Mejor alimentación para la gastritis.

¿Existen alimentos adecuados para la infección por Helicobacter pylori?

La bacteria Helicobacter pylori provoca una infección en el tracto digestivo, que puede llevar a gastritis o úlceras gástricas. A menudo, las personas tienden a denominar la gastritis bacteriana como intoxicación alimentaria. Es importante señalar que no existe una dieta específica para quienes padecen gastritis; sin embargo, la ingesta de ciertos alimentos puede aliviar los síntomas y disminuir el riesgo de agravamiento. Las modificaciones dietéticas pueden ayudar a proteger la mucosa gástrica y manejar la inflamación. A continuación, se presentan algunos alimentos que pueden ser beneficiosos en estas condiciones:

  • Alimentos ricos en probióticos: como el yogur, miso, kimchi, chucrut, tempeh y kombucha. Estos alimentos pueden ayudar a reducir el riesgo de gastritis causada por Helicobacter pylori o mejorar su tratamiento. Un estudio publicado en la revista World Journal of Gastroenterology en 2012 indicó que la incorporación de probióticos antes o después del tratamiento podría mejorar las tasas de erradicación de la bacteria.
  • Alimentos ricos en fibra: como manzanas, peras, avena y granos integrales, así como frutas y verduras variadas. La fibra puede reducir la cantidad de ácido en el estómago y aliviar la hinchazón y el dolor.

Para más información sobre los beneficios de la fibra, puedes leer el artículo sobre los beneficios de la fibra dietética para la salud.

  • Pimiento rojo dulce: es una fuente abundante de vitamina C, que puede ayudar a reducir las úlceras de diversas maneras, jugando un papel importante en el proceso de cicatrización. Las personas con deficiencia de vitamina C podrían ser más propensas a desarrollar úlceras.

Consulta el artículo sobre los beneficios del pimiento dulce para más información.

  • Brotes de brócoli: contienen un compuesto llamado sulforafano, que se ha demostrado que elimina Helicobacter pylori. Un estudio publicado en Cancer Prevention Research en 2009 mostró que el consumo diario de brotes de brócoli durante dos meses redujo la proliferación de la bacteria en ratones y mejoró las complicaciones en ratones y humanos con gastritis. Además, se observó que el sulforafano podría potenciar la protección química del revestimiento gástrico frente al estrés oxidativo.

Para más información sobre los beneficios del brócoli, visita el artículo sobre los beneficios del brócoli.

  • Leche: el lactoferrina, una proteína presente en la leche humana y de vaca, tiene propiedades que inhiben Helicobacter pylori. El interaction entre el azúcar lactosa y la proteína caseína genera un compuesto llamado melanoidina que inhibe el crecimiento de la bacteria. Un estudio publicado en European Journal of Gastroenterology & Hepatology en 2001 sugirió que la leche fermentada podría ayudar a reducir la infección por Helicobacter pylori.

Otro estudio, publicado en Alimentary Pharmacology & Therapeutics en 2003, indica que aunque los efectos del consumo de leche fermentada son limitados, son positivos para la gastritis asociada a Helicobacter pylori. Además, el consumo continuo de leche fermentada que contiene cepas de Lactobacillus johnsonii podría disminuir el riesgo de trastornos relacionados con la inflamación gástrica y la pérdida de saliva. Para más información sobre los beneficios de la leche, puedes leer el artículo sobre los beneficios de la leche para el organismo.

  • Regaliz: tradicionalmente utilizado para aliviar las úlceras gástricas, se ha observado que puede reducir el riesgo de infección por Helicobacter pylori. Según un estudio publicado en Journal of Ethnopharmacology en 2009, el regaliz no mata la bacteria directamente, sino que evita su adhesión a las paredes celulares.
  • Miel: se ha comprobado que el uso de miel, en combinación con un tratamiento convencional para la infección por Helicobacter pylori conocido como terapia triple, puede ayudar a acortar el tiempo necesario para erradicar la bacteria en la mucosa gástrica de pacientes con gastritis o úlceras asociadas a Helicobacter pylori, según un estudio publicado en Sultan Qaboos University Medical Journal en 2006.

