Síntomas de la deficiencia de ácido fólico

Síntomas de Deficiencia de Ácido Fólico

Los síntomas relacionados con la deficiencia de ácido fólico en sangre difieren de los asociados a la anemia. A menudo, los síntomas de la deficiencia de ácido fólico son sutiles y, a continuación, se describen algunos de ellos:

  • Fatiga.
  • Intranquilidad (en inglés: Irritability).
  • Diarrea.
  • Cabello canoso.
  • Retraso en el crecimiento.
  • Inflamación de la lengua y llagas bucales.

En cuanto a los síntomas de anemia resultantes de los niveles bajos de ácido fólico, se destacan los siguientes:

  • Fatiga persistente.
  • Debilidad y letargo (en inglés: Lethargy).
  • Palidez en la piel.
  • Intranquilidad.
  • Dificultad para respirar.

Causas de la Deficiencia de Ácido Fólico

La deficiencia de ácido fólico puede ser provocada por diversas razones, que incluyen:

  • No consumir suficientes alimentos ricos en ácido fólico: Los niveles de ácido fólico pueden descender notablemente en unas pocas semanas si no se sigue una dieta rica en ácido fólico, como frutas, verduras frescas y cereales fortificados. Es importante mencionar que cocinar los alimentos en exceso o a altas temperaturas puede llevar a la pérdida de vitaminas, incluido el ácido fólico.
  • Presencia de ciertas mutaciones genéticas: Algunas personas presentan mutaciones genéticas que afectan la capacidad del cuerpo para convertir el ácido fólico de sus fuentes alimenticias o suplementos en su forma activa, conocida como Metilfolato.
  • Consumo de alcohol: La ingesta de alcohol interfiere con la absorción de ácido fólico y puede aumentar su eliminación a través de la orina.
  • Enfermedades determinadas: Algunas enfermedades, como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca, pueden dificultar la absorción del ácido fólico en el sistema digestivo.
  • Uso de ciertos medicamentos: Algunos medicamentos pueden afectar la absorción de ácido fólico, incluidos los anticonvulsivos, la nitrofurantoína y otros como el colestiramina, sulfasalazina y metotrexato, así como el antibiótico trimetoprim, que puede aumentar la deficiencia previa de ácido fólico sin causar anemia macrocítica.
  • Otros casos: Algunas circunstancias requieren altas cantidades de ácido fólico, como:
    • Situaciones fisiológicas, como el embarazo, lactancia, nacimiento prematuro y en recién nacidos.
    • Enfermedades malignas, como leucemia y linfoma.
    • Trastornos sanguíneos, como anemia hemolítica, anemia de células falciformes, beta talasemia y mielofibrosis crónica.
    • Infecciones, como tuberculosis, enfermedad de Crohn y malaria.
    • Trastornos metabólicos, como homocistinuria, un trastorno genético asociado al metabolismo del aminoácido metionina.
    • Diálisis peritoneal o hemodiálisis, utilizadas en pacientes con insuficiencia renal aguda.

Complicaciones de la Deficiencia de Ácido Fólico

A continuación, se detallan algunas complicaciones que pueden surgir debido a la baja en los niveles de ácido fólico en el organismo:

  • Anomalías congénitas en el feto.
  • Aumento del riesgo de depresión.
  • Posibles problemas en la memoria y funciones cerebrales.
  • Mayor riesgo de enfermedades alérgicas.
  • Riesgo incrementado de disminución de la densidad ósea a largo plazo.
  • Anemia, que se caracteriza por una disminución en el recuento de glóbulos rojos, así como también un descenso en las células blancas y plaquetas en casos severos.

Diagnóstico de la Deficiencia de Ácido Fólico

El diagnóstico de la deficiencia de ácido fólico se basa en diversos análisis, incluyendo:

  • Hemograma completo (en inglés: Complete blood count), un análisis común que ayuda a diagnosticar muchas enfermedades, especialmente las hematológicas, indicando anemia y, específicamente, anemia macrocítica que puede confundirse con falta de vitamina B12.
  • Análisis de niveles de vitamina B12 en sangre.
  • Examen de los niveles de ácido fólico; si los resultados muestran menos de 3 microgramos por litro de sangre, existe la posibilidad de deficiencia.
  • Determinación de la concentración de homocisteína en sangre, donde niveles elevados pueden indicar una deficiencia de ácido fólico, aunque también están influenciados por los niveles de vitamina B12 y B6, así como por problemas renales y factores genéticos.
  • Medición del nivel de ácido metilmalónico en sangre; esta prueba puede diferenciar entre la deficiencia de vitamina B12 y la de ácido fólico, ya que los niveles altos de este ácido están relacionados únicamente con la falta de B12.

