El Dolor de Cabeza
El chicle es uno de los factores que pueden desencadenar dolores de cabeza, especialmente las migrañas. Esto se debe a que su uso continuo aumenta la carga sobre la articulación temporomandibular, que contiene un conjunto de nervios. La tensión generada por el movimiento constante puede provocar dolor de cabeza, siendo este efecto más notable en los niños.
Dolores en la Mandíbula
El acto de masticar chicle implica el movimiento de la articulación temporomandibular. Es importante señalar que el uso excesivo de chicle puede generar molestias en la mandíbula, así como producir un sonido de chasquido al mover la boca, dolor al abrirla, y dificultad para moverla en diferentes direcciones.
Gases Intestinales
La frecuente masticación de chicle y el abrir y cerrar la boca de forma continua pueden resultar en la ingestión de aire, lo que a su vez provoca su acumulación en el sistema digestivo, generando gases. Además, algunos tipos de chicle contienen edulcorantes artificiales que pueden incrementar la producción de gases.
Diarrhea
El chicle sin azúcar puede causar diarrea, ya que está compuesto por edulcorantes artificiales que contienen sustancias laxantes que pueden provocar este síntoma si se consumen en grandes cantidades.
Caries Dental
El azúcar presente en el chicle azucarado es digerido por bacterias dañinas que habitan en la boca y sobre los dientes, lo que lleva a un aumento en la acumulación de placa dental. Con el tiempo, esto puede resultar en caries dentales.
Problemas Relacionados con la Nicotina
El chicle que contiene nicotina puede conllevar varios efectos adversos, especialmente si se consume en exceso. Entre estos se incluyen un aumento de la frecuencia cardíaca, incremento de la presión arterial, náuseas, ardor de estómago, tos y irritación de garganta.
Problemas Asociados a la Ingestión del Chicle
Tragar chicle después de masticarlo puede ocasionar algunos inconvenientes. Aunque la mayoría de los ingredientes como edulcorantes, colorantes y sabores se descomponen, el componente de goma no puede ser digerido en ninguna parte del sistema digestivo. Si bien no se ha determinado el tiempo que el chicle puede permanecer en el cuerpo, su acumulación a lo largo del tiempo puede causar problemas digestivos. Por lo tanto, siempre es recomendable escupirlo después de masticar.