Las puertas de la caridad obligatoria durante el Ramadán
La mayoría de los juristas han establecido la obligatoriedad del Zakat al-Fitr durante el Ramadán. Se narra que Ibn Abbas -que Allah esté complacido con él- dijo: “El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo obligatoria la Zakat al-Fitr como purificación para el ayunador de palabras frívolas y malas, y como alimento para los necesitados.” Por lo tanto, se considera una forma de purificación para el individuo. El cumplimiento del Zakat es una de las formas de caridad durante el mes sagrado. Ibn Abbas -que Allah esté complacido con él- también narró: “El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era el más generoso de las personas en hacer el bien, y era aún más generoso en el mes de Ramadán, cuando el ángel Gabriel lo visitaba cada año durante este mes hasta que finalizaba, y el Mensajero de Allah le presentaba el Corán. Cuando se encontraba con Gabriel, el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era más generoso que el viento enviado.” Este hadiz indica la gran recompensa por las buenas acciones durante el Ramadán, entre las cuales se encuentra la Zakat, hasta el punto de que se permite que los musulmanes adelanten el pago de su Zakat en este mes en reconocimiento de la grandeza de este periodo. Es importante señalar que no se debe posponer la Zakat a Ramadán si es que se hizo obligatoria antes; por ejemplo, si la Zakat de una persona es debida en el mes de Rajab, no está permitido posponer su entrega hasta Ramadán a menos que exista una excusa. Si los musulmanes enfrentan una calamidad, epidemia, o desastre, entonces la entrega de la Zakat en ese momento ostenta una recompensa mayor que durante Ramadán, debido a la urgente necesidad de la gente.
Las puertas de la caridad recomendada durante el Ramadán
Existen muchas ideas creativas sobre el concepto de caridad en el Ramadán. Aunque no se pueden enumerar todas, a continuación se mencionan algunas:
- Contribuir a la preparación de mesas donde los ayunadores puedan romper su ayuno.
- Reunir ropa usada, juguetes, libros y otros artículos útiles, y distribuirlos entre los pobres.
- Entregar cajas de ayuda que contengan productos básicos necesarios para los necesitados, como dátiles, azúcar y arroz.
- Contribuir a la distribución de comidas para el iftar o el suhoor en semáforos y lugares públicos.
- Participar en la construcción de pozos de agua y en la provisión de agua.
- Colaborar en la construcción de mezquitas.
- Apoyar a los estudiantes de conocimiento.
- Ayudar a imprimir y distribuir copias del Corán.
- Brindar asistencia a jóvenes para su matrimonio.
- Patrocinar a huérfanos y asegurarse de su bienestar.
La caridad directa
La caridad en Ramadán se considera una práctica recomendable, siguiendo el ejemplo del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Tanto ricos como pobres necesitan alimento durante Ramadán y experimentan el mismo hambre; sin embargo, al momento de romper el ayuno, las mesas de los ricos están repletas de alimentos y bebidas, mientras que la mesa del pobre puede estar vacía. Es aquí donde la caridad juega un papel fundamental, aliviando su hambre y satisfacción. Por esta razón, la caridad es una de las mejores formas de acercarse a Allah, especialmente durante el Ramadán.
Alimentar a los ayunadores
Alimentar a los demás es una magnífica forma de adoración en la que los predecesores se dedicaban constantemente. Esta práctica no está confinada solo a los pobres, sino que se extiende a toda la comunidad. Allah dice en el Corán: “Y alimentan a los necesitados, huérfanos y prisioneros por amor a Él, diciendo: ‘Solo queremos hacer esto por la causa de Allah; no deseamos de ustedes ninguna recompensa ni agradecimiento’.” El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también dijo: “Cualquiera que alimente a un creyente que está hambriento, Allah lo alimentará el Día de la Resurrección con frutos del Paraíso.” Esto muestra que alimentar a otros es un acto general dirigido a todos los creyentes y es una forma de adoración que fomenta el amor mutuo entre las personas, además de ser una de las causas para entrar al Paraíso. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo también: “Quien alimente a un ayunador, tendrá la misma recompensa que él, sin que se reduzca en absoluto la recompensa del ayunador.” Existen numerosas narraciones sobre los justos predecesores que competían en ofrecer alimentos a los ayunadores.