Tratamiento de la Deficiencia de Ácido Fólico

El tratamiento de la deficiencia de ácido fólico consiste en abordar la causa subyacente. Por ejemplo, si se relaciona con la enfermedad celíaca, debe controlarse primero esa condición. En casos de problemas intestinales, el sujeto puede requerir tratamiento a largo plazo, pudiendo ser a través de suplementos dietéticos de ácido fólico por vía oral, inyecciones intramusculares, o en raras ocasiones, intravenosas. Además, ajustar la dieta para incluir una mayor cantidad de ácido fólico puede ayudar a aumentar sus niveles en el cuerpo.

Deficiencia de Ácido Fólico en Embarazadas

Las mujeres necesitan cantidades aumentadas de ácido fólico durante el embarazo, ya que es esencial para la formación del ADN en el crecimiento fetal. Por ello, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) recomiendan a las mujeres en edad fértil consumir 400 microgramos de ácido fólico, además de incluir alimentos ricos en este nutriente. Su déficit puede afectar la división celular normal, comprometiendo el crecimiento del feto y la placenta, lo cual puede llevar a complicaciones antes o durante el parto y potencialmente resultar en un bebé con bajo peso.

El déficit de ácido fólico en la mujer embarazada puede provocar defectos en el tubo neural en el niño, problemas de salud serios que afectan la médula espinal, el cerebro o la columna vertebral, incluso provocando la muerte. Estos defectos incluyen:

  • Espina bífida, que se produce cuando la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el embarazo, provocando la protrusión de la médula espinal, que puede estar cubierta por un saco lleno de líquido cerebral. Esto puede afectar los nervios que controlan el movimiento de las piernas y otras partes del cuerpo del niño, ocasionando discapacidades a largo plazo y requerimiento de múltiples operaciones quirúrgicas.
  • Anencefalia, un defecto que afecta la cabeza y ocurre cuando la parte superior del tubo neural no se cierra, resultando en el subdesarrollo de gran parte del cerebro y el cráneo. Estos niños generalmente no sobreviven al nacimiento o fallecen poco después.

Es crucial que las mujeres embarazadas o que planean quedar embarazadas obtengan la cantidad diaria recomendada de ácido fólico al menos tres meses antes y durante el embarazo, ya que esto ha demostrado reducir drásticamente el riesgo de defectos en el tubo neural. La cantidad recomendada para mujeres embarazadas es de 600 microgramos diarios, y se sugiere consultar al médico antes de tomar suplementos de ácido fólico durante el embarazo.

Cantidades Recomendadas de Ácido Fólico

A continuación, se presentan las cantidades recomendadas de ácido fólico según diferentes grupos de edad:

Grupo de Edad Cantidad Recomendada (microgramos)
Recién nacidos (0-6 meses) 65
Infantes (7-12 meses) 80
Niños (1-3 años) 150
Niños (4-8 años) 200
Niños (9-13 años) 300
Adolescentes (14 años y más) 400
Mujeres embarazadas (14 años y más) 600
Mujeres en periodo de lactancia (14 años y más) 500

Resumen sobre el Ácido Fólico

El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, forma parte de las vitaminas del grupo B. Este nutriente es soluble en agua, lo que significa que no se almacena en el tejido graso y el exceso se excreta a través de la orina. El ácido fólico cumple varias funciones vitales en el organismo, que incluyen la ayuda en la descomposición de proteínas y su reutilización para la creación de nuevas proteínas en el cuerpo, en colaboración con la vitamina B12 y la vitamina C, así como la formación de glóbulos rojos y blancos, y la producción del ADN, que es esencial para la construcción de los organismos, almacenando información genética vital.

Gracias a su papel en la formación de glóbulos rojos, la deficiencia de ácido fólico provoca una reducción en la cantidad de estos, resultando en anemia por falta de suficientes glóbulos rojos sanos que alimenten a los tejidos del cuerpo con oxígeno. Cabe destacar que la anemia por deficiencia de ácido fólico también es conocida como anemia macrocítica, donde los glóbulos rojos pueden ser anormalmente grandes en comparación con lo normal, siendo observables como grandes células en la médula ósea.

Para más información sobre esta vitamina, se puede consultar el artículo sobre qué es el ácido fólico.

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