¿Qué son las Constelaciones?
Las constelaciones, también conocidas como «grupos estelares», son conjuntos de estrellas que, desde tiempos antiguos, se han imaginado formando figuras o dibujos en el cielo que representan objetos o criaturas familiares para los seres humanos de épocas pasadas. Con el tiempo, cada constelación recibió un nombre específico, permitiendo a astrónomos y navegantes identificarlas con precisión en el firmamento y usarlas como referencia.
Desde la Edad Media, todas las constelaciones conocidas, junto con otras más pequeñas -que son partes de las constelaciones-, y las estrellas individuales, recibieron nombres basados en mitologías antiguas, fenómenos atmosféricos observados anteriormente, o simbolizando creencias religiosas específicas de las culturas de la época.
Se pensaba originalmente que los nombres de las constelaciones y mitologías eran de origen griego, sin embargo, investigaciones posteriores han desmentido esta creencia a través del estudio de numerosas leyendas helénicas que están vinculadas a las estrellas y las agrupaciones que forman. A partir de las inscripciones reveladas en ese periodo, y los esfuerzos por descifrar la escritura cuneiforme famosa de Mesopotamia, se llegó a la conclusión de que en muchos casos, aunque no en todos, las leyendas griegas tienen equivalentes en la antigua civilización de Mesopotamia.
Historia de las Constelaciones
Desde tiempos inmemoriales, el cielo, junto con los fenómenos que en él ocurren, ha sido un objeto de fascinación para la humanidad. Muchas preguntas y curiosidades han surgido a lo largo del tiempo, y es un hecho que, independientemente de las diferencias culturales, orígenes y creencias, las personas han sentido un profundo asombro al observar el cielo nocturno.
Al mirar hacia arriba y contemplar las diversas agrupaciones de estrellas, los antiguos intentaban conectar esos puntos de luz, dándole forma a algo que les resultara familiar y comprensible.
A través de las sucesivas civilizaciones, desde los griegos hasta los babilonios, los pueblos antiguos lograron identificar numerosas constelaciones en el cielo nocturno sobre sus territorios. Para disfrutar del tiempo o distinguirlas de otras, les otorgaron nombres que representaban héroes, criaturas míticas o incluso deidades de sus creencias religiosas.
De todas esas agrupaciones estelares, hasta el día de hoy se utilizan 48 constelaciones, eligiéndose generalmente las más brillantes y dejando de lado las de menor luminiscencia. Esta es la razón por la cual las constelaciones del hemisferio sur, invisibles para quienes se encontraban en latitudes del norte, fueron excluidas inicialmente.
Para corregir esta omisión, los astrónomos posteriormente añadieron 40 nuevas constelaciones, llenando los vacíos en el cielo entre las agrupaciones antiguas, lo que elevó el número total a 88 constelaciones que adornan el firmamento nocturno.
Aunque las constelaciones modernas no presentan formas particularmente distintivas, cuentan con líneas claras que las distinguen de otras agrupaciones, lo que ha facilitado una mejor comprensión de la astronomía entre las personas, permitiéndoles identificar los lugares que desean alcanzar y localizar otros cuerpos celestes que se encuentran cerca de las constelaciones que les son familiares.
Constelaciones Más Conocidas
Como se mencionó anteriormente, existen múltiples constelaciones, entre las que destacan las siguientes:
- La Osa Mayor
La Osa Mayor es parte de una constelación conocida como «Ursa Major» y es visible en el cielo del hemisferio norte. Esta constelación incluye partes bien conocidas entre los observadores de estrellas, como «la taza» y «el mango largo».
Es fácil localizar la Osa Mayor en las noches de verano, en la parte norte del cielo. Al observarla, «el mango» representa la cabeza y el cuello del oso, mientras que «la taza» simboliza su pecho, con las patas delanteras extendiéndose desde la esquina inferior derecha de la taza.
- La Osa Menor
Esta constelación también es parte de «Ursa Major» y puede identificarse mirando hacia la derecha de «la taza» y continuando recto hacia el norte hasta llegar a «Polaris», la estrella del norte brillante que se encuentra en la punta del «mango», el cual forma la cola de la Osa Menor.
- Orion
Una de las constelaciones más fáciles de ver es «Orion», la cual se puede localizar siguiendo las tres brillantes estrellas que forman la línea del «cinturón del cazador». A partir de ahí, se distingue «Betelgeuse», una estrella brillante que representa el sobaco del cazador; y al continuar hacia el este a lo largo del brazo que sostiene el arco, en el área ocupada por las estrellas que forman el tronco y brazos del cazador, se puede ver la espada del cazador colgando de su cinturón.
- Tauro
Si logras ubicar a Orion, será sencillo encontrar a Tauro, ya que esta constelación se encuentra justo encima de «Orion». Se caracteriza por la presencia de la estrella roja brillante «Aldebaran», ubicada cerca del cruce de los cuernos del toro. Arriba de Tauro se encuentra otra constelación famosa conocida como «Las Pléyades», reconocida por su notable belleza.
- Geminis
Desde «Orion», llegar a Geminis es igualmente simple, siguiendo el lado más alto del brazo del cazador. La forma de esta constelación se asemeja a dos gemelos en posición de abrazo, y para identificarlos busca a los gemelos que tienen troncos, brazos y piernas; siendo el de la izquierda el que alza una pierna, como si estuviera realizando un baile.