Abu Dhweib Al-Hudhali
Abu Dhweib Al-Hudhali fue un destacado poeta que vivió en la época preislámica y también en la época del Islam. Su renombre se ha mantenido a lo largo de los años; escribió obras sobre crítica, literatura y poesía. Sin embargo, la información sobre su vida y su obra es escasa debido a la falta de documentación y análisis sobre él. Esto hace que la información disponible sea insuficiente a pesar de su estatus como un poeta consumado, cuyas experiencias en esas dos importantes épocas de la historia fueron ricas y variadas. Su personalidad era singular y distintiva, lo cual se reflejó evidentemente en su poesía.
Vida de Abu Dhweib Al-Hudhali
Linaje de Abu Dhweib Al-Hudhali
Abu Dhweib, cuyo nombre completo es Khawild bin Khalid bin Muharrith bin Zubaid bin Makhzum bin Sahila bin Kahil bin al-Harith bin Tamim bin Sa’d bin Hudhayl bin Mudrika bin Ilyas bin Mudar bin Nizar, pertenece a la tribu de Ras al-Haram y se le atribuye a Hudhayl.
Vivencias de Abu Dhweib Al-Hudhali
Este poeta abrazó el Islam de manera sincera, participando en campañas militares en nombre de Allah, incluidas las incursiones en África bajo el liderazgo de Abdullah bin Sa’d bin Abi Sarh durante el califato de Uthman bin Affan (que Allah esté complacido con él). Abu Dhweib y Abdullah bin al-Zubayr regresaron trayendo consigo la victoria. Tras la conquista de Egipto, Abu Dhweib emigró allí, donde lamentablemente, sus cinco hijos murieron a causa de la peste en el octavo año de la migración, un evento devastador que los llevó a la muerte en el mismo año. No se conoce mucho sobre su infancia, salvo que fue huérfano o criado en la casa de sus padres, aunque su relación con su familia permanece en gran parte nebulosa. Se menciona que tenía un sobrino, Khalid bin Zuhayr, de edad similar a la suya, como se refleja en sus versos:
«Porque yo, como tú sabes, siempre he sido un huérfano entre dos padres hasta que tú, con tus cabellos encanecidos, te has quedado soltera.»
Asimismo, hubo un pariente llamado Nashiba, con quien Albera una relación afectuosa, y a quien Abu Dhweib lamentó en varios poemas tras su fallecimiento. Con respecto a los hijos del poeta, solo se conoce a uno, Dhweib, quien también falleció junto a sus hermanos a causa de la peste, siendo objeto de su lamento en su famosa elegía. Algo que también se ha atribuido a Abu Dhweib es su reputación de estar tras las mujeres. Estuvo vinculado con una mujer llamada Umm Amr, quien tenía varios apodos, como Umm Huwayrith, Umm Sufyan y Umm al-Rahin. Ella fue amante de Badr bin Uwaym, primo de Abu Dhweib, pero lo dejó por él. Su relación era inicialmente ideal y hermosa, pero pronto se tornó en desgracia, pues Umm Amr disfrutó del juego con los sentimientos de los hombres, traicionando a Abu Dhweib con Khalid bin Zuhayr, sobrino del poeta y su mensajero. De esta forma, Abu Dhweib probó el mismo veneno que había tomado Badr. Sobre esto, el poeta expresó su indignación hacia Umm Amr:
«¿Deseas que me una a ti y a Khalid? ¿Es posible que se unan espadas en su vaina? Khalid, no has considerado nada de nuestra relación, así que me proteges en la distancia o al menos de lo que malgastas. Te deseo como lo hace un amante.”
El poeta también rinde homenaje a los ángeles del corazón que fueron testigos del dolor; él escribió sobre la muerte del Profeta Muhammad (la paz sea con él), expresando el lamento de su pueblo tras su fallecimiento:
«Vi a la gente en su agitación, entre el ateísmo y la necesidad, todos apresurados por el horrible evento que significó la pérdida de aquel cuya pureza era inigualable.»
Poesía de Abu Dhweib Al-Hudhali
Abu Dhweib Al-Hudhali se destaca en el arte de la elegía, como se evidencia en su conmovedora poesía dedicada a sus hijos. Esta obra ha sido admirada por los críticos y ocupa un lugar especial entre los poetas de elegía de su época. Su poema, que escribió en memoria de sus cinco hijos fallecidos en Egipto debido a la peste, es una expresión sincera del profundo dolor y la tristeza que siente un padre por la pérdida de todos sus hijos en un periodo tan breve. Los versos están llenos de emociones intensas de angustia y desesperación, donde el poeta dice:
«¿Qué hay para que tu cuerpo esté pálido? Desde que lo perdiste, ¿qué importa lo que tenga?»
El poeta también narró la historia de un burro salvaje y sus crías, quienes residían en un lugar fértil y lleno de agua. Los pequeños se divertían, pero con el tiempo, el lugar comenzó a secarse, obligando al burro y a sus crías a buscar un nuevo hogar. A pesar de encontrar un lugar igualmente fértil, su felicidad se vio interrumpida por un ataque de cazadores y perros. A pesar de su resistencia, el burro y algunos de sus hijos perecieron, mientras otros lograron escapar. Abu Dhweib describió esta historia con los siguientes versos:
«El tiempo no permanece inmutable, como un río siempre cambiante que nunca cesa de fluir.»