¿Existen alimentos que aumenten la fluidez de la sangre?
Diversos estudios científicos sugieren que ciertos alimentos pueden mejorar la fluidez sanguínea y favorecer su circulación. La circulación sanguínea es esencial para el transporte de nutrientes y oxígeno a todas las partes del organismo. Seguir una dieta saludable puede contribuir a optimizar la circulación y la fluidez de la sangre. Además, adoptar hábitos saludables como realizar ejercicio regularmente, mantener una adecuada hidratación, mantener un peso saludable y evitar el tabaquismo puede ser beneficioso para la circulación sanguínea. Un estilo de vida equilibrado ayuda también a reducir el riesgo de trombosis venosa profunda.
Sin embargo, es crucial que las personas que consumen medicamentos anticoagulantes no utilicen mezclas o sustancias naturales sin consultar previamente a su médico. Estas deben ser consumidas en cantidades moderadas, ya que a pesar de ser naturales, algunos alimentos y compuestos pueden provocar una anticoagulación excesiva, especialmente al combinarse con medicamentos, lo que puede incrementar el riesgo de hemorragias.
Aunque los problemas circulatorios suelen requerir tratamiento farmacológico, incluir ciertos alimentos en la dieta puede mejorar la circulación sanguínea. A continuación, se presentan algunos alimentos beneficiosos para la fluidez de la sangre:
Pescados grasos
Los pescados, como el salmón, arenque, caballa, trucha y halibut, son alimentos muy beneficiosos para la salud cardiovascular debido a su alto contenido en ácidos grasos omega-3. Una revisión publicada en la revista Tanaffos en 2014 destacó que los ácidos omega-3 tienen un efecto antitrombótico cuando se consumen en grandes cantidades, gracias a su capacidad para inhibir la agregación plaquetaria y, por lo tanto, prevenir la formación de coágulos.
Frutos del bosque
Las bayas son ricas en antocianinas, potentes antioxidantes que aportan color rojo y púrpura y que ayudan a mantener la integridad de las paredes arteriales y la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Un estudio publicado en el European Journal of Nutrition en 2012, que incluyó a 38 personas con síndrome metabólico, mostró que los indicadores de coagulación regresaron a la normalidad en uno a dos meses tras el consumo de extractos de aronia negra, también se observaron cambios favorables en la coagulación y disolución del plasma, así como en los niveles de grasa sanguínea.
Remolacha
Es un vegetal de raíz rico en nitratos, que el cuerpo convierte en óxido nítrico, favoreciendo la dilatación de los vasos sanguíneos y, por ende, un mayor flujo sanguíneo.
Un estudio de 2017 en Nutrients, que incluyó a 12 personas sanas de entre 57 y 71 años, reveló una disminución en la agregación de plaquetas mononucleares tras el consumo de jugo de remolacha rica en nitratos. Este fenómeno es relevante ya que la acumulación de plaquetas puede estar relacionada con enfermedades vasculares, especialmente en personas mayores.
Pimiento rojo
El pimiento rojo contiene capsaicina, un compuesto que mejora la función arterial al relajar los músculos de los vasos sanguíneos, facilitando así la circulación sanguínea y regulando la presión arterial. Una revisión en el Journal of Nutrition and Metabolism en 2016 indicó que la capsaicina podría ayudar a:
- Reducir factores de riesgo de enfermedades cardíacas coronarias.
- Mejorar la función endotelial.
- Mantener la funcionalidad de la aorta.
- Disminuir la formación de placas ateroscleróticas.
- Minimizar la absorción de grasas y colesterol.
Tomate
Un estudio de 2006 en el American Journal of Clinical Nutrition con la participación de 90 individuos sanos, indicó que el extracto de tomate podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al limitar la actividad plaquetaria, lo que podría disminuir la probabilidad de formación de coágulos.
Nueces
Las nueces son una fuente rica en ácido alfa-linolénico, un ácido graso omega-3 que facilita el flujo sanguíneo. Un estudio de 2010 publicado en Diabetes Care con 24 pacientes diabéticos tipo 2 sugirió que una dieta alta en nueces ayuda a la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede insinuar una reducción del riesgo cardiovascular.
Granada
La granada es rica en antioxidantes y nitratos, compuestos que mejoran la circulación sanguínea, favorecen la dilatación vascular y reducen la presión arterial, lo que permite un mejor suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos, fundamental para el rendimiento físico, especialmente en deportistas.
