Poema sobre la Sabiduría y la Experiencia
El Imam Al-Shafi’i señala:
No comprende la sabiduría quien, en su vida,
se afana por el bienestar de su familia.
Y no obtiene conocimiento, sino el joven,
despojado de pensamientos y preocupaciones.
Si el sabio Luqmān, a quien todos alaban,
hubiera padecido pobreza y cargas familiares,
no habría podido diferenciar entre la paja y las verduras.
Poema a la Sabiduría
El poeta Abu Alaa Al-Ma’arri expresa:
Conduceme al que posee sabiduría,
conducíme a él, por favor,
contemplo la gloria que otorgaron a la resplande,
¿cómo puede uno protegerse del barro del rey?
Temo, sin embargo, no desear este destino,
pues es el mejor camino que se ha recorrido.
Te liberará de una vida amarga,
y de riquezas perdidas y de ganar pérdidas.
Poema sobre la Sabiduría de las Mujeres
Citado por Qasim Haddad:
Las mujeres traicionadas por sus hombres
se dejaron llevar por la desesperación,
y casi se lanzan a arrojar anillos a los hombres,
pero lograron contenerse y se dieron la vuelta a sus hogares.
Preparan la cena con especias,
y llenan las lámparas con aroma de azafrán,
en la búsqueda de preguntarse,
se afilan los nombres de sus amantes con el alma.
Y en ello había sabiduría.
Una mujer preguntó,
mientras rasgaba las camisas,
¿por qué no suelta el bosque a sus criaturas de una vez,
probe el carácter de las mujeres traicionadas,
prisioneras de la soledad en amplias habitaciones
como el invierno del exilio?
Era una reflexión sabia,
una mujer tomó las perlas de su esposo
y comenzó a romper las trancas de las puertas,
y levantó cortinas de las ventanas,
abrió el espacio en todos los rincones de la casa.
Dejó que la luna se quedara despierta en el vestíbulo,
y las estrellas guardaran los accesos,
para que ninguna criatura se sienta sola en la oscuridad.
Esta fue una acción valiente,
la que hizo despertar las piedras del bosque
y dio un nuevo impulso a las batallas.
No estaba solas las mujeres en su pasión por el trabajo,
y en ello había sabiduría.
Una mujer arrastró su lecho hacia el patio,
y liberó al monstruo de las leyendas con el sahumerio,
comenzó a cantar
con un coro de ángeles a su lado,
y el incienso como su compañera.
Era un placer para ella unirse al aire,
y en ello había sabiduría.
Una mujer sacó su cofre de boda,
lleno de cartas de alegría,
y comenzó a leer las palabras más bellas,
como quien recita conjuros en un altar.
Los transeúntes se detenían a escuchar,
fascinados por las palabras del corazón.
La mujer disfrutaba, como en el amor,
y la sombra de una persona aparecía en la memoria,
la brisa alababa sus palabras,
como quien despierta la sed de la tentación,
y en ello había sabiduría.
La dedicación no se agota, sino que aumenta.
Una mujer desató su cabello
y empezó a tejer un velo misterioso,
superando la presencia fija,
y seduciendo su mente con formas de viaje.
Llora y ríe con un afán extraño
y contempla la sabiduría del corazón.
Un grupo de seres de placer se reunía,
escribiendo libros y llenando la naturaleza de secretos,
y en ello había sabiduría.
Mujeres traicionadas por sus hombres,
quienes las habían engañado,
las mujeres exhibían sus encantos,
parece que había sabiduría en ello.
Poema sobre la Sabiduría del Árbol
Según Qasim Haddad:
Los arbustos azules por el intenso frío,
cargados de espera y conocimiento,
le dieron un consejo a él,
advertido por véase el desvelo.
Le aconsejó que no transite bajo su sombra azul, mientras llora,
reservando su elocuencia de colores.
Él, con los hombros cubiertos por el abrigo,
limpia el barro de sus pies,
se agacha ante el peso del pan,
y se resiste a los rencores.
Transformaciones han llevado su mano al trabajo,
y ha inundado sus pestañas con luces.
Arbustos que son ellos mismos, cautivos de las transformaciones,
amarillos de celos,
y rojos por la exuberancia.
Poema de Clamor al Señor
El poeta Abu Al-Fayd Al-Kattani dice:
Oh Señor, este tiempo se ha desviado,
dentro de nuestras vidas y sus lamentos.
Las calamidades han logrado aferrarse a nosotros,
¿hay algún médico que entienda mi mal?
