Síntomas del síndrome premenstrual

El síndrome premenstrual, conocido comúnmente como PMS (por sus siglas en inglés), es una afección de salud muy común entre las mujeres. Se caracteriza por una serie de síntomas que aparecen de una a dos semanas antes del inicio del ciclo menstrual. La intensidad de estos síntomas puede variar desde leves hasta severos, lo que a veces requiere que la persona se ausente de su trabajo o escuela. Los síntomas pueden diferir con la edad y pueden clasificarse en síntomas físicos, así como emocionales y psicológicos, como se detalla a continuación:

Síntomas físicos

Entre los síntomas físicos que pueden acompañar al síndrome premenstrual, se incluyen los siguientes:

Dolores de cabeza.
Dolor en las articulaciones y músculos.
Estreñimiento o diarrea.
Aparición de acné.
Fatiga y cansancio.
Distensión abdominal.
Inflamación y dolor en los senos.
Cólicos abdominales.
Dolor de espalda.
Aumento de peso por retención de líquidos.
Reducida tolerancia a ruidos y luces brillantes.

Síntomas emocionales y psicológicos

Entre los síntomas emocionales y psicológicos que pueden presentarse en el síndrome premenstrual, se destacan:

Depresión, llanto fácil y sentimiento de tristeza.
Irritabilidad y conductas agresivas.
Alteraciones en los patrones de sueño.
Dificultades para concentrarse y problemas de memoria.
Tensión y ansiedad.
Cambios bruscos de humor.
Bajo deseo sexual.
Alteraciones en el apetito.
Aislamiento social.

Factores de riesgo

Aunque los científicos aún no han logrado identificar la causa principal del síndrome premenstrual, existen ciertos factores que pueden incrementar el riesgo de padecerlo. Algunos de estos factores son:

Consumo de tabaco.
Obesidad.
Factores genéticos.
Factores ambientales y sociales.
Tensión y ansiedad.
Problemas de salud física.
Estado psicológico.

Consulta médica

Existen diversas recomendaciones, cambios y tratamientos médicos que pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome premenstrual. Por lo tanto, es crucial consultar a un médico si dichos síntomas afectan la vida diaria de la mujer o si se presentan de forma severa. Estos síntomas pueden indicar problemas de salud subyacentes que requieren intervención médica. Se aconseja llevar un registro de todos los síntomas y detalles relacionados para facilitar el diagnóstico durante la consulta médica.