La Herencia
La herencia se identifica como uno de los factores más comunes en la caída del cabello y el crecimiento deficiente del mismo. Esto puede observarse en condiciones como la alopecia androgenética en hombres y la alopecia femenina, que generalmente se desarrolla de manera gradual con el tiempo. Factores como el uso de productos alisadores en mujeres, cambios hormonales y condiciones médicas pueden contribuir a diversas formas de pérdida de cabello, ya sea permanente o temporal. Estos cambios hormonales pueden ocurrir durante el embarazo, el posparto, la menopausia, problemas con la glándula tiroides y otros. Entre las condiciones médicas que provocan la caída del cabello se incluye la alopecia areata, que causa la pérdida intermitente del cabello, y las infecciones del cuero cabelludo, como la tiña, así como el trastorno conocido como tricotilomanía, que implica la extracción compulsiva del cabello.
Trastornos de la Glándula Tiroides
Las alteraciones en la actividad de la glándula tiroides, ya sea por hipotiroidismo o hipertiroidismo, pueden resultar en una notable caída del cabello. Cada una de estas condiciones provoca un desequilibrio hormonal en el organismo, ya que las hormonas secretadas por esta glándula son esenciales para regular casi todas las funciones del cuerpo, incluyendo el crecimiento del cabello. Por lo tanto, es crucial tratar cualquier anomalía en la glándula tiroides y mantener sus hormonas bajo control, ya que esto puede detener la caída del cabello y favorecer su regeneración.
Uso de Medicamentos
El consumo de ciertos medicamentos puede ocasionar la pérdida de cabello, así como un afinamiento progresivo del mismo que puede llevar a la calvicie. Algunos de los fármacos involucrados incluyen anticonceptivos orales, anticoagulantes, antiinflamatorios no esteroides, medicamentos antidepresivos, y aquellos que contienen vitamina A derivados de retinoides. También se deben considerar ciertos tratamientos de quimioterapia utilizados para combatir el cáncer, ya que estos pueden destruir las células cancerosas, lo que a su vez puede afectar negativamente al crecimiento del cabello.
Mala Alimentación
La mala alimentación puede ser una causa significativa de la caída del cabello, provocando espacios notables en el cuero cabelludo. Las personas que no mantienen un estilo de vida saludable y no consumen las cantidades adecuadas de frutas y verduras a menudo pierden minerales esenciales que son cruciales para el crecimiento del cabello, tales como las vitaminas del grupo B, zinc, selenio, hierro y sílice. Además, factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol, ciertos medicamentos y el estrés pueden agravar esta situación. Por lo tanto, es fundamental mejorar la calidad de la dieta y considerar la ingesta de suplementos nutricionales para frenar la caída del cabello.