Nota: La terapia triple es un enfoque común que emplean los médicos para tratar la infección por Helicobacter pylori, que implica la administración de tres tipos diferentes de medicamentos. Puedes leer más sobre los tratamientos médicos para la infección por Helicobacter pylori en el artículo sobre cómo tratar Helicobacter pylori.

Para más información sobre los beneficios de la miel, consulta el artículo sobre cuáles son los beneficios de la miel.

  • Ajo: un estudio publicado en Chinese Journal of Preventive Medicine en 2007 encontró que el ajo enriquecido con selenio inhibe de manera significativa el desarrollo de gastritis crónica provocada por Helicobacter pylori.

Para más información sobre los beneficios del ajo, puedes leer el artículo sobre cuáles son los beneficios del ajo.

  • Otros alimentos recomendados para aliviar los síntomas de la infección por Helicobacter pylori incluyen aquellos bajos en grasas, como pescado y carnes magras, así como verduras y alimentos de bajo contenido ácido.

Además, ciertas comidas pueden ayudar a reducir la presencia de la bacteria que causa las úlceras, entre ellas el brócoli, col, rábanos, manzanas, arándanos, moras, fresas, cerezas, zanahorias, y verduras de hojas verdes como espinacas y col rizada. Es esencial consultar a un médico antes de iniciar cualquier tratamiento natural, ya que no se debe reemplazar el tratamiento médico prescrito con remedios naturales. Tras la aprobación del médico, los tratamientos naturales pueden usarse como complemento al tratamiento convencional, potenciando así su eficacia.

Alimentos que pueden agravar la infección por Helicobacter pylori

Generalmente, la dieta no causa gastritis crónica, pero ciertos alimentos pueden empeorar los síntomas. Entre los alimentos que pueden irritar el estómago y agravar la inflamación se encuentran las comidas grasas y fritas, que requieren más tiempo para ser digeridas, pudiendo provocar hinchazón y dolor abdominal, empeorando las úlceras. También se deben evitar las bebidas alcohólicas, el café y los alimentos altamente ácidos, como tomates, algunas frutas y jugos de frutas, además de bebidas carbonatadas y comidas picantes.

Las personas que consumen carnes rojas, alimentos en conserva, deshidratados, salados o ahumados, así como productos procesados y enlatados o con alto contenido de gluten y azúcar, podrían ser más propensas a desarrollar gastritis. En ocasiones, los alérgenos alimentarios pueden inducir inflamación; en tales casos, el médico podría recomendar una dieta de eliminación que consiste en retirar un grupo alimenticio y observar su efecto en los síntomas.

Síntomas de la infección por Helicobacter pylori

Los síntomas de la gastritis pueden variar de persona a persona y dependen de la bacteria causante de la enfermedad, pudiendo pasar hasta cuatro días tras la infección sin que se presenten síntomas. Estos pueden incluir: vómitos, náuseas, diarrea, dolor o calambres abdominales, fiebre o escalofríos, sangre en las heces, ardor estomacal, hinchazón, pérdida de apetito, eructos y pérdida de peso inexplicada.

Es crucial consultar a un médico para un diagnóstico adecuado, ya que estos síntomas pueden parecerse a los de otras condiciones. Existen varios exámenes para diagnosticar esta infección.

Recomendaciones generales para prevenir la infección por Helicobacter pylori

No está claro cómo se transmite Helicobacter pylori, aunque hay indicios de que puede propagarse de persona a persona o a través de la comida y el agua. Algunas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de infección, que incluyen:

  • Lavar bien las manos antes de manipular alimentos, después de usar el baño y tras el contacto con animales.
  • Usar una tabla de cortar exclusiva para carnes crudas.
  • Lavar frutas y verduras cuidadosamente antes de consumirlas o utilizarlas en ensaladas.
  • Evitar el contacto cercano con personas que padecen gastroenteritis.
  • Beber agua embotellada al viajar, especialmente en países en desarrollo.
  • Evitar el consumo de carne y pescado crudo y de leche no pasteurizada.
  • Almacenar los alimentos de manera adecuada y desechar los productos caducados o en mal estado.
  • Mantener la limpieza del cocina y del baño.

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