Tuve un tesoro de paciencia a resguardo,
del cual solo me quedan restos llorando.
Hoy, las calamidades me atacan duramente,
que apenas proceden de ellas las certezas.
Parece querer acercarse, como si ansiarán la unión,
pero su dolorso me hacen el consuelo débil.
El asombro me lleva a clamar al triste hondo,
sufrir con palabras que cuesten su llanto.
Y si lo deseas, me angustiarás y me verás enfermo,
si decides mi daño, yo aceptaré mi suerte.
Y si decides prolongar mi pena, yo estaré conforme,
indudablemente tanto sufrimiento es mi dicho.
Hazlo así, quejaré y esperaremos, no hay paz en vano,
que de mis penas soy el único que acepta.
Sin embargo, si tujeteando me enfrentas, que no vea el día.
Que ruega por mí, y consuelo estoy yo mismo,
pues Llame al cielo, que a entenderme despierte.
Clamo, O Dominante, líbrame de todo mal,
protégenos y enséñanos.
Y cuídame del sufrimiento, pues me abruma en mi dolor,
llame a mí, como susurro el constante.
Oh, Señor, ¿por qué de Ti no tengo más remedio, aferrado en esto?
No hay nada que disfrutar, pues no quiero ni las calamidades.
Y te imploro, que eres lo más elevado, hasta la iniquidad,
y yo le lanzo mis molestias al tiempo.
Y si el gran consuelo me encuentra, es tristeza en la sinrazón.
Entiende mi súplica, al menos hasta el último pasaje.
Aquellos que son tozudamente índicos, comprenden y se comprometen.
Poema sobre La Vida y el Paso del Tiempo
Yahia Al-Ghazal menciona:
En el ocaso se presenta bastante el color negro sobre el peinado,
como si eso me devolviera a mi juventud.
No entiendo por qué el cabello gris es mi presentación,
más bien siento como un sol encubierto bajo la niebla.
Se oculta un poco, y luego lo desata el viento,
volviendo a mostrar lo que había escondido durante su ausencia.
No neguen el blanco asomo, ya que, en su esencia,
son flores de intelecto y comprensión.
Lo que me gusta al respecto es una esencia de juventud,
y las virtudes de una naturaleza generosa en conducta.
Poema sobre la Diversidad de Ambiciones
Abu Hayyan Al-Andalusi expone:
Las personas son diversas en sus ambiciones, no detienen,
cada uno ha elegido su propia metodología.
Quien se preocupa por la jurisprudencia destaca en los cargos
ya que se ocupa de consejo, enseñanza, y acciones.
Quien posee una buena parte de gramática y lengua,
considera que disfruta de las más brillantes virtudes.
Su orgullo se enreda con el analfabetismo ajeno,
pues en la multitud se halla quien no es experto,
y quien se embarca en la razón, siente que todos son mudos,
ignorantes de la verdad, vacíos de conocimiento.
Si en gramática se vuelve un especialista,
es aclamado y se le llama maestro prudente.
Y el que conserva las palabras es un ignorante,
sin conocimiento de su significado o la regla del recitado.
Rigidez se desliza entre letras de los profanadores,
y se ven envueltos en el extraño lenguaje.
Los ignorantes se aficionan a sus explicaciones,
pues hay uno que resume, y otro que se dilata.
Además, sus aclamaciones de una gramática son expresiones de letras,
como almacenes de libros que nadie desearía perder.
Este arte fue sencillo y directo,
pero ha derretido con sus palabras y su complejidad.
El poeta que cree que el arte es un privilegio,
no ve que es un don manipulado.
Quien narra historias de los predecesores,
se convierte en un predicador que se mezcla y se vuelve atractivo.
Y a veces asusta con advertencias de terror,
y a veces presenta la opción de la indulgencia a los culpables.
E invita a través de su canto,
mezclando ritmo con poesía.
Estudia la ética y guarda recuerdos,
buscando un lugar para que lo comprendan.
Así que, vístete y adorna el día,
y observa los documentos como si firmaras a un rey,
limpiando su ajuar y como sirviente, que no se apague.
Así entonces se detienen al saber, y sus ceremonias,
hay quienes multiplican sus maldiciones y mezquindades sin ayuda,
y aquellos que con su ceguera denigran.
¿Tomarás el camino de Dios de alguien así?
Si lo haces, en el error incurrirás, suجع ما بعدдикـ предыдущего жjesstern statistical measure instead업т perform better than Exсhere wbecause yo… BОn cohort modеrate…
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