El Sucesor del Ser Humano
El papel del ser humano como sucesor en la tierra es una tradición que Dios -Altísimo- estableció desde la creación del mundo y de sus habitantes. La finalidad de este sucesor y su capacidad de actuar es la adoración hacia Dios -Altísimo-, aprovechando los recursos naturales y dominando lo que contiene la tierra. Este nombramiento de Dios para el ser humano es, sin duda, un regalo y un honor que Él otorga a Sus siervos, además de ser una puerta al desafío y la prueba, para que se distinga a los sinceros y agradecidos entre Su creación.
Versículos del Sucesor del Ser Humano en la Tierra
Existen numerosos versículos en el Corán que hablan sobre la designación de Dios del ser humano como sucesor en la tierra. A continuación, se mencionan algunos de ellos:
- (Y Dios ha prometido a aquellos de ustedes que creen y realizan buenas obras, que les hará sucesores en la tierra, como hizo con aquellos que vinieron antes de ustedes, y que consolidará su religión, que Él ha escogido para ustedes. Y les proporcionará seguridad después de su temor; me adorarán y no asociarán nada conmigo. Y quien no crea después de esto, esos son los transgresores).
- (Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: «Ciertamente, voy a hacer en la tierra un sustituto»).
- (Si Él quisiera, podría hacer que ustedes desaparezcan y sustituirlos con otro pueblo que Él desee).
- (Y es Él quien los hizo sucesores en la tierra).
- (Y recuerden cuando los hicimos sucesores después de la gente de Noé).
- (Y recuerden cuando los hicimos sucesores después de ʿĀd, y les dimos asentamiento en la tierra).
- (Él dijo: «Quizás su Señor destruirá a su enemigo y los hará sucesores en la tierra»).
- (Luego, los hicimos sucesores en la tierra después de ellos, para ver cómo se comportan).
- (Y los hicimos sucesores y ahogamos a aquellos que desmintieron nuestras señales).
- (Y mi Señor hará que un pueblo distinto de ustedes sea sucesor, y no le perjudicarán en nada).
- (Y Dios ha prometido a quienes creen entre ustedes y realizan buenas obras que los elevará en la tierra).
- (Él es quien los ha hecho sucesores en la tierra. Quien no crea, su incredulidad recaerá sobre él).
- (¿Quién responde al afligido cuando lo llama y quita el mal, y los convierte en sucesores en la tierra? ¿Acaso hay un dios junto a Dios? Pocos son los que reflexionan).
- (Y si quisieras, haríamos de ustedes ángeles en la tierra que sucedieran a otros).
- (Crean en Dios y en Su Mensajero y gasten de lo que les ha sido confiado; en verdad, quienes de ustedes creen y gastan tendrán una gran recompensa).
- (Y deseamos favorcer a aquellos que han sido oprimidos en la tierra y hacerlos líderes, y convertirlos en herederos).
- (Y hemos heredado al pueblo que fue oprimido en las regiones este y oeste de la tierra que hemos bendecido. Y se cumplió la promesa de tu Señor sobre los Hijos de Israel por lo que fueron pacientes; y destruimos lo que construyó Faraón y su pueblo y lo que estaban cultivando).
- (Él es quien los creó de la tierra y les ha dado la oportunidad de prosperar en ella).
Tipos de Sucesión
Primero: Sucesión General
La sucesión general se refiere al nombramiento de Dios -Altísimo- sobre los seres humanos en la tierra, para que la construyan y mantengan de acuerdo con su voluntad -Sublime-. Este concepto se originó desde la creación al designar a Adán -la paz sea con él- como sucesor en la tierra. En su contexto, se comprendió como el aprovechamiento por parte de la humanidad de la tierra y sus recursos.
Segundo: Sucesión Especial
La sucesión especial es el favor que Dios -Altísimo- otorga a ciertos individuos de Sus siervos de manera particular. Un ejemplo de esto es la designación de países, lo que implica que Dios establece fronteras y autonomía para una nación, con líderes que gestionan sus asuntos. Esto se menciona en el versículo: (Y deseamos favorecer a aquellos que han sido oprimidos en la tierra y hacerlos líderes, y convertirlos en herederos), así como en la sura «Sujud»: (Y hemos hecho de ellos líderes que guían por Nuestra orden, después de que mostraron paciencia y estaban convencidos de nuestros signos).