La Ciudad de Jerusalén
Jerusalén es la capital del Estado de Palestina, y representa la ciudad más grande en términos de población y superficie. Además, es considerada una de las ciudades más significativas de Palestina tanto desde una perspectiva económica como religiosa. A lo largo de la historia, Jerusalén ha sido un punto focal de conflicto y disputas, destacándose por la intensidad de los enfrentamientos que han ocurrido en sus tierras.
Nombres Históricos de Jerusalén
Monarta
Las excavaciones arqueológicas indican que Jerusalén fue fundada en la Edad del Bronce y que su nombre original, Monarta, tiene raíces amorritas.
Jebus
Jerusalén fue conocida como Jebus, en honor a los jebuseos, considerados los primeros constructores de la ciudad. Este nombre se mantuvo hasta la conquista islámica en el año 15 d.C. El primer rey de la ciudad, conocido como el rey jebuseo, fue aclamado por su paz y su renuencia a derramar sangre. Además, entre los jebuseos se encontraba Salim el jebuseo, quien erigió fortificaciones para proteger la ciudad. Durante ese periodo, Jebus fue un importante centro comercial debido a su ubicación estratégica en importantes rutas comerciales, y su relevancia militar se originó de su posición entre colinas elevadas, convirtiéndola en un campo de batalla entre jebuseos e hebreos, quienes intentaron conquistarla en varias ocasiones. Esto llevó al gobernante jebuseo, Abdaiba, a solicitar ayuda a Tuthmosis I.
Ursalim o Urshalim
Los cananeos que habitaron Jerusalén antes de los hebreos la llamaron Ursalim, un nombre que se dice tiene orígenes babilónicos y proviene del antiguo idioma arameo. Con el tiempo, este nombre evolucionó del cananeo a ‘Berosalim’ en griego y a ‘Urshalim’ en hebreo, siendo este último el nombre más reconocido de Jerusalén durante su historia antigua, incluso en Europa durante la Edad Media. Cuando los israelitas salieron de Egipto bajo el liderazgo de Moisés, intentaron entrar a la ciudad, pero vagaron por el desierto del Sinaí durante cuarenta años. Tras la muerte de Moisés, el líder hebreo Josué luchó contra los cananeos, pero la ciudad resistió hasta que el profeta David logró conquistarla y estableció su reino allí, nombrando a Jerusalén como la Ciudad de David.
Después de David, su hijo Salomón gobernó la ciudad, uniendo los reinos de Israel y Judá, un estado que se mantuvo unido durante su vida. Sin embargo, la división de los reinos ocurrió bajo el reinado de su hijo Roboam, quien luchó contra su hermano Jeroboam, líder del reino de Israel. Jerusalén permaneció bajo el control judío durante cuatro siglos, hasta la conquista de Nabucodonosor II, el rey babilonio, quien tomó la ciudad y llevó a su gente al cautiverio. En el año 593 a.C., el rey persa logró derrotar a los babilonios, llevando a cabo una campaña para recuperar Jerusalén, liderada por Gobrius, quien, después de casarse con una judía, restauró a los judíos a su ciudad, que permaneció bajo la influencia persa hasta que Alejandro Magno la conquistó en el año 332 a.C.
Salim y Aelia
Tras la conquista romana, la ciudad fue renombrada como Salim. Durante la dominación romana, Jerusalén estuvo marcada por conflictos y disturbios, especialmente con las revueltas judías que llevaron a Hersilias, el emperador Adriano, a destruir la ciudad y fundar una nueva ciudad llamada Aelia Capitolina en el año 139 d.C. Además, Adriano prohibió a los judíos entrar en la ciudad a raíz de las turbulencias, y la ciudad mantuvo este nombre hasta el advenimiento de la conquista islámica, momento en el que el nombre fue arabizado a Aelia.
Jerusalén
Después de una serie de conquistas islámicas, especialmente bajo el califato de Omar ibn al-Jattab, la ciudad se expandió territorialmente y se empezó a conocer oficialmente como Jerusalén.
