Úlcera duodenal
La úlcera duodenal se refiere a una lesión que afecta el revestimiento del duodeno, que es una de las categorías de las úlceras pépticas. Estas úlceras se caracterizan por la lesión tanto en el estómago como en el duodeno. Es importante mencionar que el duodeno es la primera parte del intestino delgado, donde los alimentos se dirigen inmediatamente después de salir del estómago. En términos generales, la úlcera duodenal se relaciona con aspectos como el tiempo y el lugar, así como con el género y la edad, presentándose con menos frecuencia en hombres jóvenes y con mayor incidencia en mujeres de edad avanzada.
Síntomas de la úlcera duodenal
Una de las molestias más notorias asociadas a la úlcera duodenal es la sensación de ardor en el estómago. Además, esta condición puede provocar dolor abdominal varias horas después de las comidas, siendo este dolor más intenso cuando el estómago está vacío, lo que ocurre en intervalos entre comidas, durante la noche o al despertar por la mañana. Cabe destacar que, en algunos casos, el dolor puede incluso despertar al paciente en la noche. El organismo generalmente responde de manera positiva al alivio de este dolor mediante la ingesta de alimentos o medicamentos que reducen la acidez estomacal; sin embargo, el dolor tiende a regresar una vez que el efecto de estos tratamientos desaparece. Otros síntomas asociados con la úlcera duodenal incluyen:
- Dispepsia.
- Sensación de saciedad o distensión abdominal tras las comidas.
- Náuseas.
- Pérdida de peso.
Para obtener más información sobre los síntomas de la úlcera duodenal, se puede consultar el siguiente artículo: (¿Cuáles son los síntomas de la úlcera duodenal?).
Causas y factores de riesgo de la úlcera duodenal
El estómago produce un ácido potente que ayuda a destruir gérmenes y a la digestión de los alimentos. Para protegerse de este ácido, las células del revestimiento del estómago y del duodeno generan una barrera mucosa. En condiciones normales, existe un equilibrio entre la cantidad de ácido producido y esta barrera protectora; sin embargo, cualquier alteración en este equilibrio puede llevar a daños en el revestimiento duodenal. En cuanto a las causas de la úlcera duodenal, una de las más comunes es la infección por la bacteria Helicobacter pylori, también conocida como germen estomacal. Otros factores y causas que pueden contribuir a la inflamación del revestimiento duodenal incluyen:
- Consumo excesivo de alcohol.
- Uso de tabaco.
- Consumo prolongado y a altas dosis de ciertos medicamentos, especialmente los antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
- Historia de úlceras pépticas.
- Presencia de enfermedades severas y la terapia con radiación.
Diagnóstico de la úlcera duodenal
El diagnóstico de la úlcera duodenal generalmente implica que el médico realice preguntas sobre los síntomas del paciente y su historial médico, además de realizar un examen físico. También se pueden emplear diversas pruebas diagnósticas, que incluyen:
- Análisis de sangre.
- Examen de muestras de heces para detectar sangre.
- Trago de bario, donde se utiliza radiografía para visualizar la parte superior del tracto digestivo tras la ingesta de un líquido de bario, lo cual facilita la identificación de la úlcera.
- Pruebas para detectar la bacteria del estómago, dado que esta bacteria es la causa más común de las úlceras duodenales. La presencia de la bacteria puede comprobarse mediante análisis de heces, análisis de sangre, pruebas de aliento o biopsias, que consisten en extraer una pequeña muestra del tejido duodenal durante una endoscopia.
- Endoscopia gástrica, un procedimiento que permite confirmar la presencia de una úlcera duodenal al insertar un tubo delgado y flexible a través del esófago para observar el duodeno visualmente.
Tratamiento de la úlcera duodenal
El objetivo del tratamiento de la úlcera duodenal es eliminar la úlcera existente, prevenir complicaciones y evitar la aparición de nuevas úlceras. El médico discutirá con el paciente las modificaciones que debe hacer en su estilo de vida, que pueden incluir dejar de fumar, ya que este hábito puede agravar los síntomas y afectar la rapidez de la recuperación, así como evitar el consumo de alcohol y ciertos medicamentos antiinflamatorios de venta libre, como el aspirina y el ibuprofeno. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Medicamentos, entre los cuales el médico puede recetar:
- Antibióticos para tratar cualquier infección o riesgo de infección.
- Antiácidos de venta libre.
- Inhibidores de la bomba de protones.
- Antagonistas de los receptores H2.
- Medicamentos que recubren la úlcera.
- Medicamentos que protegen el estómago de los efectos de los AINEs.
- Endoscopia y cirugía: en casos donde la úlcera no cicatriza, se repite la aparición de úlceras, hay hemorragias o perforaciones, o surgen problemas en el vaciamiento gástrico, el médico puede optar por realizar una endoscopia y/o cirugía.
- Endoscopia, donde el médico puede utilizar un tubo delgado y iluminado para realizar diversas intervenciones como la aplicación de calor o epinefrina para detener el sangrado en la zona afectada.
- Cirugía, que puede incluir la extracción de la úlcera, la remoción de parte del intestino y la creación de una nueva conexión, o la ligadura de vasos sanguíneos que sangran. La cirugía es una opción menos común, aunque puede ser efectiva para reducir la producción de ácido significativamente.
Video sobre los síntomas de la inflamación del duodeno
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