Un versículo del Corán sobre la madre

Versículo: Y ha ordenado tu Señor que no adoren sino a Él…

Dijo – Exaltado sea -: (Y ha ordenado tu Señor que no adoren sino a Él y que sean buenos con los padres. Si uno de ellos o ambos llegan a una edad avanzada contigo, no les digas ni una palabra grosera y no los reproches, y diles una palabra amable).

En este versículo sagrado, Dios -exaltado sea- ordena que los musulmanes no adoren a nadie más que a Él, y asocia Su adoración con el respeto y la bondad hacia los padres. Se exhorta al musulmán a tratar a su madre y a su padre con amabilidad; incluso debe evitar quejarse de ellos, que es la forma más baja de discurso negativo. En su comportamiento y palabras hacia ellos debe ser amable y respetuoso, mostrando el debido honor y estima que Su orden implica.

Versículo: Y hemos encomendado al ser humano ser bueno con sus padres…

Dijo – Exaltado sea -: (Y hemos encomendado al ser humano ser bueno con sus padres. Su madre lo llevó con dificultad, y lo dio a luz con dificultad, y el tiempo de su gestación y destete es de treinta meses. Así que cuando él alcanza su madurez y llega a los cuarenta años, dice: «¡Oh, Señor mío! Inspírame para agradecer Tu favor que me has otorgado a mí y a mis padres, y para que realice obras justas que Te agraden, y mejórame en mi descendencia, me arrepiento ante Ti, y en verdad soy de los musulmanes»).

Dios -exaltado sea- en este versículo invita a tratar bien a los padres y a ser compasivos con ellos. Menciona las dificultades y esfuerzos de la madre durante el embarazo: (Su madre lo llevó con dificultad y lo dio a luz con dificultad); ella sufrió y soportó el dolor y el sufrimiento de llevar a su hijo durante nueve meses y de amamantarlo durante veintiuno. Una vez que el niño creció y oyó su razón, a la edad de cuarenta años, llamó a su Señor pidiéndole que le inspire el agradecimiento por los favores otorgados a él y a sus padres, y que le ayude a hacer obras que le agraden y a mejorar su descendencia.

Versículo: Y hemos encomendado al ser humano ser bueno con sus padres; su madre lo llevó con debilidad sobre debilidad…

Dijo – Exaltado sea -: (Y hemos encomendado al ser humano ser bueno con sus padres. Su madre lo llevó con debilidad sobre debilidad, y su periodo de destete es en dos años. Agradece a Mí y a tus padres; hacia Mí es el regreso).

En este versículo, Dios -exaltado sea- reafirma su orden hacia los padres, enfatizando especialmente el papel de la madre, debido a las dificultades que enfrenta al llevar y criar a sus hijos. El término (debilidad sobre debilidad) se refiere a la carga, el sufrimiento y el esfuerzo que implica. Ella lo amamantó y lo crió tras su nacimiento durante dos años.

Versículo: El día en que un hombre huya de su hermano, de su madre, de su padre…

Dijo – Exaltado sea -: (El día en que un hombre huya de su hermano, de su madre y de su padre, de su compañera y de sus hijos; cada persona de ellos tendrá en ese día algo que le ocupará).

Dios -exaltado sea- menciona en este versículo que en el día de la Resurrección, cuando ocurran los grandes acontecimientos, una persona huirá de su familia más cercana, como su hermano, madre, padre, esposa e hijos, a causa del horror y la gravedad de esa hora, temiendo que alguien pueda exigirle cuentas de lo que le debe a ellos, por injusticias o derechos no cumplidos.

