Divisiones de la antropología
La antropología se divide en varias ramas, ya que es una disciplina relativamente moderna. A continuación se describen sus principales divisiones:
Antropología social
La antropología social es quizás la más reconocida de todas las ramas de la antropología. Algunos opinan que es una extensión de la sociología, ya que ha surgido junto a las ciencias humanas como la lingüística y los estudios culturales, destacando al ser humano como la base fundamental de la sociedad, conocido por ser un ser social que habita en comunidades.
Esta rama se enfoca en el estudio de comunidades antiguas, a menudo denominadas pueblos primitivos, caracterizadas por su falta de herramientas avanzadas y su dependencia de métodos de subsistencia sencillos. En contraste, las sociedades modernas se distinguen por su gran avance tecnológico, así como por sus complejas estructuras sociales y sistemas políticos contemporáneos.
Antropología cultural
La antropología cultural se dedica a investigar los orígenes de las sociedades y las culturas de civilizaciones pasadas, explorando los procesos mediante los cuales estas fueron evolucionando. Su enfoque es pluridisciplinario, lo que permite el estudio de civilizaciones que abarcan desde la edad de piedra hasta épocas recientes, facilitando comparaciones para examinar cómo las diferentes culturas han respondido a factores externos.
Esta rama se basa en dos enfoques: el primero es el estudio sincrónico, que examina una cultura específica en un momento determinado; el segundo es el enfoque histórico, que se centra en el desarrollo de diversas sociedades y culturas a lo largo de la historia.
Antropología biológica
Considerada como la primera de las ramas de la antropología, la antropología biológica se vincula estrechamente con la biología, ya que ambas disciplinas estudian las características físicas y genéticas del ser humano y su impacto en la vida. Ha evolucionado notablemente en el último siglo, consolidándose como una rama moderna.
Desde su surgimiento, la antropología biológica se ha enfocado en extraer observaciones de fósiles, restos óseos y artefactos, clasificando a las civilizaciones antiguas según los resultados biológicos obtenidos de estos restos. Estrechamente asociada con la antropología física, ambas disciplinas se fundamentan en la observación y la experiencia, a diferencia de las culturas transmitidas y las contemplaciones introspectivas.
Hoy en día, la antropología biológica se beneficia de métodos avanzados, incluyendo biología molecular, migraciones de partículas en suspensión, estudios de hemoglobina y análisis matemáticos complejos relacionados con la genética. Asimismo, examina las interacciones entre la genética y fenómenos sociales y culturales observables.
Origen de la antropología
La palabra «antropología» proviene del término griego compuesto por dos partes: «Anthropos», que significa humano, y «Logos», que se traduce como conocimiento o estudio. Por lo tanto, la antropología se refiere al estudio del ser humano, abarcando a este como un organismo vivo que es capaz de interactuar dentro de un determinado sistema social gobernado por reglas específicas, comportándose de maneras definidas.
La antropología se interesa por evaluar tanto la vida primitiva del ser humano como la vida contemporánea, abarcando aspectos psicológicos, sociales, culturales, políticos y económicos. Es importante subrayar que se trata de una ciencia moderna, cuyos fundamentos fueron establecidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
La antropología guarda una profunda relación con la sociología, dado su énfasis en la vida social del ser humano a lo largo del tiempo, y es conocida como sociología comparativa; sin embargo, los académicos han apuntado que estas ciencias tienen raíces filosóficas, ya que ambas abordan temas sobre la existencia y el pensamiento humano.