Abu Jafar Al-Nahhas (Gramático y Erudito en Ciencias del Corán egipcio)

Nombre, genealogía y apodo

Se trata de Abu Ja’far Ahmad ibn Muhammad ibn Isma’il al-Nahhas, conocido como Ibn al-Nahhas. Fue un destacado lingüista, literato y exegeta, con un vasto conocimiento, una rica obra narrativa y una prolífica producción literaria. Siempre que se dedicaba a escribir, su pluma producía obras de calidad excepcional.

Nacimiento y formación

Las fuentes históricas que han documentado la vida de al-Nahhas no especifican con claridad el lugar y la fecha de su nacimiento. Sin embargo, se presume que nació, creció y recibió su educación en Egipto. Las referencias sobre su situación social son escasas, aunque su apodo «al-Nahhas» sugiere que pertenecía a una familia involucrada en la industria de utensilios de cobre, lo que indica que no provenía de un entorno acomodado.

Trayectoria académica

Abu Ja’far al-Nahhas inició su formación en su ciudad natal, Egipto, donde mostró un especial interés en las ciencias religiosas y lingüísticas. Aunque ganó renombre en el ámbito de la gramática, su curiosidad lo llevó a desplazarse frecuentemente entre Egipto, Irak y también a Siria, donde se instruyó en la sabiduría de muchos académicos y maestros de renombre. Con el tiempo, se convirtió en un erudito respetado en los campos del lenguaje, la literatura y la gramática, y también profundizó en los estudios de ciencias religiosas como la exégesis, el hadiz y la jurisprudencia.

Principales maestros

Abu Ja’far al-Nahhas recibió educación de numerosos eruditos de su tiempo, tanto en Egipto como en el extranjero, en regiones como Irak y Siria. Aquellos que revisan sus obras pueden notar la riqueza cultural resultante de su formación con destacados académicos en gramática, literatura, exégesis y jurisprudencia. Algunos de los maestros de los que se formó son:

  • Abu al-‘Abbas al-Mubarrad

Abu al-‘Abbas al-Mubarrad, cuyo nombre completo es Muhammad ibn Yazid al-Thumali al-Azdiy, nació en Basora en el año (201 d.H.) y convivió con varios califas abasíes. Era ampliamente conocido como un erudito en retórica, gramática y crítica literaria. Falleció en el año (285 d.H).

  • El Akhfash

Ali ibn Sulayman ibn al-Fadl, conocido como Abu al-Hasan al-Akhfash, no se le atribuyen obras notables, solo se menciona que en su visita a Egipto en el año (287 d.H.), impartió conocimiento a Ibn al-Nahhas, quien lo admiraba. Falleció en el año (315 d.H).

  • Al-Nafthawi

Abu Abdallah Ibrahim ibn Muhammad ibn Arafah, nació en Irak en la ciudad de Wasit en el año (244 d.H.). Era conocido por su conocimiento en árabe, literatura y hadiz, además de ser un hábil memorizador del Corán. Falleció en el año (323 d.H).

  • Abu Ishaq al-Zajjaj

Abu Ishaq al-Zajjaj, cuyo nombre completo es Ibrahim ibn Muhammad ibn al-Sarri ibn Sahl, nació en Bagdad en el año (241 d.H.). Era un especialista en gramática y literatura, y se dedicó a estudiar con al-Mubarrad, convirtiéndose en uno de sus alumnos más destacados. Falleció en el año (311 d.H).

Obras destacadas

El legado de Ibn al-Nahhas incluye una serie de obras significativas en lengua, literatura, poesía y en el ámbito de la exégesis y el Corán. Su amplia formación con numerosos académicos enriqueció su producción literaria. Entre sus obras más reconocidas se encuentran:

  1. I’rab al-Qur’an (Análisis del Corán)
  2. Ma’ani al-Qur’an (Significados del Corán)
  3. Tafsir al-Qur’an (Exégesis del Corán)
  4. Tafsir de los versos de Sibawayh
  5. Al-Nasikh wal-Mansukh (El texto abrogante y el abrogado)
  6. Sharh al-Mu’allaqat al-Sab’a (Comentario sobre las siete mu’allaqat)

Fallecimiento

Abu Ja’far Ahmad ibn Muhammad al-Nahhas falleció en Egipto el sábado 5 de Dhu al-Hiyya en el año (338 d.H.), aunque también se menciona el año (337 d.H.) como posible fecha. Se dice que su muerte se produjo cuando se encontraba sentado en las escaleras de una referencia en la orilla del Nilo durante un periodo de creciente del río. Estaba recitando poesía y, según algunas personas del lugar, se comentó que estaba «encantando» al Nilo para que no aumentara su caudal, lo que podría provocar un aumento en los precios. En consecuencia, una persona lo empujó al agua, y no se supo más de él.

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