Versículo: Se les ha prohibido a ustedes sus madres…

Dijo – Exaltado sea -: (Les han sido prohibidas sus madres, sus hijas, sus hermanas, sus tías por parte de padre, sus tías por parte de madre, las hijas de su hermano, las hijas de su hermana, las madres que les amamantaron, sus hermanas por la lactancia, las madres de sus esposas, y las hijas que están bajo su tutela de sus mujeres con las que han consumado el matrimonio; pero si no han consumado el matrimonio con ellas, no hay reproche sobre ustedes. También les es prohibido a ustedes las esposas de sus hijos que son de su propia prole, y no deben juntar entre dos hermanas, salvo lo que ya ha pasado. Ciertamente, Dios es Perdona y Misericordioso).

En este versículo sagrado, Dios -exaltado sea- menciona lo que es permitido y lo que es prohibido para el hombre. Comienza con las prohibiciones basadas en relaciones de sangre, que incluyen a siete mujeres: las madres, hijas, hermanas, tías por parte de padre y madre, así como las hijas de hermanos y hermanas. A continuación, menciona las prohibiciones por el vínculo del matrimonio y la lactancia, como las madres que han amamantado y las hermanas por lactancia. Se establece que, aún con el matrimonio consumado, la madre de la esposa es prohibida. Las hijas de la esposa de otro hombre son también prohibidas en caso de haber consumado el matrimonio con la madre. Al respecto, algunos opinan que todas ellas son prohibidas, ya sea que se haya consumado el matrimonio o no, y también se prohíbe tener a las esposas de los hijos biológicos, así como juntar entre dos hermanas.

Versículo: Quienes de ustedes hacen ظِهار de sus mujeres, no son sus madres…

Dijo – Exaltado sea -: (Quienes hacen ظِهار de sus mujeres, no son sus madres. Sus madres no son más que aquellas que los parieron. Y ellos dicen una palabra reprochable y una falsedad. Ciertamente, Dios es Perdona y Misericordioso).

Dios -exaltado sea- reveló estos versos en relación a Khawla bint Tha’laba y Aws bin Al-Samit, cuando Khawla fue a quejarse al Mensajero de Dios sobre el conflicto con su esposo. Aws dijo: «Eres para mí como la espalda de mi madre». Esta expresión, común en la ignorancia previa, era un medio de prohibición permanente del matrimonio con ella. Dios -exaltado sea- aclaró que este tipo de afirmaciones no convierte a las mujeres en madres, sino que solo la madre biológica realiza esa función. También reprimió esa declaración como reprochable y falsa, recordando que Él es perdonador de lo que ocurrió en la era de ignorancia antes de que se revelaran estos versículos.

Versículo: Dios no ha designado a ningún hombre con dos corazones en su pecho…

Dijo – Exaltado sea -: (Dios no ha designado a ningún hombre con dos corazones en su pecho, y no ha hecho que sus esposas, de las que hacen ظِهار, sean sus madres, y no ha hecho que sus hijos adoptivos sean sus hijos. Esa es una afirmación que ustedes hacen con sus bocas, pero Dios dice la verdad y guía por el camino recto).

Dios -exaltado sea- en este versículo reafirma que no ha otorgado a nadie dos corazones dentro de su pecho, ni establece a las esposas como madres debido a la práctica del ظِهار, que implica un equivalente a divorcio. Esta práctica fue habitual en la era de la ignorancia. El versículo refuerza que los hijos adoptivos no son considerados hijos legítimos en términos de legislación, recordando el caso de Zaid ibn Haritha, quien fue considerado «el hijo de Muhammad» durante la época anterior a la revelación.

Versículo: Si no tiene hijo y sus padres son sus herederos, entonces a su madre le corresponde un tercio…

(Dios les aconseja en sus hijos: Al varón le corresponde la misma parte que a dos hembras. Si hay más de dos mujeres, tienen dos terceras partes de lo dejado. Si es una mujer, ella tiene la mitad. A sus padres, a cada uno de ellos le corresponde un sexto de lo dejado, si tiene hijos. Y si no tiene hijos y heredan sus padres, entonces a su madre le corresponde un tercio, y si tiene hermanos, entonces a su madre le corresponde un sexto, después de la voluntad testada o deuda. Sus padres y sus hijos no saben quién de ellos les beneficia más. Es un deber establecido por Dios. Ciertamente, Dios es Conocedor y Sabio).