Historia de Jerusalén
Antigua Historia de Jerusalén
Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, con una historia que se remonta a más de cinco mil años. Los diferentes nombres que ha recibido a lo largo de los siglos atestiguan su rica historia. Los cananeos habitaron la ciudad en el tercer milenio a.C., y fue conquistada por los egipcios a partir del siglo XVI a.C. Posteriormente, fue gobernada por los hebreos durante 73 años, bajo la dirección del profeta David, quien reinó durante 40 años y construyó fortificaciones así como un palacio, siendo sucedido por su hijo Salomón, que la gobernó durante 33 años. En el año 586 a.C., Jerusalén cayó bajo el dominio de Nabucodonosor II, tras vencer al último rey judío, Zedecías. Posteriormente, Alejandro Magno conquistó toda Palestina en el año 333 a.C., y tras su muerte, sus sucesores, los macedonios y los Ptolomeos, gobernaron la ciudad hasta ser capturada por el general romano Pompeyo en el año 63 a.C., incorporándola al Imperio Romano.
En el año 326 d.C., el emperador romano Constantino I trasladó la capital del Imperio Romano de Roma a Bizancio y declaró el cristianismo como la religión oficial del estado, construyendo la Iglesia del Santo Sepulcro. En el año 395 d.C., el Imperio Romano fue dividido, lo que alentó a los persas a conquistar Jerusalén entre los años 614 y 628 d.C. Un evento importante en este periodo fue la visita del Profeta Muhammad en el suceso del Isra y Miraj en el año 621 d.C. Tras este periodo, Jerusalén fue recuperada por los romanos y continuó bajo su dominio hasta la conquista islámica en el año 636 d.C.
La Era Islámica
La conquista islámica se dio el año 636 d.C., cuando el califa Omar ibn al-Jattab ingresó a la ciudad. Durante esta época, el ejército islámico, dirigido por Abu Ubaidah Amir ibn al-Jarrāh, logró grandes victorias. El patriarca Sofronio exigió que el califa Omar aceptara las llaves de Jerusalén personalmente. Así, Omar, portando una carta que garantizaba a los habitantes su libertad religiosa a cambio del pago de un tributo, prohibió que cualquier judío viviera en la ciudad. Este acuerdo es conocido como el Pacto de Omar, y el califa renombró la ciudad de Aelia a Jerusalén.
A partir de entonces, la ciudad adoptó un perfil islámico, recibiendo atención de los omeyas y posteriormente de los abasíes, lo que llevó a un crecimiento cultural y científico durante ese periodo. El famoso Domo de la Roca fue construido por el califa omeya Abd al-Malik ibn Marwan. Sin embargo, la ciudad enfrentó períodos de inestabilidad debido a conflictos entre los fatimíes, los abasíes y los Qarāmitas, hasta que los selyúcidas tomaron el control en el año 1071.
La Era Contemporánea
En diciembre de 1917, Palestina cayó bajo el mandato británico, dando inicio a una nueva era. A partir de ese momento, la inmigración judía aumentó significativamente, especialmente tras la Declaración Balfour. En 1948, Gran Bretaña anunció el fin de su mandato y retiró sus fuerzas, momento que fue aprovechado por el régimen israelí, que proclamó la creación del Estado de Israel. El 3 de diciembre de 1948, el primer ministro israelí David Ben Gurion declaró Jerusalén occidental como la capital de Israel, mientras que Jerusalén oriental quedó bajo control jordano hasta la derrota de 1967, la cual resultó en la anexión de Jerusalén oriental por parte de Israel.
Ubicación y Población de Jerusalén
Jerusalén se encuentra en el corazón del Estado de Palestina, a unos 60 km al este del Mar Rojo y a 35 km al oeste del Mar Muerto. La ciudad está situada a aproximadamente 88 km al oeste de Ammán y a 388 km al sur de Beirut, mientras que está a 290 km al suroeste de Damasco. En cuanto a su población, los israelíes han estado en conflicto con los palestinos por aumentar el número de residentes judíos para garantizar su control sobre la región. Sin embargo, se ha observado una disminución en la población israelí en comparación con el aumento de la población árabe, debido principalmente a la creciente emigración de judíos hacia otras ciudades y a una tasa de natalidad más alta entre la población árabe.