Historia de Babilonia
La ciudad de Babilonia, ubicada en Irak a noventa kilómetros al sur de la capital, Bagdad, es considerada uno de los sitios arqueológicos más significativos del país. Antigua capital del reino babilonio, la ciudad alcanzó gran notoriedad durante el reinado del rey Hammurabi. Sin embargo, su esplendor se consolidó bajo el mandato del rey Nabucodonosor II, quien fue responsable de la construcción de numerosos monumentos y lugares emblemáticos que caracterizaron a Babilonia.
Babilonia se destacó en la antigüedad como un importante centro comercial y religioso del reino babilonio. La civilización babilónica floreció durante el gobierno de Hammurabi, un período que se conoce como la «época dorada» para la región iraquí, que duró 43 años. Además, es notable que Babilonia es mencionada en el Corán: “Y lo que fue enviado a los dos ángeles en Babilonia, Harut y Marut” [Al-Baqarah: 102].
Patrimonio de la ciudad de Babilonia
La ciudad de Babilonia alberga numerosas obras y monumentos arqueológicos de gran importancia, entre los cuales se encuentran:
Los Jardines Colgantes de Babilonia
Los Jardines Colgantes fueron construidos en el siglo VII a.C. por Nabucodonosor II como una muestra de amor hacia su esposa, Semiramis, quien añoraba las flores y bosques de su tierra natal. Su nombre se debe al crecimiento de plantas ornamentales en las terrazas de los palacios, las cuales eran irrigadas de manera ingeniosa.
Reconocidos como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, los Jardines Colgantes son considerados una de las obras más grandes de la arquitectura antigua. Su construcción se llevó a cabo con piedras raras, que llegaban como obsequios al rey, y contenían una diversidad de plantas y árboles que eran regados con agua almacenada en cisternas ubicadas en los niveles superiores del palacio.
La magnificencia de estos jardines se manifestaba especialmente en primavera y verano, cuando los aromas de sus flores y la fragancia de las plantas se esparcían por el aire. Los Jardines Colgantes se convirtieron en un símbolo del poder de Nabucodonosor para crear un oasis de belleza en medio del árido desierto que caracterizaba la región en aquel entonces.
El León de Babilonia
Este es un imponente estatua de piedra, con una altura de 1195 cm y un largo de 260 cm, que representa a un león en el acto de cazar a un ser humano, simbolizando así a un enemigo.
La Puerta de Ishtar
Recibe su nombre porque «Ishtar» significa «luz de la mañana» en hebreo. Ishtar era la diosa del amor y la guerra para los babilonios. La Puerta de Ishtar es una fortaleza histórica que se distingue por su estilo particular, elaborada con gran elegancia y calidad en su construcción. Además, se adorna con numerosas figuras artísticas, incluyendo relieves de animales y plantas, diseñados con cerámica, destacándose por su precisión y artesanía. Su ornamento incluye cerámica de colores y diversas inscripciones grabadas en sus paredes negras, que simbolizan a la diosa Ishtar, toros que representan al dios Adad, así como dragones que evocan al dios Marduk.