Deficiencia de Sodio
Los niveles normales de sodio en la sangre oscilan entre 135 y 142 milimoles por litro. La hiponatremia, o deficiencia de sodio en la sangre, es uno de los trastornos electrolíticos más comunes en la población de edad avanzada. El envejecimiento se considera un factor significativo que incrementa el riesgo de desarrollar hiponatremia de manera considerable. Investigaciones han demostrado que la hiponatremia está asociada con un pronóstico desfavorable en enfermedades en personas mayores, ya que incrementa independientemente el riesgo de mortalidad. Actualmente, se estima que cerca del 8% de los ancianos sufre de hiponatremia, con una prevalencia que aumenta notablemente con la edad.
Síntomas de la Deficiencia de Sodio en Ancianos
Muchos ancianos con deficiencia de sodio no presentan síntomas evidentes hasta que los niveles caen por debajo de 125 milimoles por litro. La deficiencia de sodio provoca la hinchazón de las células cerebrales, debido al movimiento del agua hacia el interior de estas. Entre los síntomas de hiponatremia severa en personas mayores se incluyen: náuseas, dolor de cabeza, letargo, confusión, y en casos extremos, coma o paro respiratorio. Además, la deficiencia de sodio en sangre puede resultar rápidamente en irritabilidad y calambres musculares. Los síntomas más comunes que pueden observarse en ancianos con hiponatremia crónica son letargo, confusión y malestar general.
Causas de la Deficiencia de Sodio en Ancianos
Las causas más frecuentes de deficiencia de sodio y potasio en ancianos incluyen:
- Medicamentos: La hiponatremia puede ser consecuencia del uso de ciertos fármacos como diuréticos, antidepresivos y analgésicos, que afectan el funcionamiento hormonal y renal, los cuales regulan los niveles de sodio en sangre. Otros medicamentos que pueden afectar estos niveles son:
- Carbamazepina.
- Clorpropamida.
- Clofibato.
- Ciclofosfamida.
- Opioides.
- Oxitocina.
- Fenotiazinas.
- Antidepresivos tricíclicos.
- Vincristina.
- Problemas cardíacos, renales y hepáticos: Algunas afecciones en estos órganos pueden provocar acumulación de líquidos en el cuerpo, reduciendo así la concentración de sodio en sangre.
- Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH): Esta condición médica se caracteriza por la producción excesiva de esta hormona, provocando que el cuerpo retenga agua en lugar de eliminarla adecuadamente.
- Deshidratación: El vómito crónico o severo, así como la diarrea, pueden provocar deshidratación y pérdida de electrolitos, incluyendo sodio, además de aumentar los niveles de hormona antidiurética.
- Ingesta excesiva de agua: Beber grandes cantidades de agua puede diluir los niveles de sodio, reduciendo la capacidad renal para excretar el agua. La pérdida de sodio a través del sudor durante actividades físicas intensas, como maratones, también puede disminuir los niveles de sodio en sangre.
- Cambios hormonales: La insuficiencia adrenal, conocida como enfermedad de Addison, puede resultar en la incapacidad de las glándulas suprarrenales para producir hormonas que mantengan el equilibrio de sodio, potasio y agua en sangre. Asimismo, el hipotiroidismo puede causar disminución de sodio en sangre.
- Drogas recreativas como el éxtasis: Este tipo de anfetamina aumenta el riesgo de casos severos y potencialmente mortales de hiponatremia.
Prevención de la Deficiencia de Sodio en Ancianos
La hiponatremia en ancianos se puede prevenir mediante diversas estrategias proactivas:
- Cautela en la prescripción de medicamentos que puedan causar deficiencia de sodio: Es esencial tener precaución al recetar fármacos a ancianos, especialmente a aquellos con factores de riesgo para el SIADH. Algunas consideraciones incluyen:
- Utilizar dosis menores de medicamentos que puedan inducir deficiencia de sodio en personas mayores.
- Optar por tratamientos alternativos a fármacos que podrían bajar los niveles de sodio, como cambiar diuréticos tiazídicos por beta bloqueadores o bloqueadores de canales de calcio, que no provocan hiponatremia. También es recomendable usar antidepresivos que sean más seguros en términos de efectos en el sodio, como bupropión y mirtazapina.
- Suspender el uso de medicamentos que causaron hiponatremia y evitar su reinscripción una vez que los niveles de sodio sean normales.
- Tratar condiciones subyacentes que contribuyan a la hiponatremia: El tratamiento de enfermedades como la insuficiencia adrenal puede ayudar a mantener niveles adecuados de sodio en sangre.
- Autoconocimiento: Los ancianos que padecen condiciones que aumentan su riesgo de hiponatremia, o que toman diuréticos, deben estar informados sobre los signos y síntomas de niveles bajos de sodio. Se les recomienda discutir con sus médicos cualquier medicamento nuevo que pudiera incrementar el riesgo de hiponatremia.
- Tomar precauciones durante actividades físicas intensas: Los atletas deben asegurarse de consumir líquidos equivalentes a lo que pierden a través del sudor en estas actividades. También es importante que la sed sea un indicador de la necesidad de hidratación.
- Consultar al médico sobre la ingesta de bebidas deportivas: El consumo de bebidas deportivas que contienen electrolitos, incluyendo sodio, durante actividades extenuantes puede disminuir el riesgo de hiponatremia.
- Hidratación adecuada: Beber agua es crucial para la salud, pero es necesario evitar el exceso. La sed y el color de la orina son excelentes indicadores de la cantidad de líquido necesaria. Ausencia de sed y orina de un color amarillo claro son señales de una adecuada hidratación.