La historia de amor más extraña jamás contada.

La Historia del Dr. Karl Cont

El Dr. Karl Cont nació el 8 de febrero de 1877. Se dice que era un hombre excéntrico especializado en rayos X y residía en Alemania. En 1920, contrajo matrimonio con una mujer de belleza deslumbrante llamada «Doris Anna Schaefer», con quien tuvo dos hijas. Sin embargo, había un aspecto peculiar en su vida: desde su infancia, él experimentaba un sueño recurrente que lo llevó a una profunda reflexión. En este sueño, una mujer fallecida de su familia se le aparecía y le aseguraba que algún día conocería a una joven de extraordinaria belleza, con cabello negro como la noche, quien sería su amor eterno y compañera de vida.

El Encuentro con María Elena Milagro

Unos años más tarde, específicamente el 22 de abril de 1930, el Dr. Cont se trasladó a los Estados Unidos para trabajar en un hospital reconocido. Allí conoció a una joven estadounidense de ascendencia cubana llamada María Elena Milagro, quien tenía 21 años y acudió al hospital para realizarse un examen. Al verla, el Dr. Cont se quedó asombrado: era la misma mujer de cabello oscuro que aparecía en sus sueños, convirtiendo así su fantasía en realidad. Por ello, decidió acercarse a ella.

No obstante, las pruebas revelaron que María Elena sufría de tuberculosis, una enfermedad endémica en ese tiempo, que implicaba un pronóstico sombrío para los afectados. Desesperado, el Dr. Cont trabajó incansablemente para encontrar un tratamiento que pudiera ayudarla, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos y María falleció el 25 de octubre de 1931. El Dr. Cont se encargó de los gastos del funeral y eligió colocar su tumba cerca de la casa de sus padres. Durante dos años, la visitó diariamente, llorando su pérdida, hasta que decidió cambiar su realidad de una manera sorprendente.

La Reanimación del Cuerpo de María

El Dr. Cont decidió excavar el cuerpo de María y llevarlo a su hogar. Utilizó una percha para restaurar sus hombros, cuerdas de piano para la sutura y productos químicos con el fin de neutralizar los olores desagradables provenientes del cadáver. También utilizó un tubo pequeño en lugar del aparato reproductor, junto con pelucas, ojos de vidrio y tela de cera para su rostro y tronco, y seda blanca como sustituto de su piel descompuesta. Durante siete años, mantuvo el cuerpo de María embalsamado, interactuando con él y conversando como si aún estuviera viva.

En 1940, la hermana de María, llamada «Florinda», escuchó rumores sobre un cadáver que el Dr. Cont albergaba en su casa, que podría pertenecer a su hermana. Intrigada, se coló en la vivienda del médico y, al confirmar sus peores temores, alertó a las autoridades. El Dr. Cont fue arrestado, pero debido a su estado mental intacto, fue liberado tras poco tiempo. Posteriormente, emigró de los Estados Unidos y se dice que vivió el resto de su vida con una muñeca que se asemejaba a María Elena Milagro, hasta su fallecimiento en 1952.

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