Este versículo sagrado aborda las normas sobre la herencia:

  • Dios -exaltado sea- aconseja a los musulmanes sobre la herencia estableciendo que al varón le corresponde la misma parte que a dos hembras, ya que en la era de ignorancia se otorgaba toda la herencia a los varones y se excluía a las mujeres.
  • Dedica Dios a seguir con las normas de herencia detallando que si un hombre muere y deja más de dos mujeres, ellas tendrán dos tercios de la herencia, mientras que si deja sólo una, ella obtendrá la mitad. Se ha acordado que el usufructo de dos hijas se considera equivalente al de tres.
  • Si el difunto deja a sus padres, a cada uno le corresponde un sexto de la herencia, ya sea que el difunto tenga hijos o no.
  • Si el fallecido no tiene hijos y sus herederos son solo sus padres, a la madre le corresponde un tercio y el padre recibe el resto como usufructo.
  • Si hay hermanos, la madre recibe un sexto, y la frase: (después de una voluntad testada o deuda), establece que la deuda tiene prioridad sobre el testamento.
  • Con esto, Dios -exaltado sea- establece la herencia tanto para padres como hijos, otorgando derechos a ambos, tanto a varones como a hembras, en contraste con las prácticas que existían durante la ignorancia y lo que se asociaba con la herencia en los inicios del Islam.

Versículo: Y el corazón de la madre de Moisés se quedó vacío…

(Y el corazón de la madre de Moisés se volvió vacío; casi le revela su angustia si no hubiese sido porque fortalecimos su corazón para que se convirtiera en una de las creyentes).

Dios -exaltado sea- relata en este versículo la angustia de la madre de Moisés -la paz sea con él- cuando tuvo que dejarlo en el arroyo después de colocarlo en una canasta. Este momento la llevó a sentirse desolada y desesperada, pero el poder de Dios le otorgó fuerza y calma, permitiéndole confiar en Su decisión y mantenerse firme en su fe.

Versículo: Cuando inspiramos a tu madre lo que se le inspira…

(Cuando inspiramos a tu madre lo que se le debía inspirar: «Colócalo en la canasta y lánzalo al mar, y que el mar lo arroje a la costa, donde lo recogerá un enemigo para Mí y un enemigo para él. Y puse amor sobre ti, para que fueras criado bajo nuestra mirada»).

Dios -exaltado sea- brindó inspiración a la madre de Moisés mientras lo amamantaba, temerosa de que Faraón y su séquito pudieran matarlo. Dios le ordenó colocar a Moisés en un arcón y dejarlo fluir por el río, el cual lo llevó a la casa de Faraón, quien era enemigo de Dios y enemigo de Moisés. El versículo también establece que era un acto de amor divino y que Moisés sería criado bajo la protección de Dios.

Versículo: Tu padre no era un hombre malo y tu madre no era una ramera…

(¡Oh hermana de Harún! Tu padre no era un hombre malo y tu madre no era una ramera).

En este versículo, Dios -exaltado sea- se refiere a María en el momento en que regresó con su hijo, el profeta Jesús -la paz sea con él-. Le instruyó a que no hablara con ningún humano ya que Dios se encargaría de sus asuntos. Ella confió en Dios y se sometió a Su decreto, llevando a su hijo con ella. Cuando su comunidad la vio, se sorprendieron enormemente por lo que presenciaron y le dijeron que había traído algo extraordinario. La llamaron ‘hermana de Harún’, cuestionaron su acción, diciendo que su padre nunca había estado involucrado en la inmoralidad, ni su madre era una mujer de mala conducta.

Resumen:

El artículo menciona una serie de versículos que hacen referencia a la figura materna en contextos variados, con una interpretación clara y accesible para cada versículo. En total, se citan once versículos relacionados con la madre.

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