temprana de la osteoporosis permite lograr mejores y más eficaces resultados en el tratamiento. En términos generales, los planes de tratamiento están diseñados para reducir el riesgo de fracturas óseas, limitando así la pérdida de masa ósea y buscando incrementar la densidad y la fuerza de los huesos.
Cambios en el estilo de vida
A pesar de que no existe una cura definitiva para la osteoporosis, hay varias estrategias que se pueden implementar para controlar la enfermedad. A continuación, se presentan algunas de ellas:
- Dejar de fumar: El tabaquismo puede aumentar la pérdida de masa ósea.
- Evitar ciertos tipos de alimentos: Se recomienda reducir el consumo de bebidas alcohólicas y aquellas con cafeína, ya que ambos disminuyen la absorción de calcio en el cuerpo. Además, es fundamental limitar la ingesta de alimentos altos en fósforo, como carnes rojas y refrescos. De manera general, se aconseja a las mujeres incorporar fuentes vegetales de estrógeno, como la soja y el tofu, para compensar la caída de los niveles de estrógeno después de la menopausia.
- Consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D: Obtener calcio de fuentes alimenticias es preferible a hacerlo a través de suplementos. Algunos alimentos ricos en calcio incluyen la leche, productos lácteos, jugos fortificados, brócoli, coliflor y verduras de hoja verde. En términos generales, se recomienda una ingesta diaria de aproximadamente 1000 mg de calcio para las personas de entre 19 y 50 años, 1200 mg para mujeres mayores de 51 años y hombres una vez que cumplen 71 años. El médico puede recomendar suplementos de calcio si la persona no puede obtener suficiente de la dieta. También es importante consumir alimentos ricos en vitamina D, ya que esta vitamina desempeña un papel crucial en la absorción de calcio.
- Realizar ejercicio físico: Algunos pacientes pueden temer que la actividad física los haga más propensos a caídas y fracturas. Sin embargo, la realidad es que el ejercicio fortalece tanto los huesos como los músculos y reduce el riesgo de lesiones. Es aconsejable consultar a un médico para determinar qué tipo de ejercicios son los más adecuados y seguros para cada paciente.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico para controlar la osteoporosis se basa en el uso de uno de los siguientes tratamientos:
- Bifosfonatos: Estos medicamentos son los más utilizados para tratar la osteoporosis en hombres y mujeres en riesgo de fracturas, pues ayudan a limitar la pérdida de masa ósea. Ejemplos incluyen alendronato e ibandronato, que se administran en forma de tabletas orales, generalmente una vez a la semana o al mes, dependiendo del tipo. Se recomienda tomarlos de media hora a una hora antes de cualquier alimento o medicamento. Pueden causar efectos secundarios como náuseas, ardor estomacal y dolor abdominal. También existen bifosfonatos que se pueden administrar por vía intravenosa una vez al año o cada pocos meses, y que generalmente no causan molestias gastrointestinales, aunque pueden provocar otros efectos secundarios como dolor de cabeza, fiebre y dolores musculares temporales que no exceden los tres días.
- Tratamiento hormonal: Se basa en el uso de medicamentos específicos:
- Estrógeno: Este tratamiento ayuda a mantener la densidad ósea, especialmente cuando se inicia pronto después de la menopausia. Sin embargo, puede aumentar el riesgo de coágulos, enfermedades cardíacas y ciertos cánceres, por lo que su uso tiende a reservarse para mujeres más jóvenes con osteoporosis o síntomas severos relacionados con la menopausia.
- Raloxifeno: Este medicamento actúa similar al estrógeno en el cuerpo, pero con un perfil de seguridad más favorable y menos efectos secundarios.
- Otros medicamentos: Si los tratamientos anteriores no son eficaces o resultan intolerables, el médico puede prescribir:
- Denosumab: Este medicamento se administra mediante una inyección subcutánea cada seis meses y reduce el riesgo de fracturas de todos los tipos.
- Teriparatida: Disponible en forma de inyecciones subcutáneas diarias, este medicamento actúa de manera similar a la hormona paratiroidea, estimulando la formación de masa ósea en el organismo.
Vídeo sobre las causas de la osteoporosis
Para obtener más información sobre la osteoporosis, te invitamos a ver el siguiente video.