Oraciones para Aliviar la Preocupación
Oraciones Tradicionales del Profeta Muhammad (paz y bendiciones de Allah sean con él)
La sunnah del Profeta Muhammad (paz y bendiciones de Allah sean con él) incluye una variedad de oraciones que él recitaba en momentos de preocupación. Algunas de estas oraciones son las siguientes:
- «La ilaha illa Allah, al-‘Azim al-Halim. La ilaha illa Allah, Rabb al-‘Arsh al-‘Azim. La ilaha illa Allah, Rabb al-Samawat wa Rabb al-Ard wa Rabb al-‘Arsh al-Karim.»
- «Oh Allah, confío en tu misericordia. No me dejes a mí mismo ni por el parpadeo de un ojo. Enséñame cómo debo actuar en todo, no hay nada digno de adoración excepto Tú.»
- «Si llega a vosotros una preocupación, adversidad o calamidad, decid: ‘Allah es nuestro Señor, no tiene compañero’.»
- «Si alguno de vosotros se siente afligido o preocupado, que diga: ‘Allah, Allah es mi Señor, no asocio nada con Él’.»
- «La invocación de Dhul-Nun, cuando invocó a Allah mientras estaba en el vientre del pez: ‘No hay nada digno de adoración excepto Tú, glorificado seas, realmente fui de los opresores’. Cualquier musulmán que invoque con esta invocación en cualquier situación, Allah le responderá.»
Oraciones No Tradicionales
El acto de orar tiene una gran importancia en el Islam y es un canal abierto; Allah, exaltado sea, no ha limitado a sus siervos a las fórmulas contenidas en los hadices del Profeta (paz y bendiciones sean con él) para aliviar las preocupaciones. Así, los creyentes tienen la libertad de suplicar como deseen. A continuación, se presentan algunas oraciones que se pueden utilizar:
- «Sálvame, sálvame, oh Poderoso, oh Alabado, oh Señor del Trono Majestuoso, aleja de mí el mal de todo opresor obstinado.»
- «Oh Allah, Tú sabes que a pesar de mis errores, injusticias y excesos, no he hecho de Ti un hijo, ni un compañero, ni un igual. Si decides castigarme, ¡soy Tu siervo! Y si decides perdonar, ciertamente, Tú eres el Poderoso, el Sabio.»
- «Oh Allah, nuestra necesidad es grande y no hay nadie más que Tú que la alivie. Por favor, elige el papel de alivio, oh Aliviador de preocupaciones, no hay nada digno de adoración excepto Tú, gloria a Ti, realmente fui de los opresores.»
- «Oh Allah, soy débil, fortaléceme. Soy humillado, ennoblece me. Soy pobre, provéeme y te pido lo mejor en todas las cosas, un buen final y lo que es esencial.»
- «Allah me es suficiente en lo que me preocupa. Allah me es suficiente contra el que me oprime. Allah me es suficiente frente a la envidia. Allah me es suficiente contra todo mal que planean para mí. Suficiente es Allah ante la muerte, suficiente es Allah en el camino, suficiente es Allah, no hay nada digno de adoración excepto Él; en Él confío, y Él es el Señor del Trono Grande.»
- «Oh Allah, protégeme de lo que me preocupa, oh Tú que detuviste la mano de Ibrahim al sacrificar a su hijo, oh Tú que elevaste la posición de Yusuf sobre sus hermanos y su familia.»
- «Oh Allah, protégeme de lo que me preocupa y de lo que no me preocupa.»
- «Oh Allah, haz que me enfoque en lo fácil y apártame de lo difícil.»
- «Oh Allah, conviérteme cada preocupación y angustia relacionada con mis asuntos mundanos y del más allá en alivio y salida. Proveeme de donde no lo espero y perdona mis pecados.»
- «Oh Allah, afianza mi esperanza en Ti y corta mi deseo por otros, para que no anhele a nadie más que a Ti. Oh Tú que eres suficiente para todos, y nadie puede ser suficiente sin Ti, oh Único, a quien solo a Ti se eleva la esperanza.»
- «Oh Poderoso, dame honor, oh Suficiente, cuídame, oh Fuerte, fortaléceme, y oh Delicado, sé tierno conmigo en todos mis asuntos y cuídame en lo que me afecta.»
- «Oh Allah, te pido por una paz que no tenga inconvenientes, por complacencia que no tenga descontento, por alegría que no tenga tristeza.»
- «Oh Allah, llena mi corazón con todo lo que sea bueno para mí. Haz que mi camino sea fácil y que mis días venideros sean mejores que los anteriores.»
- «Oh Allah, fortalece mi piedad, perdona mis pecados, y guíame hacia el bien en cualquier dirección que me dirija.»
- «Oh Allah, en Ti busco ayuda y en Ti confío. Haz que todas las dificultades en mis asuntos sean suaves y cálidas, y concédeme más bien de lo que pido. Aleja de mí todo mal.»