La Recompensa de la Oración en la Mezquita de Al-Aqsa
El Profeta Muhammad -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- destacó la gran importancia de realizar oraciones en la Mezquita de Al-Aqsa, señalando que la oración en este lugar es incomparable cuando se compara con la del Profeta Medina. Dijo: «(Una oración en mi mezquita es mejor que cuatro oraciones en otros lugares), y ciertamente es un lugar noble para rezar.» Se menciona que la oración en la Mezquita del Profeta equivale a mil oraciones, por lo tanto, se entiende que una oración en la Mezquita de Al-Aqsa equivale a doscientas cincuenta oraciones en cualquier otro lugar.
Las Virtudes de la Mezquita de Al-Aqsa
Las virtudes de la Mezquita de Al-Aqsa son numerosas, entre ellas:
- Su mención en el Corán Sagrado, donde Allah dice: «¡Glorificado sea Aquel que llevó a Su siervo de noche desde la Mezquita Sagrada hasta la Mezquita de Al-Aqsa, cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros signos!»
- Se menciona su santidad en varios versos del Corán.
- Fue el lugar de la Ascensión del Profeta Muhammad -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- durante el viaje nocturno, acompañado por el ángel Gabriel -la paz sea con él- antes de ascender a los cielos.
- Es la primera Qibla hacia la que los musulmanes se dirigían antes de enfocar sus oraciones hacia la Kaaba.
- Es el segundo lugar de culto establecido en la Tierra y el tercero al cual se puede viajar específicamente para la adoración.
- La expiación de pecados, con la voluntad de Allah, para aquellos que lo visitan con la intención de orar.
La Santidad de Jerusalén
Es indudable que lo que se considera sagrado en el Islam tiene varias regulaciones especiales, como la prohibición de la lucha, la caza de animales y aves, y la recolección de vegetación en estos lugares. La ciudad de La Meca se considera sagrada, así como también la Mezquita del Profeta. Sin embargo, existe un consenso entre los eruditos de que Jerusalén no es un lugar sagrado en el mismo sentido; es un sitio venerado y bendecido que contiene muchas virtudes, pero no es un lugar donde se prohíben las acciones mencionadas anteriormente. El erudito Ibn Taymiyyah -que Allah tenga misericordia de él- clarificó que no existe un área en Jerusalén o en Hebrón que pueda considerarse como un lugar sacro oficialmente.