El trabajo voluntario en Ramadán
El Islam promueve la práctica del voluntariado y anima a su realización. Allah dice: “Cualquiera que haga un acto de bondad de forma voluntaria, será mejor para él.” Este tipo de acción permite satisfacer las necesidades de los demás. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cualquier parte del cuerpo humano que tenga paz, es una caridad que se realiza cada día que sale el sol; ser justo entre dos personas es una caridad, ayudar a un hombre a cargar su bulto o cargar su mercancía es una caridad, una buena palabra es también caridad, cada paso hacia la oración es caridad, y quitar el daño del camino es también caridad.” Las acciones voluntarias no se pueden enumerar, todo lo que representa un acto de caridad tiene su recompensa, especialmente si la persona beneficiaria no puede cumplir con su tarea. Esto fomenta la compasión hacia toda la creación, ya sea a través de contribuciones monetarias o llevando a cabo actos para ayudar, lo que refuerza lazos de hermandad y fe entre las personas.
Es pertinente recordar que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El musulmán es hermano del musulmán; no lo oprime ni lo abandona. Quien ayude a su hermano en su necesidad, Allah lo ayudará en su propia necesidad; quien alivie la angustia de un musulmán, Allah aliviará una angustia de él en el Día de la Resurrección; quien cubra las faltas de un musulmán, Allah lo cubrirá el Día de la Resurrección.” Esto resalta la importancia de aliviar las dificultades de los demás, ya sea por medio de donaciones, influencia o ayuda, además de brindar asesoramiento y apoyo. Las acciones caritativas tienen numerosos frutos, entre ellos:
- Purificación y expiación de las propias faltas, como Allah dice: “Toma de sus bienes una caridad que los purifique y los haga crecer.”
- Las bendiciones en las riquezas y su incremento, como Allah dice: “Y lo que sea que gastéis, Él lo retribuirá, y Él es el mejor de quienes proveen.”
Otras formas de caridad durante el Ramadán
Existen muchas ideas que caen dentro del ámbito de la caridad, entre ellas:
- Comprar varios miswak (cepillos de dientes) y distribuirlos entre amigos, familiares y colegas, recordando así la Sunnah del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Al utilizar el miswak, el musulmán recuerda la recompensa de esta caridad y su importancia.
- Adquirir zapatos especiales para los baños de las mezquitas, facilitando así el acceso a estos espacios; esto se considera satisfacer una necesidad y aliviar la carga de un creyente. Quien actúe de esta manera será uno de esos a quienes el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) mencionó: “Quien alivie la carga de un creyente en este mundo, Allah le aliviará una carga en el Día de la Resurrección.”
- Regalar copias del Corán a las personas, lo que constituye uno de los actos de bondad más significativos, ya que el que invita a hacer el bien es como el que lo hace. La lectura del Corán es uno de los actos que eleva al creyente, y cada vez que el receptor lea algo del Corán, el donante aumentará su recompensa. Este acto también se considera una caridad continua que beneficia al receptor.
- Patrocinar a huérfanos brindándoles lo necesario: alimentos, bebida, vestimenta, materiales de estudio y todos los suministros que aseguren su bienestar, lo que implica obtener la recompensa por cuidar a los huérfanos, como lo señaló el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
- Aprovechar el tiempo en recordar a Allah, lo cual es una fuente de caridad. El corazón y la lengua deben estar ocupados en hacer glorificaciones, alabanzas y otras formas de dhikr, generando así una gran recompensa.
La abundancia de tipos de bien y caridad
La legislación islámica ha facilitado a las personas muchas puertas de bondad; el bien no se limita a un musulmán o a otro, independientemente de si es rico o pobre, fuerte o débil. Abu Dharr al-Ghifari -que Allah esté complacido con él- narró que algunas personas preguntaron al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “¡Oh Mensajero de Allah! ¡Los de grandes riquezas han ganado la recompensa! Ellos oran como nosotros oramos, ayunan como nosotros ayunamos y donan de su abundancia.” Él respondió: “¿Acaso Allah no ha establecido para ustedes lo que pueden donar? Ciertamente, cada vez que glorifican a Allah, es una caridad; cada vez que dicen ‘Aláhu Akbar’ (Allah es el más grande), es una caridad; cada vez que dicen ‘Alhamdulillah’ (todo agradecimiento es para Allah), es una caridad; cada vez que dicen ‘La ilaha illallah’ (no hay más dios que Allah), es una caridad; y en cada acto de bien que realicen, estarán realizando una caridad.” En otro hadiz, el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) añadió: “Toda acción buena es caridad.” Esto subraya la importancia de apresurarse a aprovechar todas las oportunidades de hacer el bien y no dejar ninguna de ellas pasar por alto; el musulmán debe esforzarse en lo que dice y hace, utilizando sus capacidades y recursos en realizar actos de bondad, sin importar su tamaño. De esta manera, se acercan a Allah -exaltado sea-.