Impactos de la Alergia al Trigo
La alergia al trigo es una de las afecciones digestivas que pueden provocar daños severos y complicaciones en el sistema gastrointestinal. A continuación, se detallan algunas de estas repercusiones:
- Intolerancia a la lactosa: El intestino delgado es responsable de digerir la lactosa, el azúcar que se encuentra de forma natural en la leche. Sin embargo, esto puede ocasionar trastornos gastrointestinales en aquellos que padecen intolerancia a la lactosa.
- Deficiencia de vitaminas y minerales: Las afecciones digestivas pueden llevar a una menor absorción de vitaminas y minerales en el intestino delgado, incluyendo hierro, calcio, zinc, magnesio, ácido fólico, niacina, riboflavina, vitamina B12 y vitamina D.
- Osteoporosis: La falta de calcio puede resultar en una disminución en la densidad ósea, lo que eventualmente puede conducir a la fragilidad ósea.
- Anemia: La deficiencia de hierro que el organismo necesita puede ocasionar una reducción en la producción de glóbulos rojos responsables de transportar oxígeno a las células, provocando así fatiga y dificultad para respirar.
- Cáncer de los ganglios linfáticos: La enfermedad celíaca, considerado un trastorno del sistema inmunológico, puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer en ciertas células linfoides.
- Problemas de fertilidad: Las mujeres diagnosticadas con enfermedad celíaca tienen una mayor probabilidad de enfrentar dificultades para concebir, además de un mayor riesgo de aborto espontáneo.
- Trastornos del sistema nervioso: Las personas con enfermedad celíaca son más susceptibles a problemas neurológicos y a dificultades en el control motor.
Síntomas de la Alergia al Trigo
Los síntomas y signos de la alergia al trigo son diversos, algunos de ellos son:
- Diarrea e hinchazón
- Náuseas y vómitos
- Fatiga y debilidad
- Retención de líquidos
- Sensación constante de hambre
- Presencia de sangre en las heces o en la orina
- Malnutrición
Tratamiento de la Alergia al Trigo
Existen diversas estrategias para tratar la alergia al trigo, que incluyen:
- Evitar alimentos que contengan proteínas de trigo, tales como trigo, cebada, maíz, soja, bulgur y harina.
- Absteberse de consumir productos sin etiquetas nutricionales, como panes, pasteles, tortas, dulces, cereales, galletas, tostadas, mariscos, avena, pastas y carnes procesadas como salchichas, así como salsas como la salsa de soya.
- Optar por granos sin gluten y carbohidratos como el trigo sarraceno, granos de maíz, almidón de maíz, y harinas derivadas de arroz, soja, maíz, patata o frijoles, así como quinoa y arroz.
- Consumir alimentos libres de gluten, entre los que se incluyen carnes frescas, pescados, aves, frutas, productos lácteos, verduras, arroz, frijoles, lentejas y verduras con almidón como batatas, maíz y guisantes.