La Lepra
La lepra, también conocida como enfermedad de Hansen, es una enfermedad causada por la bacteria Mycobacterium leprae, la cual daña la piel y el sistema nervioso. Esta condición se manifiesta a través de lesiones cutáneas y deformidades, lo que históricamente ha llevado al estigmatización de los afectados en muchas culturas. Las lesiones suelen aparecer en las áreas más frías del cuerpo, incluyendo los ojos, la nariz, las orejas, las manos, los pies y los genitales. La lepra comparte similitudes con la tuberculosis, ya que ambas son enfermedades granulomatosas que provocan nódulos inflamatorios en la piel y nervios, conocidos como granulomas.
Síntomas de la Lepra
Los síntomas de la lepra se manifiestan principalmente en la piel, los nervios y las membranas mucosas. Una característica distintiva de esta enfermedad es su lento desarrollo, debido a un periodo de incubación que puede variar entre seis meses y hasta cuarenta años. Este prolongado tiempo dificulta la identificación del momento y lugar de la infección. Generalmente, los síntomas se pueden categorizar según la zona afectada, como se detalla a continuación:
Síntomas Cutáneos
Entre los síntomas cutáneos que pueden presentar las personas afectadas por la lepra se encuentran:
- La aparición de manchas planas y pálidas en la piel, que a menudo carecen de sensibilidad.
- Desarrollo de nódulos en la piel.
- Sequedad, engrosamiento y rigidez de la piel.
- Formación de úlceras indoloras en la planta de los pies.
- Hinchazón o nódulos indoloros en la cara o en las orejas.
- Pérdida de cabello en las cejas o las pestañas.
Síntomas Neurológicos
La lepra puede provocar entumecimiento y pérdida de sensibilidad en ciertas áreas del cuerpo, debido a su impacto en los nervios. Esto incrementa el riesgo de quemaduras u otras lesiones que el paciente puede no notar. Por lo tanto, es crucial que los pacientes tomen precauciones para evitar heridas en las áreas dañadas y carentes de sensibilidad. Algunos síntomas resultantes del daño nervioso incluyen:
- Entumecimiento en las áreas afectadas de la piel y pérdida de sensibilidad.
- Debilidad muscular y parálisis en algunas partes del cuerpo.
- Aumento del tamaño de los nervios, especialmente los que se encuentran alrededor del codo, la rodilla y a los lados del cuello.
- Problemas oculares si las nervios faciales se ven afectados.
Síntomas en las Membranas Mucosas
Algunos de los síntomas que pueden aparecer en las membranas mucosas debido a la lepra incluyen:
- Congestión nasal.
- Epistaxis o sangrado nasal.
Complicaciones de la Lepra
Si la lepra progresa sin tratamiento, el individuo puede enfrentar una serie de complicaciones derivadas del daño permanente en los nervios, tales como:
- Pérdida de la visión.
- Deformidades faciales, a causa de los nódulos permanentes que se desarrollan.
- Disfunción eréctil y esterilidad en hombres.
- Insuficiencia renal.
- Deformidades en las manos debido a debilidad muscular, que pueden parecer garras.
- Pérdida de la capacidad para doblar los pies.
- Deformación y daño permanente en la nariz.
- Acortamiento y deformidades en los dedos de las manos y pies.
Formas de Transmisión de la Lepra
Aún no se comprende completamente cómo se propaga la lepra. Sin embargo, se cree que la transmisión ocurre cuando una persona sana inhala gotas que contienen la bacteria, provenientes de la tos o estornudos de una persona infectada. Es importante aclarar que la lepra no es altamente contagiosa. Se considera que la infección requiere contacto cercano y prolongado con una persona no tratada durante varios meses. La enfermedad no se transmite a través del contacto casual, como apretones de mano, abrazos, compartiendo espacios en transportes públicos o durante comidas. Además, no se transmite de una madre a su feto durante el embarazo, ni a través de relaciones sexuales. La naturaleza lenta de la bacteria y el largo tiempo para desarrollar síntomas complican la identificación de la fuente de la infección. Cabe destacar que ciertos animales, como el armadillo (Armadillos), pueden portar la bacteria, presentando un riesgo muy bajo de transmisión a humanos.
Factores de Riesgo para la Lepra
Las siguientes poblaciones se consideran más susceptibles a contraer lepra:
- Personas que residen en regiones donde la lepra es común, especialmente aquellos con contacto frecuente con infectados, tales como:
- Algunos países africanos, incluyendo la República Democrática del Congo, Etiopía, Madagascar, Mozambique, Nigeria y Tanzania.
- Algunas naciones asiáticas como Bangladesh, India, Indonesia, Nepal, Filipinas, Sri Lanka, China y Japón.
- Brasil.
- Personas con trastornos genéticos que afectan su sistema inmunológico, localizados en una región específica del cromosoma 6.
- Personas que trabajan con animales conocidos por ser portadores de la bacteria, como el armadillo y el chimpancé africano, especialmente si no utilizan guantes al manipular estos animales.
Tratamiento para la Lepra
El tratamiento de la lepra se basa en la administración de antibióticos durante un periodo que puede ir de seis meses a dos años, dependiendo del tipo y gravedad de la enfermedad. Es importante evitar el uso de un único antibiótico para prevenir el desarrollo de cepas resistentes a los medicamentos. La Organización Mundial de la Salud recomienda una combinación de tres antibióticos para lograr resultados efectivos: rifampicina, clofazimina y dapsona. Entre los tratamientos utilizados para reducir las complicaciones asociadas con la pérdida de sensibilidad se encuentran:
- Uso de lágrimas artificiales para asegurar la humedad en los ojos y utilización de gafas de sol.
- Revisión diaria de las extremidades y los ojos en busca de lesiones, cubriéndolas con vendajes estériles si se presentan.
- Cuidado constante de la piel.
- Realización de ejercicios diarios para mantener la flexibilidad de las extremidades y prevenir contracciones en los tendones.
- Uso de calzado adecuado para evitar úlceras en las extremidades inferiores.