Síntomas de los quistes ováricos
En la mayoría de las ocasiones, los quistes ováricos son de pequeño tamaño y no presentan síntomas. Generalmente, los síntomas aparecen cuando el quiste alcanza un tamaño considerable. Sin embargo, incluso en estos casos, los síntomas pueden ser leves. A continuación, se enumeran algunos de ellos:
- Inflamación y sensación de pesadez en el abdomen.
- Dolor en la zona pélvica antes y durante el ciclo menstrual.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Alteraciones en el movimiento intestinal.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor en los senos.
- Malestar en la parte baja de la espalda y en los muslos.
En algunas ocasiones, pueden aparecer síntomas severos si los quistes se rompen, lo que exige atención médica inmediata. Algunos de estos síntomas son:
- Dolor agudo en la región pélvica.
- Mareo y fatiga general.
- Respiración rápida.
- Fiebre.
Causas de los quistes ováricos
Entre las causas más comunes que conducen a la formación de quistes ováricos se encuentran:
- Trastornos hormonales: El uso de ciertos medicamentos hormonales o problemas hormonales pueden dar lugar a la formación de quistes.
- Embarazo: Pueden desarrollarse quistes ováricos en las etapas tempranas del embarazo como parte del proceso de apoyo a la gestación hasta que se forme la placenta. Sin embargo, en algunos casos, estos pueden persistir hasta etapas avanzadas del embarazo y requerir extracción.
- Infecciones pélvicas severas: Las infecciones pueden diseminarse desde la pelvis hacia los ovarios y las trompas de Falopio, lo que podría resultar en quistes ováricos.
- Endometriosis: Esta condición, también conocida como endometriosis, puede provocar la formación de un tipo específico de quiste ovárico, causando dolor durante la menstruación y las relaciones sexuales.
Tratamiento de los quistes ováricos
La mayoría de los quistes no requieren intervención médica, ya que tienden a resolverse por sí solos. Sin embargo, existen casos que demandan tratamiento, el cual dependerá de varios factores como la edad, el tamaño y el tipo de quiste, así como los síntomas presentes en la paciente. En muchas situaciones, los quistes se monitorean mediante estudios de imagen hasta que desaparecen de manera espontánea en unos meses, siempre que no se presenten síntomas o el quiste sea pequeño y lleno de líquido. En otros casos, se puede recurrir a medicamentos hormonales para tratar los quistes y prevenir su recurrencia. Es importante mencionar que la intervención quirúrgica puede ser necesaria si el quiste es grande o si causa un dolor intenso.