Antidepresivos
El depresión es un trastorno mental común y grave que afecta negativamente al estado de ánimo, los pensamientos y el comportamiento de quien lo padece. Quienes sufren de depresión a menudo experimentan sentimientos persistentes de tristeza o una notable pérdida de interés en actividades que anteriormente les proporcionaban placer. Este trastorno puede disminuir significativamente la capacidad de una persona para llevar a cabo su trabajo diario. Los síntomas de la depresión varían de una persona a otra, con algunos experimentando manifestaciones leves y otros enfrentando síntomas severos y amenazantes. Entre estos síntomas destacan los cambios en el apetito que pueden conducir a la pérdida o aumento de peso, independientemente de la dieta seguida. Además, la depresión puede causar dificultades para dormir, pérdida de energía, cansancio excesivo, así como problemas de concentración, pensamientos de muerte o suicidio. Es importante destacar que para diagnosticar a una persona con depresión, es necesario que los síntomas persistan durante al menos dos semanas.
Los antidepresivos son medicamentos diseñados para aliviar los síntomas asociados con diversos trastornos, como la depresión y los trastornos de ansiedad. Su objetivo principal es corregir los desequilibrios químicos de los neurotransmisores en el cerebro, que se cree son responsables de los cambios en el estado de ánimo y el comportamiento.
Efectos Secundarios de los Antidepresivos
Los antidepresivos comprenden varias categorías de medicamentos, y es relevante señalar que estos varían en sus mecanismos de acción y los efectos secundarios asociados. Los efectos secundarios dependen del tipo de antidepresivo utilizado, y los medicamentos dentro de la misma categoría suelen compartir muchos efectos adversos, a diferencia de aquellos de grupos diferentes. A continuación, se detallan las principales categorías de antidepresivos y los efectos secundarios que pueden acarrear:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: (Inglés: Selective serotonin reuptake inhibitors, SSRIs). Esta clase de medicamentos es la más prescrita entre los antidepresivos. Su mecanismo consiste en aumentar los niveles de serotonina en el cerebro sin afectar significativamente los niveles de norepinefrina. Los efectos secundarios pueden incluir: cefalea, náuseas, alteraciones en el sueño, mareos, diarrea, fatiga general y, en algunos casos, ansiedad y molestias gastrointestinales, así como sequedad bucal.
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina: (Inglés: Serotonin-norepinephrine reuptake inhibitors, SNRIs). Estos medicamentos previenen que las células cerebrales vuelvan a absorber neurotransmisores como serotonina y norepinefrina. Pueden provocar efectos secundarios tales como: cefalea, náuseas, insomnio, mareos, sequedad bucal, falta de apetito y estreñimiento.
- Inhibidores de la monoaminooxidasa: (Inglés: Monoamine oxidase inhibitors, MAOIs). Aunque son antidepresivos de uso más antiguo, su aplicación es menos frecuente hoy en día. Estos medicamentos evitan que el cuerpo descomponga neurotransmisores como serotonina, norepinefrina y dopamina. Sus efectos secundarios pueden incluir: hipotensión, náuseas, cefaleas, somnolencia, mareos, sequedad bucal, aumento de peso, malestar abdominal, diarrea, secreción nasal y problemas sexuales, como dificultades con la erección.
- Antagonistas de la serotonina y inhibidores de la recaptación: (Inglés: Serotonin antagonist and reuptake inhibitors). Este grupo presenta un mecanismo de acción diferente, a veces se les denomina antidepresivos atípicos. A pesar de su variante manera de funcionamiento, también aumentan los niveles de serotonina. Pueden ocasionar efectos adversos como: somnolencia, sequedad bucal, cefalea, mareos, náuseas, visión borrosa y disminución de la presión arterial.
- Antidepresivos tricíclicos: (Inglés: Tricyclic antidepressants, TCAs) Se consideran antidepresivos antiguos que incrementan los niveles de serotonina y norepinefrina en el cerebro. También reducen la acción del neurotransmisor acetilcolina, aumentando así el riesgo de efectos secundarios que son similares a los de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y a los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, aunque pueden ser más severos y frecuentes. Por ello, no se recomienda su uso antes de probar otras clases de antidepresivos. Ejemplos de sus efectos secundarios incluyen: sequedad bucal, visión borrosa, estreñimiento, retención urinaria, aumento de la presión ocular, hipertensión, problemas en la frecuencia cardíaca, ansiedad, insomnio, cefaleas, erupciones cutáneas, náuseas, vómitos, calambres abdominales, pérdida de peso y disfunciones sexuales.
Síndrome de Abstinencia de Antidepresivos
A pesar de que los antidepresivos no son sustancias adictivas como el alcohol o la heroína, ya que no generan sensaciones de euforia, pueden inducir un estado de dependencia resultante del uso constante. Es posible que surja un síndrome de abstinencia con síntomas específicos al interrumpir repentinamente su uso o al reducir la dosis de manera drástica. Entre los síntomas que se pueden experimentar se encuentran: náuseas, temblores en las manos y agravamiento de la depresión.