Síntomas de la Placenta Previa
El sangrado vaginal de color rojo brillante, sin dolor, durante el segundo trimestre del embarazo, es el síntoma más indicativo de la placenta previa. Algunas mujeres pueden experimentar ligeras contracciones. Según estudios, se estima que el sangrado ocurre en aproximadamente el 70% al 80% de las mujeres afectadas, con variaciones en la intensidad que van desde leve hasta grave. En casos de sangrado severo, esto puede conducir a un nacimiento prematuro.
¿Qué es la Placenta Previa?
Normalmente, la placenta se localiza en la parte superior del útero, lejos del cuello uterino, durante toda la gestación. Sin embargo, en el caso de la placenta previa, la placenta desciende y cubre parcial o totalmente el cuello uterino. En la mayoría de los casos, esta condición se resuelve de manera natural a medida que avanza el embarazo, aunque en ciertas circunstancias, la placenta puede permanecer en una posición baja después de la semana veinte. Las anomalías uterinas son frecuentemente la causa subyacente de esta situación.
Diagnóstico de la Placenta Previa
El diagnóstico de la placenta previa se realiza comúnmente a través de ecografías durante la semana veinte de embarazo. Algunas mujeres solo se enteran de su condición al experimentar un sangrado indoloro en el tercer trimestre. También hay casos de mujeres que presentan placenta previa sin evidenciar ningún sangrado.
Tipos de Placenta Previa
Existen tres tipos de placenta previa:
- Placenta previa completa: en este caso, la abertura del cuello uterino está totalmente cubierta por la placenta.
- Placenta previa parcial: la placenta cubre una parte de la abertura del cuello uterino.
- Placenta previa marginal: la placenta se extiende hasta el borde del cuello uterino, pero sin cubrirlo.