Características de la poesía de Al-Mutanabbi
Las composiciones de Abu Tayyib Al-Mutanabbi abarcan numerosos temas, y las características lingüísticas, artísticas y temáticas de su poesía se pueden describir de la siguiente manera:
- La concisión
Al-Mutanabbi empleó la concisión, lo que implica una concentración del significado sin redundancias, utilizando un vocabulario minimalista. Este estilo en la lengua árabe se denomina «Jawami’ al-Kalam». Un ejemplo de esto se encuentra en su poema «Reídou Sabahi»:
¿En qué tierras no rasgué mis cabellos
y en qué lugares no pisó mi caballo?
Como si mi partida fuera de la mano de un inocente,
y afirmara mi llegada en la cima de los talentos.
- Precisión y claridad
Al-Mutanabbi es considerado uno de los más talentosos poetas en el arte de la descripción, destacándose por su precisión en la caracterización. Un ejemplo de esto es su verso en el poema «De tu ser»:
La muerte no es más que un ladrón cuyo semblante,
ataca sin manos y avanza sin pies;
el abuelo lucha defensivamente
y cede al nacer a las hormigas.
- Introducción de imágenes de manera innovadora
Al-Mutanabbi enriqueció su poesía con imágenes artísticas que cautivan a los lectores o escuchas, poseyendo una imaginación poderosa. Esto es evidente en su poema «De tu ser»:
Comenzó cuando la nube prometía la lluvia;
y se sustrajo de nosotros la cosecha de la tierra fértil.
Los nobles caballos elevaron sus miradas
hacia el instante de cambiar las riendas del zapato.
- Extravagancia en la imaginación
Utilizó la fantasía en sus alabanzas para resaltar las virtudes de su homenajeado. Elogiando a Sayf al-Dawla en su poema «Nad’am al-Musharrafiya», encontramos importantes ejemplos:
Te vi entre quienes consideran reyes,
como si fueras recto en lo absurdo;
si te superas a la humanidad, y eres parte de ellos,
pues el ámbar es parte de la sangre del ciervo.
- Concentración de significados en una sola estrofa
Al-Mutanabbi logró expresar significados múltiples dentro de una única estrofa, no solo en el poema completo. Al observar un solo verso, se evidencia la variabilidad de los significados poéticos a pesar de la brevedad. Un evidente ejemplo se encuentra en su poema «Sin ti, pastor»:
Lanzándoles un mar de acero,
tras de ellos queda un océano en la tierra;
los tocó y los cubrió con seda,
y les amaneció con polvo.
Y quien lleva en mano una espada de ellos,
es como quien lleva un color en su mano.
Los hijos del muerto en la tierra de Najd
quedaron y dejaron su lanza atrás.
- Armonía sonora y repetición
Los críticos han notado que la poesía de Al-Mutanabbi se apoya en el arte del encabezado y la repetición de versos, lo que produce un efecto musical en el oído del oyente. Un ejemplo se encuentra en su poema «No hubo sueño»:
No se mostró la paciencia ni el ejemplo,
de no ser porque se altera su nombre y su grandeza;
el que nos devuelve el sueño es su imagen,
su revocación era la imagen de otra imagen.
Permanecimos recibiendo vino de su mano,
quien no pasa por alto la memoria que no se presenta.
Temas poéticos en Al-Mutanabbi
Los temas poéticos que Al-Mutanabbi trató fueron diversos, siendo los más destacados los siguientes:
El orgullo
La mayor parte de la poesía de Al-Mutanabbi se centra en el orgullo, con múltiples tipos, tales como:
- Orgullo por la generosidad
Al-Mutanabbi profundizó en la mención del tema de la generosidad en su poesía, destacando que su generosidad no tiene límites. Este rasgo lo defendió contra las críticas. Un ejemplo de ello es:
Me basta el reproche de que soy un hombre
el más generoso de las riquezas que poseo;
enriquece la prosperidad de los humildes si tan solo entienden,
lo que el fracaso no recoge.
- Orgullo por la capacidad poética
Al-Mutanabbi fue consciente de su singularidad y distinción en el ámbito de la poesía, dedicando su arte a enaltecer su talento. Esto se puede observar en:
Ofréceme si al recitar poesía,
pues con mis versos, los alabadores se convierten en ecos,
deja que cada voz distinta a la mía sea callada,
pues soy el que grita en la batida, y el otro es el eco.