Un estudio publicado en 2014 en Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism con 19 individuos mostró que consumir extracto de granada 30 minutos antes de hacer ejercicio aumentó el diámetro de los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y retrasando la fatiga durante el ejercicio, lo que puede contribuir al incremento de fuerza y rendimiento en el entrenamiento.
Verduras de hojas verdes
Este tipo de vegetales es rico en nitratos, que el cuerpo transforma en óxido nítrico, favoreciendo la dilatación de los vasos sanguíneos. Incluir alimentos altos en nitratos, como espinacas y col rizada, puede mejorar la circulación sanguínea, permitiendo un flujo sanguíneo más eficiente.
Cítricos
Las frutas cítricas, como naranjas, pomelos y limones, son ricas en antioxidantes, especialmente vitamina C, que reduce la inflamación, previene la coagulación y mejora la circulación. En un estudio del Journal of Epidemiology en 2011, que analizó el consumo de cítricos en 10,623 participantes, se observó que un consumo regular de estas frutas puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, en particular los infartos cerebrales.
Ajo
El ajo contiene alicina, un compuesto que relaja los vasos sanguíneos. Un estudio de 2017 publicado en el Anatolian Journal of Cardiology, realizado con pacientes con enfermedad coronaria, mostró una mejoría significativa en la dilatabilidad arterial tras tres meses de consumo de ajo en polvo.
Hierbas que favorecen la fluidez sanguínea
A continuación, se presentan algunas hierbas que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea:
Cúrcuma
Una revisión publicada en el Journal of Natural Science, Biology, and Medicine en 2013 concluyó que la cúrcuma podría reducir la agregación plaquetaria, lo que contribuiría a mejorar la circulación. Se cree que los compuestos de la cúrcuma inhiben la acumulación de plaquetas al fortalecer la formación de prostaciclina, que previene la activación plaquetaria y bloquea la formación del tromboxano, un activador de las plaquetas.
Jengibre
El jengibre puede ayudar a dilatar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. Sin embargo, una revisión publicada en el International Journal of Cardiology en 2009, indicó que hay pocas investigaciones sobre este efecto en humanos, utilizando generalmente dosis bajas que no han mostrado resultados concluyentes. No obstante, se observó que dosis de 5 gramos o más tuvieron efectos notables en la actividad plaquetaria, aunque se requieren más estudios para confirmar estas ventajas.
Es esencial consultar a un médico antes de utilizar mezclas herbales, ya que estas pueden tener riesgos inesperados, y muchas contienen compuestos activos con potentes efectos en el organismo.
Sugerencias para mejorar la circulación sanguínea
Como se mencionó anteriormente, la alimentación desempeña un papel crucial en la mejora de la fluidez de la sangre. Además, existen algunas prácticas y hábitos que pueden contribuir significativamente a mantener una buena circulación sanguínea, entre ellas se destacan:
- Dejar de fumar: Abandonar el tabaquismo es un paso fundamental para mejorar la circulación, ya que el fumar causa la constricción de los vasos sanguíneos, disminuyendo la cantidad de oxígeno en la sangre y su suministro a piernas y pies. Además, los productos químicos en el humo pueden provocar la acumulación de depósitos en los vasos sanguíneos con el tiempo.
- Perder peso: El sobrepeso está correlacionado con un mayor riesgo de arteriosclerosis. Es fundamental definir un peso saludable adecuado; contar con la orientación de un nutricionista puede ayudar a establecer un plan alimenticio efectivo para perder peso y alcanzar el objetivo deseado.
- Manejar problemas de salud crónicos: Es crucial mantener niveles de glucosa en sangre regulados, controlar la presión arterial dentro de parámetros normales y abordar problemas de salud mental como la depresión. Trabajar junto al equipo médico nos asegurará adoptar los cambios necesarios en el estilo de vida.
- Realizar actividad física regularmente: Se sugiere consultar al médico antes de iniciar un programa de ejercicios. En general, el ejercicio regular, especialmente el aeróbico, puede mejorar la condición física y promover el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos en áreas con pobre circulación, facilitando así el flujo sanguíneo a los tejidos que lo requieren.
- Mantener una adecuada hidratación: La hidratación es vital para múltiples aspectos de la salud, incluida la circulación. La deshidratación puede dañar las células que recubren los vasos sanguíneos y aumentar los niveles de inflamación, lo que puede limitar el flujo sanguíneo.
- Seguir una dieta equilibrada: Se recomienda adoptar una alimentación rica en alimentos integrales saludables, como frutas y verduras, grasas saludables y alimentos ricos en fibra, ya que esto puede mejorar la salud circulatoria, en lugar de centrarse únicamente en ciertos alimentos específicos.