Tratamientos Farmacológicos
Los nootrópicos se utilizan en ciertas circunstancias con el fin de mejorar la atención, el enfoque y la memoria. A continuación, se presentan algunos de sus tipos más conocidos:
- Modafinilo: (en inglés: Modafinil) o Armodafinilo (en inglés: Armodafinil). Estos medicamentos están diseñados para aumentar el estado de alerta y la percepción del entorno. Además, se pueden utilizar en el tratamiento de los síntomas de abstinencia de estimulantes y la adicción. Es importante señalar que pueden causar efectos secundarios como ansiedad, insomnio, cefaleas, dolor en el pecho y náuseas.
- Metilfenidato: (en inglés: Methylphenidate) se prescribe comúnmente para el tratamiento de la depresión y sus episodios psicóticos (en inglés: Psychosis). Es relevante mencionar que algunas investigaciones han demostrado que el uso de estos fármacos con el objetivo de mejorar el rendimiento académico puede inducir cambios químicos en el cerebro, lo que puede llevar a efectos secundarios psicológicos y físicos tales como paranoia, fiebre, sequedad bucal, mareos y náuseas.
Cambio de Estilo de Vida
Se puede potenciar la concentración mediante ciertos cambios en el estilo de vida, tales como:
- Dormir y descansar lo suficiente.
- Seguir una dieta equilibrada que incluya vegetales, frutas, legumbres y proteínas.
- Reducir el consumo de cafeína.
- Realizar comidas pequeñas y frecuentes durante el día.
- Participar en actividades que reduzcan el estrés, como la lectura y la meditación.
Sugerencias y Recomendaciones
Para mejorar la memoria, se recomienda realizar las siguientes acciones:
- Interacción social regular: Dado que la depresión y el estrés están estrechamente relacionados con la pérdida de memoria, la interacción social puede contribuir a mitigar la depresión y sus efectos.
- Planificación y organización: Se sugiere elaborar una lista de tareas a realizar a lo largo del día y evitar realizar varias actividades simultáneamente. También se puede repetir las actividades a realizar en voz alta si es necesario.
- Actividad física: Incrementar la actividad física favorece el flujo sanguíneo en todo el cuerpo. Por ello, se recomienda practicar al menos dos horas a la semana de diversas actividades deportivas.
- Control de enfermedades crónicas: Es aconsejable seguir el tratamiento adecuado si se padece alguna condición de salud como hipertensión, colesterol alto, obesidad o depresión, ya que esto puede influir en la salud general y en la memoria. Además, es fundamental consultar al médico sobre los medicamentos utilizados, ya que muchos pueden afectar la memoria.