- Orgullo por sí mismo
Al-Mutanabbi se presenta a sí mismo en gran parte de su poesía, mostrando un alto nivel de autoexaltación, enfatizando sus cualidades en un acto de soberbia, y llenando su ser de grandeza. Un ejemplo de esto es en su poema «No veo a la fortuna como un resultado»:
Se alienó, no considerando a nadie sino a sí mismo,
y no aceptando más que lo que su creador ordena;
su único camino es el corazón de la tempestad,
y solamente encuentra comodidad en generosidad.
Ellos dicen, ¿Qué eres en cada lugar?
y no consideran lo que yo busco, pues es imposible de nombrar;
como si sus hijos supieran que soy
un imán atrayente hacia ellos desde sus yacimientos.
Y la unión de agua y fuego en mis manos
es más difícil que juntar el rigor con la relajación.
Sin embargo, soy el que busca de su dorso
y está en todas las circunstancias como un muro de sangre.
- Orgullo por la valentía
El ensalzamiento de la valentía ocupa un lugar destacado en los poemas de Al-Mutanabbi. Se celebra a varios príncipes y califas, siendo Sayf al-Dawla el más aclamado por su coraje y cualidades nobles, como se evidencia en:
Quien tenga leones feroz en sus ancestros,
su noche será como su mañana y su comida será forzada;
no me importa, tras haber alcanzado la cumbre
si lo que obtengo es heredado o conquistado.
Quizás un joven enseñe a la gloria;
como lo hizo Sayf al-Dawla con el arte de la lanza y el empuje;
si el estado está satisfecho con él en tiempos de crisis,
le será suficiente, pues es la espada, la mano y el corazón.
Las espadas de la India asustan, siendo de hierro,
¿cuánto más si llegan a ser deslumbrantes en sus colores?
El lamento
Al-Mutanabbi rindió tributo a aquellos con quienes mantenía lazos de parentesco y a quienes le prodigaron en vida, incluyendo a su abuela, a quien lamentó en los siguientes versos:
No veo a los acontecimientos como elogios o reproches,
pues su ataque no es por ignorancia, ni su contención por alma.
Hasta lo que fue el niño se convierte en adulto,
regresando a lo que fui y sembrando lo que señalé;
Que Dios te proteja de un corazón desgarrado por su amado,
un cautivo de añoranza que no calma.
Siento nostalgia por la copa que bebí,
ansío el descanso en la tierra que envuelve.
Llórale que temí en vida,
y ambos experimentamos la pérdida de nuestros seres desde hace tiempo.
La crítica
Al-Mutanabbi dedicó su crítica a aquellos que decepcionaron su confianza y le hicieron daño, refiriéndose al desdén del tiempo y su ocupación, como se observa en:
La gente antes de nosotros acompañó a este tiempo,
y lo que les concierne fue como lo nuestro;
y se fueron con un suspiro, todos ellos de él,
aunque a veces sonriera algunos de ellos.
El significado en la poesía de Al-Mutanabbi
Al-Mutanabbi es conocido como el poeta de los significados; sus versos están repletos de profundos contenidos, elogiados por los críticos por su diversidad temática. Se han expresado sentimientos de asombro ante su capacidad de dotar a su poesía de significados densos y ricos, y ha sido dicho por los eruditos del lenguaje: «Las palabras que transmiten claramente su significado son las que se presentan en la poesía de Abu Tayyib Al-Mutanabbi».
Críticas a la poesía de Al-Mutanabbi
Se han formulado algunas críticas a la poesía de Al-Mutanabbi, entre las cuales están:
- El exceso de significados
En ocasiones, la abundancia de significados supera lo necesario, convirtiéndose en algo confuso, lo cual ha provocado la indignación de algunos críticos. Un ejemplo notable es su poema «¿Una vez o seis?»:
¿Una vez o seis en una sola?
en la noche que esculpe la voz.
- La falta de emoción en algunos versos
La emoción en Al-Mutanabbi a menudo resulta restringida, ya que estaba más centrado en alcanzar la gloria. Un ejemplo acorde se observa en:
Nosotros somos los perseguidos por el tiempo,
pues los días se han vuelto traicioneros.
Opiniones críticas sobre la poesía de Al-Mutanabbi
Se han expresado numerosas críticas y opiniones sobre la poesía de Al-Mutanabbi, siendo las más destacadas:
- Ibn Khaldun
Él menciona en su introducción: «La poesía solo puede ser fácil si sus significados antelatan a sus palabras en la mente. Así, nuestros ancianos -que Dios tenga misericordia de ellos- criticaban la poesía de Ibn Khafaja, el poeta del este de al-Andalus, debido a la abundancia de sus significados y su aglomeración en un solo verso, así como criticar la poesía de Al-Mutanabbi y Al-Maari por no ceñirse a los estilos árabes, relegando su poesía a meras palabras ensambladas incapaces de rivalizar con la calidad poética, siendo el criterio definitivo el sentido artístico.»
- Al-Yaziji
En su libro «Al-‘Irf al-Tayyib»: «Las significaciones poéticas no son de la naturaleza de secretos místicos o de cuestiones didácticas que requieren de un rigor mental o atención para su comprensión; en cambio, son significados naturales que se perciben con facilidad mediante cualquier señal, y la invención en sí no debe ser oculta. Si no, más poesía de los antiguos se vería ensombrecida u opacada, cuando apenas hay imprecisiones suscitadas en sus palabras sobre las que se contrasta en la poesía de Al-Mutanabbi.»
Obras sobre la poesía de Al-Mutanabbi
Al-Mutanabbi es uno de los poetas más relevantes cuyas obras aún suscitaban estudios. Entre los libros más destacados sobre su poesía están:
- «Al-Mutanabbi y Shawqi: Estudio, crítica y comparación»
Escrito por el pensador Abbas Hassan, publicado en 1951 por la imprenta egipcia; en él se presenta un estudio exhaustivo sobre los temas de la poesía de Al-Mutanabbi, comparándolo con los versos de Ahmad Shawqi.
- «Diwan de Al-Mutanabbi»
Compilación y análisis realizado por el Dr. Darwish Al-Juaidi, consta de dos tomos que recopilan toda la poesía de Al-Mutanabbi, dispuesta alfabéticamente. Publicada por Dar Al-Maktaba Al-Asriya en 2014, incluye un análisis detallado de sus poemas, junto con información sobre los metros poéticos y la interpretación de los significados complejos en sus versos.
Ejemplos de la poesía de Al-Mutanabbi
Las composiciones de Al-Mutanabbi son joyas de la poesía árabe, algunos de sus versos más destacados incluyen:
- Poema «¡Oh, mi atormentado corazón!»:
¡Oh, mi atormentado corazón, por quién es culpa!
y quién es el que se encuentra en mi cuerpo en el momento de la enfermedad.
¿Por qué oculto un amor que ha herido mi ser,
y la humanidad reconoce el amor de Sayf al-Dawla?
Si hay un amor que nos une por su esplendor,
ojalá dividiéramos de acuerdo con la magnitud de la pasión.
Lo visité y las espadas de la India estaban envainadas,
y lo miré cuando las espadas estaban bañadas en sangre.
Era el mejor de toda la creación de Dios,
y de lo mejor en los mejores atributos.
El enemigo que buscaste en la batalla,
en su interior lleva pena, y en su carne lleva bendiciones.
Ha acudido a ti el gran temor, que se ha fabricado,
para ti en la valentía lo que no fabrican los cobardes.
Concediste a tu ser algo que no le corresponde,
que no tienen terreno ni solemnidad.
Cada vez que buscabas un ejército, huyó despavorido,
las ambiciones se multiplicaron en su comportamiento.
Contra ti, ellos proveen en cada enfrentamiento,
y no debes encarar sus flaquezas si huyen.
¿No ves el triunfo dulce más que triunfo,
los blancos espadas de la India se dan la mano?
- Poema «Por los deseos del alma»:
Por el deseo del alma, un misterio que no se descubre,
de repente lo vi y creí haber encontrado mi salvación.
Oh hermana del que empuja a los guerreros en el combate,
es tu hermano quien está más preocupado y dispuesto a perdonar.
Te miro con pureza, y mientras tengo a este,
los magos logran lo que les mueve.
Te atrajo la belleza de mi atuendo,
si no fuera por su gracia, habrías estado encantada.
Pues si pudiera, me desharía de los años dedicados a los engaños,
el gris del tiempo hace de un niño un anciano.
Y realmente he vivido eventos, sin ver,
que no hay un final o un negro que me refugie.
El pesar deja una huella en el cuerpo,
y vuelve a poner pulgar y a canoso al adolescente.
El sabio sufre su fortuna,
y el ignorante goza de la tristeza.
La gente ha desechado las leyes, y es mejor que
el que olvida lo pasado y vive deseando.
No permitas que las lágrimas de un enemigo te engañen,
y muestra compasión por tu juventud ante un enemigo compasivo.
No se preserva la dignidad sin dificultad,
hasta que se derrame sangre sobre sus costados.